HORIZON: An american saga – Capítulo 1
Horizon: An american saga – Capítulo 1 es el larguísimo título del proyecto mastodóntico que está ocupando a Kevin Costner en los últimos años. En producirlo y en rodarlo. Él pensó que será más fácil pero le ha costado que los productores confíen en él. Y no es de extrañar. Si Kevin pensaba que un western de estilo clásico que cuenta la historia de Estados Unidos hasta después de la Guerra de Secesión iba a ser, en tiempos de cine de superhéroes y consumo rápido, en el que el género de terror es el que suele triunfar más allá de franquicias de Marvel y DC, estaba engañándose a sí mismo. Y ha tenido que financiarla de su propio bolsillo.
Horizon: An american saga – Capítulo 1, el primero de los cuatro que tiene en mente, es una película de tres horas en la que nos sumerge en los inicios de un país que aún tardaría en construirse. Unos comienzos en los que el hombre blanco quiso, y acabó consiguiendo, apoderarse de las tierras de los indios apache, que se defendieron arrasando con lo que el invasor les quitaba. No eran malos y Kevin Costner siempre los ha defendido. Ya en Bailando con lobos (1990) lo hacía, no va a dejar de hacerlo treinta años después.
Cuatro capítulos de los que ya tiene terminados dos, de hecho el segundo nos llega el 18 de agosto, y actualmente se encuentra rodando el tercero tras haber presentado el primero con éxito en el festival de Cannes, haber arrancado una larga ovación entre los presentes en la sala y, también, haber pedido a productores y magnates en el mismo festival implicación en la financiación de lo que le queda por hacer. Que no confíen en tu proyecto lo hace muy difícil, por mucho que Kevin pensara que entre ellos habría una enorme competición por ayudarlo. Y lo pensaba porque él es un enamorado del western, el género de cine norteamericano por excelencia.
Pero los tiempos han cambiado. En Hollywood y en el público. El western ya no es un género prioritario, de hecho prácticamente ha desaparecido de las carteleras. Hace poco se estrenó Hasta el fin del mundo, la película que dirigía Viggo Mortensen con él mismo y Vicky Krieps como protagonistas. Funcionó relativamente bien para lo que es ahora el nivel de la taquilla, pero no son películas esperadas ni acontecimientos cinematográficos como lo eran antaño. Y anunciar que vas a rodar un western es, admitámoslo, una locura si no eres un nostálgico del género.
A Kevin Costner todo eso parece no importarle demasiado. Él se ha centrado en su proyecto y está decidido a llevarlo a cabo. Hace bien. Es una gozada comprobar cómo todavía quedan ‘Davides’ luchando contra los ‘Goliat’ del mundo. Y que les va saliendo bien, además. Porque funcione o no en taquilla, el hecho de poder hacer una película como Horizon: An american saga hoy en día y poder estrenarla en cines ya es un triunfo. Posiblemente si Kevin Costner no fuera la estrella que lleva siendo desde los años 80, esto no habría sido posible.
Y a ese triunfo añadámosle que tiene pocas pegas que ponerle. Una de ellas, obviamente, es la duración. Porque en realidad lo que Kevin plantea no deja de ser una serie. Una para Apple+ o HBO, ahora MAX, de buenísima factura, muy cuidada, pero no es tan cinematográfica como pudiera pensarse. Eso es una lástima, otra pega a sumar, porque el cine, si algo tiene, es épica y Horizon: An american saga adolece precisamente de eso, de la épica del cine.
Pero Horizon: An american saga, a pesar de todo, es fabulosa, apasionante incluso. Eso no vamos a negarlo. Las historias cruzadas que expone, regresando continuamente a los personajes que nos ha ido presentando sin prisa pero sin pausa, primero el de Frances Kittredge (Sienna Miller) y una hora más tarde los de Marigold (Abbey Lee), Hayes Ellison (Kevin Costner), y Ellen Harvey (Jenna Malone), son hipnóticas. No puedes apartar la vista de lo que les ocurre ni de cómo Kevin va narrando sus devenires, con detalles visuales que denotan que Costner domina su oficio. Desde hace mucho tiempo.
Y esa banda sonora, firmada por John Debney (La pasión de Cristo, Zathura) con aires del John Barry de Bailando con lobos en cuanto al clasicismo que desprende la composición es un complemento apabullante. Qué bonito es ir escuchando la partitura mientras se va desarrollando la historia. La sensación de estar de nuevo ante el cine que veíamos en los 90 y que no sabemos hasta cuándo durará, gracias a estos autores que, al igual que Tom Cruise, defienden con honor la gran pantalla, aunque con proyectos que saben que tendrán su público en las plataformas, y por eso -también puede ser, que viene de rodar la serie Yellowstone-, los planifican de cara a esa meta, es de una inmensa nostalgia.
Horizon: An american saga tiene muchas virtudes, es innegable. Pero el resultado sabe a poco con respecto a lo que el proyecto mastodóntico que Kevin Costner tenía en mente prometía. Esperábamos una obra maestra de un calibre apoteósico y nos encontramos con una magnífica propuesta, fabulosa por momentos, brillante en su conjunto y admirable por lo que todo ello supone. Es decir, se trata de una película notable, pero el sobresaliente aún no se lo podemos dar. Hay que esperar al resto de la historia, a ver cómo continúa, a conocer el devenir de los personajes, de la narración al completo para poder otorgarle una nota más alta. De momento, lo que tenemos son tres horas espléndidas para disfrutar en la sala de cine que la ofrezca. El 16 de agosto, más.
Silvia García Jerez