CONTRACCIONES
De curro, individualismo y control.
De teatro con Candela Peña y Pilar Castro.
Pilar Castro y Candela Peña se lanzan al escenario del teatro Pavón, para invitarnos a un viaje entre las paredes de una empresa cualquiera. Sobre un escenario minimalista y con una acertada música industrial, asistimos a una imparable rueda de reuniones entre jefa y empleada, a través de más de una docena de escenas que entran y salen de las obligaciones y derechos de un mundo laboral, tan reconocible como distópico.
Subiendo y bajando por los distintos cargos que desempeñan, Contracciones nos habla sobre el individualismo, el poder y la obediencia en esa vida laboralis que nos hemos creado, y por la que seriamos capaces de hacer casi cualquier cosa para mantener el puesto de trabajo.
Claro que por título y con dos mujeres en un cartel, la función podría remitirnos a la maternidad y a parir, cuando en realidad vemos al par de féminas desafiándonos desde su seriedad y uniformadas de oficina, estando una por encima de la otra, a punto de estrangularla.
La obra escrita por Mike Barlett y con la adaptación de Jorge Kent se acerca a las ideas de Huxley, pudiendo equipararse igualmente con The office y Black Mirror, al mostrarnos en catorce microfunciones, que no sketches, un doble parlamento entre emociones humanas y algoritmos corporativos.
Dirigida por Israel Solá, Contracciones cuenta con la escenografía de Alessio Meloni, la iluminación de Rodrigo Ortega y la creación musical de Guillem William, planteándonos “en un flash” cuál es el precio personal que hay que pagar por un sueldo fijo y por asumir el control, “que parece que en esta sociedad capitalista la única opción es pasar por el aro, siendo incapaces de imaginar lo contrario, de imaginarnos una sociedad más justa”, según Solá, quien gracias a su compañía La Calórica. también es el productor de este montaje.
Entre el suspense, el desconcierto y el drama, cada protagonista jugará sus cartas y estrategias como si de una partida de póker, o de ajedrez, se tratara. Pues resulta que ya no solo sirve lo de “ganarás el pan con el sudor de tu frente” y ahora, además, se computan las horas de sueño, los secretos, las intimidades y por supuesto, el miedo, mientras sobrevivimos por y para trabajar en una sociedad que encoge, contrae y constriñe, ocupando cada cual y cada vez, menos espacio… Y de ahí el nombre de la función, Contracciones; un término que al principio no convencía mucho al equipo porque “todas las traducciones quedaban feísimas”, suelta espontáneamente Candela Peña, mientras Pilar Castro confiesa entre risas que además “el autor tampoco nos dejaba cambiarlo”.
La Cronosfera estuvo durante la presentación decía función, que ya compartimos en redes sociales, charlando algo más con la pareja de estupendas actrices, quienes casi quitándose la palabra fueron desmenuzándonos este proyecto que surge por amistad, necesidad y ganas.
Pilar y Candela. Candela y Pilar. Ambas, bien conocidas por el cine y la televisión, y tan queridas como reconocidas por crítica y público, ya habían coincidido en un escenario con la adaptación de Los vecinos de arriba, de Cesc Gay, pero hacía mucho que querían hacer teatro juntas.
PILAR CASTRO: Yo quería hacer teatro. Y estaba con un monólogo para trabajar con una amiga.
CANDELA PEÑA: Estaba escribiéndolo, mientras trabajaba en una serie que le hizo replantearse muchas cosas. Yo, por entonces, estaba en la ruina negra. Y ¡menos mal que están las amigas como Pilar!, porque andaba muy equivocada con la idea de escribir, yo también, una función que se llamaba “La Problemática” y me encerraba en una jaula. Pero Pilar me dijo que no me liara y me recordó un texto que ella conocía, de cuando hacia Cronología de las bestias con Jorge Kent. Volví a leerlo y enseguida la llamé emocionada. Es el momento, le dije. Si consigo levantarlo, ¿te apuntas?, le pregunté. Y aquí estamos. Un sueño filipino, juntándonos además con la gente de este equipo, que es maravillosa, y contando con todo el apoyo del Pavón.
P. CASTRO: Es el momento. Y está la necesidad de contar esta historia. Además yo quiero que Candela haga teatro porque es una actriz con mucha energía, muy generosa, que tiene que poner todo su talento en el escenario. Hablamos de directores y teníamos claro que queríamos a alguien que no nos conociera trabajando. Y llegó Israel, quien te da la vuelta como un calcetín y hace cuestionarte mucho. Te hace estar en el oficio y eso es maravilloso. Nos hemos cuestionado tanto, hasta la saciedad…
C. PEÑA: Y seguimos, ¡estando a punto de estrenar! (risas). Pero Israel no nos ha permitido caer en ningún momento. Ni a los personajes, ¡siempre, arriba! No nos ha permitido deprimirnos, que es lo primero en lo que yo suelo caer, y eso no tiene precio.
La Cronosfera: Desde el principio, ¿quedó claro quién era quién? ¿Quién, La Jefa, y quién, Emma, la empleada?
C. PEÑA: Fíjate que queríamos rotar los roles,y cada día hacer una, un papel. Incluso, sin avisara al público. Pero yo venía de hacer de jueza-ejecutora y Pilar no había hecho ese tipo de personajes con autoridad. Además, está también esa imagen que la gente tiene de mí, que cree que no soy disciplinada ni bien mandada, pues aquí verán sumisión, y la supervivencia y dignidad del trabajador.
P. CASTRO: Ha sido un reto para las dos. Y como actrices nos ha venido muy bien. Cada escena comienza de la misma manera, y todas tienen inicio, conflicto y desenlace, lo cual es un lujo como actriz, pero algo dificilísimo porque tienes que pasar de cero a cien en todas las escenas…
C. PEÑA: Y no hay que buscar los porqués.
P. CASTRO: A punto de estrenar y aún tenemos el vértigo. Aunque la primera toma de contacto fue la semana pasada en Fuenlabrada, donde parece que se entendió y el público entró en nuestra visión, en nuestro viaje… Crucemos el océano y a ver qué pasa. Invitamos al público a que lo haga, porque de lo que estoy convencida es que vamos a disfrutarlo mucho.
Seguro. Y llegarán a buen puerto. Es un gran equipo y un buen trabajo.
Desde finales de enero hasta finales marzo, Contracciones estará en el Pavón, de jueves a sábado y a media tarde, “que es un horario muy europeo -como bien dice Candela, al acabar, siempre generosa-. “Así tienes tiempo para poder hacer después más cositas, o ver a la amiga Antonia San Juan, en la siguiente sesión del teatro.”
Ahí queda, doble recomendación. Sin embargo, comiencen siempre cuestionándose y por Contracciones, que así debe ser.
Mariló C. Calvo