30 MONEDAS: El fantástico en su máximo esplendor

Las 30 monedas que dan título a la serie que dirige Álex de la Iglesia para HBO España y Latinoamérica se refieren, claro está, a las que Judas utilizó para traicionar a Jesucristo. Eso se puede deducir con facilidad sin necesidad de meterse en más honduras de la trama. Lo que ya no es tan obvio es cómo De la Iglesia y su guionista habitual, Jorge Guerricaechevarría, las hila con el presente de lo que ocurre en un pueblo cercano a Segovia con todos los sucesos extraños que van a tener lugar desde el primero de los 8 capítulos que conforman la serie.

Y a eso sí que no vamos a ayudaros. A entender cómo se hila todo, porque en eso consiste el desarrollo de una de las mejores series del año. O de la serie del año, siendo más específicos.

30 monedas nos va a presentar a varios personajes, a un cura, el Padre Vergara (Eduard Fernández), al alcalde del pueblo, Paco (Miguel Ángel Silvestre), a su mujer, la extraña y desagradable Merche (Macarena Gómez), a la veterinaria, Elena (Megan Montaner) y a tantos otros que van a ser fundamentales, aunque se trate de secundarios, para encajar hasta la última pieza del puzzle.

En 30 monedas nada es casual, aunque pueda parecerlo. Ninguna de las locuras de las que somos testigos, y vamos a ver unas cuantas, pasa sin que tenga una razón para que ocurran, y asistir a la manera en la que cada capítulo da sentido a lo anterior y nos prepara para lo que vendrá es sencillamente asombroso.

Eduard Fernández, el Padre Vergara de la serie 30 Monedas
Eduard Fernández, el Padre Vergara de la serie

Álex de la Iglesia no es un recién llegado a las series. Ya rodó hace años Plutón B.R.B. Nero, y ahora vuelve al formato, pero de una hora de duración en lugar de los 30 minutos que caracterizan a las comedias. Y lo cierto es que se pasan en un suspiro, parecen esos 30 o los 18 de media que tenía Caminantes, la que firmó Koldo Serra. Se disfrutan igual, y se pasa igual de mal también.

Pero 30 monedas es un ejercicio insólito en nuestro modelo de hacer series. Podría haberla dirigido cualquiera de los autores de habla inglesa a los que tanto admiramos, un John Landis o un John Carpenter, pero la ha hecho un maestro español, el Álex de la Iglesia más pletórico posible, que reinventa el género en cada episodio y nos recuerda por qué va a pasar a la historia en cada minuto de la serie, en cada interpretación apoteósica, en cada efecto especial, con criaturas o sin ellas, porque los efectos digitales también tienen un peso considerable en el resultado.

Y todo funciona bien. Todo está al servicio de una historia que sin dejar de lado el universo fantástico va a adentrarse en los recovecos de la iglesia, que para eso ya el título, y la fabulosa cabecera que introduce los episodios, nos dan una pista de por dónde va a ir el desarrollo, de manera que no es de descartar que levante ampollas entre algunos espectadores.

Realidad o ficción, lo que nos cuenta Álex en ella es de una valentía sin precedentes, porque nos introduce en un tema inusual al que como mejor se puede llegar es a través del prisma del género fantástico.

Y el despliegue técnico para mostrarnos el poderío del mal del que vamos a ser testigos es asombroso. Por muy acostumbrados que estemos a lo que el terror y sus derivados nos suele ofrecer, no estamos preparados para lo que 30 monedas nos da. Es una serie por encima de todo lo visto anteriormente. Es tan épica que ha venido para marcar el paso y remodelar el futuro.

Megan Montaner y Miguel Ángel Silvestre, también protagonistas de 30 MONEDAS

Cada episodio es una odisea para los personajes, todos estarán cada vez más perdidos por mucho que intenten encontrarse y saber qué camino tomar. No lo tendrán fácil, y menos que nadie el Padre Vergara, un hombre reconcomido por las contradicciones de su vida que intenta hacer el bien sin saber cómo vencer al mal. Un personaje apoteósico que engrandece la pantalla cada vez que aparece y al que da vida Eduard Fernández, actor inmenso que se nota que se ha entregado en cuerpo y alma al resultado de su interpretación.

Y ya es, por derecho propio, uno de los mejores trabajos de su carrera, si es que elegir uno es posible, porque la filmografía de Eduard está plagada de personajes a los que él ha convertido en insuperables, entre ellos el inolvidable marido de Belén Rueda en Perfectos desconocidos, también de Álex de la Iglesia, en la que su escena hablando por teléfono con su hija se convirtió en uno de los mejores momentos del cine de 2017-2018.

Pero este Padre Vergara es ya una leyenda. No hay nada que no se atreva a hacer para cumplir su cometido, aunque no tenga muy claro cuál es, pero sabe que algo debe hacer y que en él recae la suerte del pueblo en el que vive, y por mucho que le cueste no renunciará a hacer lo que sea que se espere de él.

Cada mirada, cada paso que el Padre Vergara da hacia su destino es un regalo para los espectadores, que podemos saborear el esfuerzo que Eduard ha hecho con él, y se lo agradecemos, porque si 30 monedas es grande es, en buena parte, gracias a lo que se ha volcado en alcanzar la exquisitez.

Aunque es cierto que el reparto es enorme, tanto de protagonistas, porque Megan Montaner o Miguel Ángel Silvestre lo son, y están fantásticos, como de secundarios, caso de un Pepón Nieto tan sublime como de costumbre, como ese guardia civil tan descolocado como todos los demás, pero que trata de llevar su desconcierto lo mejor posible, o de los personajes episódicos, de los cuales no citaré a ninguno porque lo mejor que se puede hacer es descubrirlos y emocionarse con el rato que nos hacen pasar. Aunque sea malo en el mejor sentido del logro del género, pero también de eso se trata.

Actores de primer orden en papeles pequeñitos, y alguno que otro que descubrimos en este tortuoso camino hacia la verdad de lo que está ocurriendo, actores que van a poner su granito de arena en este mosaico con tintes lovecaftianos pero rebosante de puro Álex de la Iglesia.

A quienes les guste el cine del director van a pasar 8 capítulos pletóricos en compañía de los más rotundos elementos que caracterizan su trayectoria en el fantástico. Imposible no rendirse a su talento, a su capacidad creadora de historias increíbles que resultan creíbles en sus manos, bajo su supervisión y su batuta. Porque Álex de la Iglesia es uno de los mejores directores de cine del mundo, y en lo que a series se refiere también con 30 monedas demuestra que sabe hacer historia en este formato. Así que ya no solo el cine, también las series tienen mucho que agradecerle a este genio.

Silvia García Jerez

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