IKONO: Paraíso para la fotografía
Ikono es un lugar mágico. Situado en la calle Sánchez Bustillo 7, enfrente del Museo Reina Sofía y en la misma plaza del bar El Brillante, el local más famoso para comer bocadillos de calamares en Madrid, el emplazamiento no puede ser mejor.
Una silla decorada con las plumas de un pavo real nos da la bienvenida a un sitio en realidad pequeñito, pero que en sus dos plantas concentra con mucho arte e ingenio las habitaciones sensoriales a las que vamos a ir accediendo. Habitaciones para estimular primero el tacto y luego la vista y el olfato.
Siempre con mascarilla, obligatoria durante todo el recorrido. Y en todas las fotos. Una pena, pero son los tiempos en que vivimos y hay que respetarlo, por nosotros y por los demás, que aunque estemos vacunados, quienes lo estén, la posibilidad de infección sigue ahí y hemos de hacer lo que esté en nuestra mano para evitarla.
La visita a Ikono comienza en un pasillo de tiras de colores, como si fueras a atravesar las puertas de un bar en un pueblo, pero un pasillo entero, con tiras continuas, que parece que no van a tener fin, mucho más suaves y de colores diversos, desde el arcoíris transparente hasta el rosa más intenso. Una preciosidad de la que podéis obtener una foto ideal para subir a redes sociales. Y una experiencia curiosa y muy divertida.
Para experiencias curiosas, divertidas y apasionantes, la habitación estrella de Ikono: la piscina de bolas. Te quitas los zapatos y a disfrutar. La primera vez puede ser un poco agobiante, poca facilidad para moverte vas a tener, pero os aseguramos que la sensación engancha y vais a querer repetir. E incluso, no salir de allí.
Pero hay más habitaciones esperándoos y debéis conocerlas todas. La de los neones, donde vais a sacar fotos muy chulas también. Y la del confeti, donde puedes jugar con esas pequeñas tiras de colores y obtener más fotos fabulosas.
Luego tenemos las habitaciones donde la luz mengua, cuidado aquí con las fotos, porque si vais con vuestra Instax ya sabréis que estas cámaras necesitan mucha luz para daros fotos bonitas porque tienden a oscurecer las partes negras y, no habiendo mucha luz en estas habitaciones que vienen a continuación, es más recomendable que os fotografiéis con vuestros móviles.
La sala del bambú, -una gozada-, la de los farolillos, -otra muy bonita- o la de las luces que se encienden y se apagan entre los arbolillos, son preciosidades por las que vale la pena pasar pero para hacer fotos lo vais a tener más complicado.
Y, por supuesto, la sala de los famosos, unos dibujos distorsionados de los mismos, con sus nombres para identificarlos, pero que se reconocen inmediatamente. También aquí están juntos Almodóvar y Rosalía, emulando la participación de ambos del comienzo de Dolor y gloria.
El viaje por Ikono dura entre 30 y 45 minutos, depende del tiempo que tardes en salir de la piscina de bolas… y normalmente lo tienen muy lleno. Pasan por allí unas 100 personas diariamente, habiendo comprado previamente la entrada en la web. Grupos de familias con niños o de amigos que quieren divertirse subiendo fotos a Instagram son los clientes habituales. Hay sitio para todos y tiempo para todo. Lo fundamental es ir a disfrutar. Y se consigue.
Silvia García Jerez