EN BUENAS MANOS: El retrato de una infancia truncada

Siete nominaciones a los Premios César deberían ser un reclamo ideal para atraer a miles de espectadores, pero en el caso de En buenas manos, se queda corto; un galardón insuficiente para un film sobresaliente. Una película genial que, gracias a la sensibilidad e inteligencia de la joven realizadora gala, Jeanne Henry, consigue retratar fidedignamente la siempre compleja burocracia que hay alrededor de un proceso de adopción. Cruda pero amable En buenas manos se muestra como un ejercicio armonioso donde todo encaja a la perfección.

El drama arranca cuando una joven se desprende de su bebé en un parto anónimo. Este pupille, que es como llaman en Francia a los hijos del estado, entrará a formar parte del entramado legal que se encargará de buscar a Theo el hogar más idóneo para su desarrollo. Hasta que los servicios de adopción den con unos padres para él, un centro de acogida, más concretamente una familia de acogida, se hará cargo de él.

El fantástico Gilles Lellouche , En buenas Manos
El fantástico Gilles Lellouche

El trio protagonista compuesto por Elodie Bouchez, la madre deseosa de adoptar un niño, Sandrine Kiberlain, la trabajadora social, Gilles Lellouche, el padre de acogida responsable del cuidado de Theo durante sus primeros días con él, nos ofrece una interpretación soberbia. Mención especial a Jean, quien interpreta Gilles Lellouche, arquetípico y carismático personaje que perfectamente podría protagonizar un spin off. Todo lo que rodea a En buenas manos es acertado, su estructura no lineal, las tramas secundarias y el tratamiento no documental pero cercano al hiperrealismo que hace de un tema interesante y actual.

Elodie Bouchez y Sandrine Kiberlain, En buenas manos
Elodie Bouchez y Sandrine Kiberlain

En conclusión, una muy buena opción para ir al cine, entrañable y emocionante sin llegar a ser nada empalagosa, amable y triste como la vida. Una demostración de que lo ordinario puede, con las herramientas adecuadas, llegar a ser extraordinario.

Guillermo Asenjo Lara

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *