SEPARACIÓN 2: De vuelta a la oficina

Separación ha vuelto. Volvemos a la oficina de la empresa Lumon. La segunda temporada ya está aquí. Al menos su primer capítulo. Iremos viendo qué les ocurre a Mark S. (Adam Scott) y a sus compañeros de fatigas… mentales… a lo largo de las próximas semanas, pero de momento podemos seguir con la historia más intrigante de la televisión en la plataforma Apple, donde vimos la primera temporada en 2022.

Eso de ‘fatigas mentales’ es un guiño simpático que se refiere a su argumento: trabajadores de una empresa que no se sabe bien a qué se dedica, que hacen labores de oficina de forma muy sedentaria, pero que cuando acaba su jornada salen de allí a un mundo exterior que desconocen por completo cuando están trabajando. Un chip implantado en sus cerebros divide su personalidad de modo que son unos cuando llegan al trabajo y otros al salir de él. La vida real está en el exterior pero no recuerdan nada de ella dentro y lo mismo ocurre cuando salen y vuelven a ser quienes son de verdad, olvidando a esa extraña y desconocida persona en la que se transforman en el ascensor, según se dirigen a sus puestos.

Mark (Adam Scott) y Helly (Britt Lower) regresan a esta segunda temporada

Este argumento tan original tuvo en vilo a millones de seguidores de la serie en todo el mundo y más aún cuando la conclusión de la primera temporada tenía lugar en un momento sublime a nivel de guión. Un punto álgido que nos dejaba con ganas de más. Y el equipo se puso manos a la obra para continuar el relato y seguir con las tramas, pero llegó la pandemia justo cuando comenzaba el rodaje de la segunda temporada y tuvieron que pararlo todo a la espera de poder continuar.

Ahora, en enero de 2025, nos llega Severance 2, Separación en nuestro idioma, y podemos volver a esa oficina tan misteriosa en una empresa más misteriosa aún, llena de extrañas normas y de altos mandos aún más raros.

Hemos podido ver ya el primer episodio y aunque no aclare demasiado al respecto de lo que seguirá pasando con lo ya planteado lo que sí tenemos claro es que es una gozada volver a ese universo tan poco cotidiano pero tan familiar ya debido a lo mucho que nos enganchó hace dos años. Para los espectadores esa oficina tan extraña es nuestra oficina de siempre, nuestra oficina del alma. No queremos salir de allí.

Queremos saber lo que ocurre, claro, resolver todas las respuestas que se nos han ido planteando, pero a su debido tiempo. De momento, adentrémonos de nuevo en ella y vayamos descubriendo qué tiene que ofrecernos en esta ocasión. Las características que nos hicieron engancharnos a la primera temporada están de vuelta en Separación 2, por lo que aquí seguimos, también nosotros sentados ante una pantalla para ver qué ocurre con las de los protagonistas.

Esta segunda temporada consta de 10 capítulos de 50 minutos de duración, por lo que vamos a estar unas cuantas semanas pendientes de qué ocurre en Lumon, de si podremos desentrañar a qué se dedica la corporación y por qué tiene este tan extraño como estricto modus operandi con sus trabajadores. Pero todos sabemos que si no nos lo cuentan en esta segunda temporada estaremos encantados de esperar a una tercera que nos siga manteniendo pegados a nuestros sofás.

Porque Separación es una de las series más originales que se han visto en los últimos años, con un nivel creativo apoteósico y una mezcla de realidad y ciencia ficción desbordante para criticar la alineación a la que el capitalismo somete a las sociedades más civilizadas. Trabajar con la última tecnología no nos hace más humanos, ese mensaje es absolutamente brutal. Y Separación va precisamente de eso.

En esta segunda temporada vamos a conocer algún que otro personaje nuevo tan inquietante como el concepto en sí de la serie. Nada está descuadrado aquí. Todo sigue en orden, aunque el orden en Separación implique un desorden psicológico gigantesco. Esa es la magia de la serie, una serie única que tenemos la oportunidad de ir desgranando y saboreando poco a poco, semana a semana, para que podamos disfrutarla como se merece. Porque Separación se lo merece todo.

Silvia García Jerez

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