EL NUEVO NUEVO TESTAMENTO
Y ahora que lo sabemos, ¿qué hacemos?
Por Mariló
Hay algo seguro en esta vida: todos vamos a morir.
Solo Dios sabe cuándo y dónde, pero…
¿qué harías tú si supieras el momento exacto?
Esa cuestión existencial -que se convierte en trending topic-, se plantea en esta fábula surrealista que es El nuevo Nuevo Testamento, firmado por el belga Jaco Van Dormael (el de Toto, el héroe y Mr Nobody)
Si en El Club, el foco recae en la institución de la Iglesia Católica y en concreto, en una comunidad chilena; ésta, va a la raíz de la historia. El prota del cuento es Dios -que no Jesucristo- y vive en Bruselas.
Tras el cartel del film que presenta a un dios entre el Alex de La naranja mecánica y El Nota de los Cohen, nos encontramos una sátira colorista y naif.
Una comedia negra apabullantemente absurda, donde el cielo es multicolor y no azul.
Kevin Smith, allá por el ’99, ya presentó otro dios divertido. Aquella vez era mujer y tenía el aspecto de Alanis Morissette.
En este Nuevo nuevo Testamento, este peculiar Dios no tiene super poderes pero si una familia de clase media que se reúne a la hora de cenar.
Este dios se entretiene en su reino, en su despacho y en pantuflas, enfrente del ordenador, jugando a una especie de tetris encajando desastres cual bromas en la rutina diaria de los mortales, convirtiendo la ley de Murphy en ley divina.
Pequeñas molestias y equívocos que alteran el día de algunos humanos, creando monstruos y desesperación en cadena; porque siempre que la fila de al lado va más deprisa, jode… mientras Dios mira para otro lado y se ríe a carcajadas.
Y se muestra autoritario como el del antiguo testamento, prohibiendo la entrada a su sagrado despacho como única norma.
Pero su hija -si, una niña- que le ha salido algo anticrista, accede al santo Santorum.
A partir de ahí y gracias nuevas tecnologías (con estética de mails sobreimpresos en pantalla; muy de series tv), todo cristo sabe del misterio de su muerte y cuándo -que no cómo ni donde- se irán pal otro mundo.
Comienza así una loca persecución del Padre en busca de la niña morena y nerviosa, que decide encontrar a 6 apóstoles -y no 12, que andamos en crisis- para escribir un nuevo testamento.
Deneuve (de nuevo en LaCronosfera, Con cabeza alta) es una de los elegidos. La francesa aparece con un gorila amante que le descubre el verdadero amor.
Cuestión de fe…
A través de una lavadora -cual bautismo o puerta a una realidad mágica- transcendemos a otro plano; a una estrambótica fantasía, amable y visualmente inagotable, donde la divinidad en la Tierra mezcla el Edén con un singular Arca de Noe y los animales (naturales y políticos) deambulan por las calles de Bruselas (capital de la Union Europea)
¿Poesía o psicodelia?
En este Nuevo nuevo Testamento, un irreverente Dios rebate dogmas y renuncia a sus frases más celebres mientras la pequeña, encuentra en los marginados de la sociedad a los bienaventurados nuevos evangelistas; personajes excéntricos en un vistoso caleidoscopio humanista.
El filme -a lo Magical Girl por arriesgado y singular- es candidato a los próximos Oscar -aunque nosotros presentemos finalmente Loreak-. Todas ellas lo valen.
Y es un milagro que existan pelis así… para bien matar el tiempo hasta el día final…
Con emoción y divertimento.
