El campo, símbolo de paz y tranquilidad: terror rural en el Sitges Film Festival
¡El campo me da paz! Cuántas veces, urbanitas como yo, hemos escuchado esta manida frase. Si bien, quizás en el entorno rural se respire mejor, o bien, no se tenga que vivir pendiente de los atascos o las multitudes en el metro, algunos preferimos la existencia en la metrópoli, nos agobia la vida de la pradera. Y, luego de ver éstas películas en el Sitges Film Festival 2023, nos reafirmamos en ésto.
Cuando acecha la maldad, del director argentino Demián Rugna (Aterrados) se desarrolla en un pequeño poblado, alejado de la mano de Dios, en donde dos hermanos descubren con horror a un hombre “encarnado”, es decir, infectado por una fuerza satánica. Tiene que sacarlo del lugar para que el resto de los habitantes no se infecten. Pero quizás ya sea muy tarde.
Podría pensarse que estamos ante una historia como muchas otras que ya habíamos visto, pero Rugna le da un siniestro giro al tema. Nos sumerge en la quietud campirana para luego sorprendernos con bestiales momentos, que no jump scares, que nos hacen saltar de nuestro asiento.
En esta cinta el mal puede estar encarado en un hijo, o una abuela, o incluso en nuestro perro. Es este hecho lo que consigue que el vínculo de confianza que tengamos como sociedad, comunidad o familia, se rompa en pedazos, porque el “encarnamiento” provoca una paranoia tal en la que todos podríamos ser sospechosos.
Y, finalmente, son los actores los que terminan de transmitir éste terrorífico cúmulo de emociones, genial Ezequiel Rodríguez, con actuaciónes contenidas a la vez que explosivas cuando es necesario. Todo está en su justa medida. Luis Ziembrowski, Demián Salomón, Marcelo Michinaux y Silvia Sabater completan el reparto. Recomendamos Cuando acecha la maldad, aún si fecha de estreno en salas españolas.
Y entonces llegó La espera, cinta española dirigida magistralmente por F. Javier Gutiérrez. Eladio (Víctor Clavijo) consigue un empleo, se convertirá en el nuevo guarda de la finca de un adinerado patrón. Convence a su familia y se instalan en el aislado inmueble, él, su esposa y su único hijo. En la citada finca y sus alrededores se organiza, cada año, un concurso de caza. Eladio es convencido, de mala manera, de aceptar más concursantes de los permitidos. Lo que no imagina es que las consecuencias de este trato solo le traerán tragedias en su vida y pondrán a prueba su estabilidad mental.
F. Javier Gutiérrez logra que nos adentremos en la vida y la mente del protagonista para que luego vivamos y, sobre todo, suframos con toda la cadena de terribles sucesos que le ocurren a lo largo del filme. Y qué decir de la excepcional fotografía de Miguel Ángel Mora que lo tiñe todo de colores tierra que refuerzan lo siniestro del relato. Lo sobrenatural, en La espera, salpica cada rincón de la cinta con las alucinaciones que acompañan a Eladio en su lento y terrible camino a los infiernos.
Mención aparte merece el trabajo de Víctor Clavijo en este proyecto. La forma en cómo se adueña de la personalidad de Eladio y, sobre todo, cómo nos transmite cada emoción, cada sufrimiento y cada miedo es insuperable. Me atrevo a decir que ésta es la actuación masculina del año. Estratosférico. Esperemos ver cómo recoge el Premio Goya la próxima gala.
Ruth Díaz, Pedro Casablanc, Luis Callejo, Manuel Morón, José Luis Rasero, Antonio Estrada y Nico Montoya, completan el talentosísimo y acertado reparto de la cinta. No os contamos demasiado para que vayan a ver La espera, que se estrena en salas el 1 de noviembre. Recomendadísima.
Pues aquí termina nuestro camino por los verdes y tranquilos campos. Seguimos informando desde el Sitges Film Festival 2023.