CASA EN LLAMAS: Secretos y mentiras

Que Casa en llamas resulte ser una película colosal y entrañable cuando los personajes que pueblan su relato son a cual más detestable es un mérito impresionante. Pero el caso es que el último trabajo de Dani de la Orden es una filigrana maravillosa en la que comedia y drama se dan la mano con una facilidad ante la que sólo cabe rendirse.

Uno de los momentos más divertidos de la película Casa en llamas
Uno de los momentos más divertidos de la película

Un fin de semana. Casa en llamas transcurre en un fin de semana, el que Montse (Emma Vilarasau) pretende pasar con sus hijos, ya adultos (Enric Auquer y María Rodríguez Soto), sus nietas, las dos hijas de su hija, y su exmarido (Aberto San Juan), que tiene nueva pareja (Clara Segura). Unos días ideales en su casa de Cadaqués. Su intención, en realidad, es pasar esos últimos días allí con ellos para revivir los recuerdos de toda una vida porque pretende venderla, ya que nadie pasa por allí ya y resulta un poco un engorro seguirla conservando. Y, como podemos imaginar, no todo saldrá como Montse pretende.

Casa en llamas bien pudiera ser una obra de teatro. Escenario prácticamente único, porque el esquema cinematográfico ha de ser creíble y además de estar en la casa hay que llevar a los personajes a la cala… y deben hablar continuamente. A veces pisándose, lo cual añade una naturalidad muy fresca a las escenas. El guión de Eduard Sola, en lugar de haberse filmado podría haberse representado. En cualquier caso es un acierto porque cuando el texto es bueno, lo es, independientemente del medio que se elija para presentarlo ante el espectador. Y si además el director se luce haciendo su mejor película y los actores están a cuál más brillante, no podemos pedir más. Nos sentamos en la butaca y a disfrutar. Mucho.

Porque Dani de la Orden dirigiendo drama es un profesional muy solvente. En comedia ya es distinto, Loco por ella o El test eran muy mejorables. Pero el díptico Barcelona, noche de verano y Barcelona, noche de invierno, es absolutamente memorable. De lo mejor de su carrera, donde también entran la magnífica comedia dramática El mejor verano de mi vida y la espléndida Litus, en la que Quim Gutiérrez brillaba, dentro de su reparto coral, de una forma excepcional, aunque no llegara a entrar en la carrera de premios de la temporada. A veces, películas que lo merecen, se quedan si la repercusión que deberían tener.

Enric Auqeur y Macarena García 
interpretan a una pareja que está comenzando su relación, en Casa en Llamas
Enric Auqeur y Macarena García
interpretan a una pareja que está comenzando su relación

Y Casa en llamas la merece. Y la merecen sus actores, esa Emma Vilarasau, matriarca que lo ha dado todo por su familia sin recibir nada a cambio, esos Enric Auquer y María Rodríguez Soto, que fueron pareja en Mamífera y son hermanos aquí, cada uno en su isla de inseguridad, y esa Macarena García en el papel de la novia de Enric Auquer, una chica alegre a la que el fin de semana en Cadaqués cambia por completo. Intérpretes que en esta película están en estado de gracia haciendo gala de sus descomunales talentos para que sus personajes lidien con arte con sus secretos y sus mentiras.

Y no es fácil que todo funcione. Casa en llamas tiene muchas tramas -empresarial, familiar, de pareja- y consigue conjugar los tonos de drama y comedia a la perfección, sin que nada desencaje, teniendo momentos muy divertidos, como la escena en la que Emma Vilarasau conoce a la nueva novia de su exmarido, y otros especialmente emotivos, con los que logra arrancarnos alguna que otra lágrima.

Porque la vida no es fácil. No es como cuando éramos niños. Las familias crecen, los hijos se alejan del núcleo, la casa de la playa pasa a un segundo plano. Y a tu madre, a pesar de todo, le gustaría que por unos días el pasado pudiera regresar. Mantener viva la llama familiar. Aunque acaben saltando chispas porque los miembros ya no pueden soportarse. Ni juntos ni por separado. Esto es, ni a ellos mismos. Asumir que somos adultos y que la vida no es como la esperábamos cuesta más de lo que imaginamos.

Y que todo esto lo cuente Dani de la Orden con un tono de comedia que va bordeando el drama sin caer en la intensidad en la que a otros directores no les costaría sumergirse es maravilloso. Y fascinante a la vez. Un trabajo que equilibra géneros, que los domina para no caer demasiado tiempo en uno solo y poder, de esta forma, entretener durante todo el metraje con un ritmo y una solidez ejemplares.

Casa en llamas es una película para recordar, para mantener en nuestra lista de títulos favoritos, porque es deliciosa y destila verdad, de esa que duele, que duele reconocer y que duele contar. Una cinta con mucho poso de psicología -el personaje de Clara Segura es psicóloga y tendrá un momento trascendental para el devenir del relato- que también nos afectará a los espectadores, si queremos hacer junto a la familia el experimento que propone. Una película para conocernos mejor y para comprobar hasta qué punto el nivel del cine de Dani de la Orden ha subido hasta las estrellas, esas que se pueden ver de noche desde la terraza de la casa de la playa, al calor de la hoguera.

Silvia García Jerez

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