Restaurante El Aljibe, en Medinaceli
Llegamos al restaurante El Aljibe de casualidad.
Como parte de la excursión a Medinaceli, decidimos comer en un restaurante comida típica de la zona. No teníamos nada pensado y al no ser en fin de semana y ya fuera de la época de verano, no había mucha elección. Comer en el Aljibe fue todo un acierto. Se encuentra en la parte más externa de Medinaceli, cerca de la oficina de turismo, frente a un parque , que para los que van con niños, siempre es útil.
El local cuenta con una terraza además del comedor interior. No teníamos reserva, y es aconsejable o casi imprescindible hacerla. Merece la pena. Después de un repaso a la carta, pedimos unas migas con huevo, un sobre de calabacín y carrilleras ibéricas.
Mientras esperábamos los platos nos sirvieron un aperitivo de morcilla, que estaba bastante bueno. Siempre se agradecen estos detalles y más si se hace tarde para la hora de la comida. Las morcillas estaban buenas, no era cualquier cosa que había puesto para entretenernos.
El sobre de calabacín estaba muy rico en su punto, no estaba blandengue, pero tampoco duro, con una crema algo dulce, y entre caliente y templado que es como a mí me suelen gustar las comida.
Qué decir de las migas con huevo. Espectaculares. Con algún trozo de torrezno, y además de las uvas pequeños trozos de naranja dulce. Llenas de sabor mezcladas con el huevo, y nada aceitosas. El huevo con la clara bien frita y sin que la yema este solida, para que al partirlo se mezcle bien con las migas.
Las carrilleras, con un sabor fuerte, pero tan blandas que casi se deshacían en la boca, y una salsa que mantenía la carne jugosa, y en la que hubiéramos mojado dos barras de pan de haber podido, porque lo merecía.

De postre compartimos dos opciones, la tarta de tres chocolates, y un milhojas. La tarta combinaba los tres chocolates haciendo una mezcla sabrosa, dulce pero sin empalagar.
Creo que cualquiera de los platos que hubiéramos pedido en la carta, hubieran estado igual de ricos. El milhojas, crujiente como debe estar, y la crema interior era casi mantequilla de Soria. Crujiente, dulce y cremoso.
Durante toda la comida el servicio del restaurante El Aljibe fue atento, sin agobiar. El ambiente es agradable, tranquilo, luminoso, y los baños están limpios. Solo un pequeño pero a la terraza, y es que había muchas avispas. Por lo que hablamos con algún vecino de Medinaceli, este año han tenido una plaga. Nosotros desde el interior disfrutamos un montón la comida y estamos deseando volver. El precio es acorde con lo que se come, y poco más se puede pedir. El poder comer con vino tranquilamente, pero hay que conducir…
Por si queréis reservar, aquí tenéis el enlace: Restaurante el Aljibe
Para que sepáis claramente de que precios estamos hablando, aquí os dejamos la factura

Pimentón