LOCO POR ELLA: El amor como terapia
Loco por ella es el nuevo estreno importante de la plataforma Netflix, una comedia alocada, nunca mejor dicho, porque en ella las enfermedades mentales tienen un protagonismo igual al de sus personajes, que cuenta con Álvaro Cervantes (candidato al Goya al mejor actor de reparto por Adú) y Susana Abaitua (Nerea en la serie Patria) como principales cabezas de cartel.
Ambos interpretan a la pareja romántica principal, que se conocerá en el prólogo de la película y pasarán la noche más increíble que hayan vivido nunca. Sobre todo él, porque ella, que es la que propone que pasen la noche juntos, también lanza la idea de que no vuelvan a verse más.
Ella tiene un motivo claro, está ingresada en un centro psiquiátrico y lo de escaparse es algo que no debe repetirse, pero él, periodista en una revista de tono sensacionalista, quiere encontrarla como sea. Se ha quedado enganchado a Carla y no puede admitir no volver a verla.
Y Adri, el chico en cuestión, la encuentra gracias a un detalle que Carla se dejó la noche del desfase, y por supuesto, acude a la institución donde está ingresada intentando hacer creer que él también está enfermo para quedarse allí.
El punto de partida, lo más corriente en una comedia con estos ingredientes, derivará en una estancia que Adri irá aprovechando para tratar de conseguir su propósito inicial.
Loco por ella es un intento muy loable de hacer comedia para un público ávido de risas en unos tiempos tan complicados, y Dani de la Orden, su director, es un profesional más que competente en estas lides, con títulos como El pregón o El mejor verano de mi vida, aunque también lo ha bordado en la comedia de tono más dramático, caso de Barcelona, noche de verano y su secuela, Barcelona, noche de invierno, que es incluso mejor que su antecesora.
Además, ha logrado mezclar con acierto el drama y la comedia con Litus, posiblemente su mejor película hasta la fecha, con un Quim Gutiérrez sublime que debió optar a todos los premios de la temporada, no llegando a estar nominado por ella en ninguno, aunque sí ganó el premio al mejor actor secundario en el Festival de Málaga.
Y llega Loco por ella, tras la fallida Hasta que la boda nos separe, y nos ofrece una película con un perfil de comedia alocada que funcionará para la mayoría del público, que la disfrutará en Netflix con toda probabilidad.
Pero a mí no me acaba de atrapar. Y no lo consigue porque hacer comedia con las enfermedades mentales es arriesgado, además de que no me parece lo más apropiado para el género, básicamente porque quienes de verdad las padecen ni lo encuentran gracioso ni es produce la risa que desata en quienes solo las ven reflejadas en la ficción.
Lógicamente Loco por ella utiliza el código del humor, y no de brocha gorda, como otro tipo de cintas sí usaría, pero es el hecho: es de imaginar que aquellos que padecen el Síndrome de Tourette, ese que llena de tics e insultos al personaje que lo sufre, como le ocurría a Óscar Martínez en Toc Toc, no le encuentran gracia alguna, no es divertido, y en una película tampoco debería serlo. El hecho de atenerse al código del humor no debería ser una excusa para exponerlo en él.
Pero seamos justos con la película, porque también es cierto que intenta tratar las dolencias con respeto, y eso se nota en el personaje que interpreta Luis Zahera, un hombre esquizofrénico al que Dani de la Orden, en base al guion de Natalia Durán y Eric Navarro, dibuja con la mayor amabilidad posible sin perder de vista el perfil de enfermo mental que es.
Es decir, que los pacientes se enmarcan dentro del estereotipo que conocemos de sus enfermedades pero en ningún momento, a pesar de que el humor es la base de su existencia, son objeto de burla, es simplemente, que enfocar sus dolencias con el prisma del humor los convierte en menos dramáticos cuando en la vida real son personas más Especiales, en la línea del film francés que protagonizó Vincent Cassel.
Eso sí, Loco por ella también tiene su lado… no tanto dramático, pero sí serio. El personaje de Clara Segura, la directora del centro, deja claro que la locura es algo que no debe tomarse a broma. Tanto es así que por momentos las situaciones de la película nos hacen plantearnos si de verdad quienes nos consideramos cuerdos realmente lo somos, porque todos tenemos algo que, en el contexto inadecuado, nos podría tildar de enfermos mentales.
Loco por ella es una película que funcionará entre el público que la elija en Netflix. Tiene ritmo, un argumento atractivo y unos actores de primer orden que nos van a tener enganchados, sobre todo Luis Zahera, un grande de la interpretación que suele tener papeles más pequeños que con el que aquí cuenta y que nos muestra todos los lados posibles del padre ilusionado que inicialmente conocemos. Menuda lección nos vuelve a ofrecer, demostrando que su Goya al mejor actor revelación por El Reino no debería ser el único que gane a lo largo de su trayectoria. Pero es que en la comedia es más difícil obtener premios, sólo el público aplaude el género, y en este caso da la impresión de que volverá a ser así.
Y es que Loco por ella es un título perfecto para ver en casa cuando haya que escoger película para el fin de semana. Es un film para todos los públicos que gustará a la mayoría de los que se acerquen a él. Y eso no siempre sucede con la cinta que se elige, así que si la idea es pasar un rato entretenido, Loco por ella va a ser la opción correcta.
Silvia García Jerez