DECISION TO LEAVE: Viuda y sospechosa
Decision to leave cuenta la historia de una investigación por asesinato. O por suicidio. Aunque el suicidio parece descartado porque los indicios dejan en evidencia que alguien empujó a la víctima por el acantilado, no se tiró él. Pero cómo, porque es complicado haberlo hecho sin que él intuyera la presencia de quien acabaría con su vida.
El caso es difícil, y aún así Jang (Park Hae-il) no se rinde. Está decidido a resolverlo. Primero porque es su trabajo y segundo porque quiere saber si la mujer de la que se ha enamorado, llamada Song (Tang Wei), la ahora viuda del fallecido, es también la culpable de su muerte.
Pistas falsas, sospechas continuas y una tensión constante son los ingredientes de este thriller en forma de puzzle que nos trae desde Corea del sur el director Park Chan-wook, responsable de clásicos como Old boy o La doncella, obras cumbre de un arte que parece dominar. Así se lo ha hecho saber la crítica desde hace muchos años, el público que ve sus películas y el jurado del pasado festival de Cannes, en el que compitió en Sección Oficial con Decision to leave, al otorgarle el premio al mejor director por ella. Actualmente es una de las 15 películas que componen la shortlist para el Oscar al mejor film internacional, y el 24 de enero sabremos si consigue la nominación.
Situándonos lejos de los aplausos y los premios y mirando la película que es, Decision to leave cuenta con un inicio desconcertante, confuso, no sabemos muy bien a qué caso se está dedicando el inspector, si está con el que la sinopsis nos indica o con cuál de los varios que lleva. Y el resto de la cinta también lo será por tramos, no vamos a entender bien muchas cosas de las que nos cuenta.
Eso sí, vamos a estar fascinados por su forma de contarla. Visualmente es apabullante, una maravilla de planificación: puntos de vista insólitos, superposiciones de distintos planos… para momentos que otros directores nos habrían presentado de una manera más convencional. Y además, tiene uno de los mejores finales que se hayan visto en una pantalla. Extremadamente potente y muy bien resuelto, aunque recuerde ligeramente al de otra película del cine contemporáneo reciente que no citaremos para no contar demasiado. Cuando veáis éste recordaréis aquel. Y los dos funcionan igual de bien, cada uno en su contexto.
Pero más allá de ese logro, Decision to leave es decepcionante. Porque es muy irregular. Maravillosa aquí, aburrida en este otro tramo, luego vuelve a subir, luego pasa algo que no entendemos por qué. Y el conjunto dura más de dos horas. Fascinación y tedio se dan la mano en una experiencia cinematográfica confusa tras la que no sabemos si aprobarla o suspenderla. Tal vez el término medio sea lo adecuado y Decision to leave se quede en un film con virtudes y defectos a la par, del que podamos decir que no pasa de ser interesante y curiosa. Pero esperábamos más de ella y no nos lo ha ofrecido.
Silvia García Jerez