VÍCTOR CLAVIJO: Hoy el abuso de poder sigue existiendo

Víctor Clavijo y F. Javier Gutiérrez en el cine donde tuvo lugar la entrevista

Víctor Clavijo y F. Javier Gutiérrez estrenan de nuevo película. Juntos. En 2008 fue 3 días, un thriller sobre el fin del mundo a causa de un meteorito que va a destruir la Tierra en el tiempo que marcaba el título, una especie de No mires arriba pero anterior, mejor hecha y sin una pizca de comedia. Entonces, produjo el proyecto Antonio Banderas, y ahora, La espera no tiene su apoyo, Antonio está centrado en su compañía teatral y ya no produce cine, pero ésta tiene la misma factura impecable que si el malagueño hubiera estado detrás.

Quien sí está presente, como hemos apuntado, es Víctor Clavijo, su intérprete de referencia: ‘Yo me inspiro con Víctor y lo tenía en mente desde el principio para la película. Me emocionaba pensando en el cambio que iba a dar del Víctor/ Álex de 3 días al Víctor que ahora sería Eladio. Conozco a Víctor y sé la capacidad de entrega que tiene. A otro tipo de actor no me hubiera atrevido a planteárselo.’

En efecto, La Cronosfera ha podido hablar con F. Javier Gutiérrez, Víctor Clavijo y también Ruth Díaz, su mujer en esta ficción, para que nos contaran lo complicado que ha sido para ellos este proyecto. Apasionante, pero muy extremo. Víctor quiso entrar incluso sin leer el guión, pero luego ya vio hasta qué punto era un reto: ‘Primero me llamó y me dijo: ‘Tenemos una película, ¿te embarcas?’ Y le dije: ‘Por supuesto.’ Le pregunté de qué iba pero no me lo dijo, simplemente me pasó el guión. ‘Rodamos en 3 ó 4 meses. Te paso el guión.’, me dijo. Y ya. Y aluciné con la historia pero me pregunté qué había visto Javi en mí para darme este personaje. Es de las cosas más alejadas a mí que se pueda uno imaginar. Un tío de campo, rural, analfabeto. Yo doy un rollo más cosmopolita, o urbanita, quizá. Y a nivel personal he estado en el campo tres veces en mi vida. Él tenía mucha más confianza en mí que yo mismo en mí. Tenía muy claro cómo llegar al personaje, que tenía que perder peso, que encontrar la voz. Y él tenía muy claro todo el diseño que lo iba a rodear.’

Y sí, en efecto, la voz de Víctor Clavijo cambia. Sus seguidores, tanto en sus trabajos como actor, como en sus redes sociales, saben que no sólo es bueno en la pantalla, también hace doblajes, en redes con vídeos que él mismo dobla, o en alguna película como profesional. Víctor y su voz maravillosa. Y aquí es otra. Preguntarle cómo la consiguió era algo obligado: ‘Primero había que lograr el acento. Yo soy andaluz pero nunca he tenido un acento tan cerrado. De hecho, mi acento andaluz ha desaparecido tanto que me cuesta actuar en andaluz. Y queríamos algo creíble, que no sonara cateto, algo neutro. Y a pesar de eso, Javi oía a Víctor, no al personaje. Y después lo entendí. Porque mis inflexiones vocales son las de una persona que está acostumbrada a expresarse oralmente y Eladio no lo está. Javi quería que sonara áspero, seco, grave. Y encontré esta voz más profunda, una voz que además tuviera una explicación con respecto al personaje.’

Ruth Díaz en la sala del cine en la que tuvo lugar la entrevista

La espera es un thriller rural en el que caciquismo está muy presente. No es Los santos inocentes, pero ese aspecto opresivo de lugareños sometidos al poder es parte de lo que la película cuenta. Quisimos preguntarles a los tres si no hemos cambiado nada respecto a aquellos tiempos. Y cada uno lo razona de una manera para llegar a esa misma conclusión: ‘Sigue siendo la misma, en diferentes épocas’, afirma F. Javier Gutiérrez, y añade que ‘ la película transcurre en los 70 pero no está especialmente enmarcada porque yo creo que es un tema universal que hoy continúa. No sé si en el campo pero en la propia oficina. Son comportamientos que hay que corregir que se arrastran desde la Edad Media.’

Víctor Clavijo está de acuerdo, y lo matiza: ‘Es verdad que los tiempos han cambiado, por supuesto. Los modos no son los de los señoritos de entonces, pero todavía hay gente que trabaja en el campo y todavía hay capataces y seguramente hay ese clasismo y esa obediencia al cacique y ese abuso del poder del cacique, que sabe que lo tiene, hacia la servidumbre. A lo mejor hoy es de una manera más vedada, pero está en los contratos basura que se le hacen a la gente. Pero en esa época era mucho más obvio. Al señorito no se le discutía. Y eso hace que la película se entienda en cualquier parte del mundo.’

Por último, le llega el turno a Ruth Díaz: ‘No hemos cambiado nada. Realmente la película retrata la sociedad en aquella época en Andalucía, pero no es muy distinto a ahora. En esa época las clases sociales estaban muy diferenciadas y el cacique tenía una supremacía absoluta sobre el pobre trabajador, eran como unas marionetas, que es lo que cuenta la película. Pero es que ahora mismo también somos las marionetas del poder. No ha cambiado nada en ese sentido, metafóricamente hablando.’

Silvia García Jerez

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