SIN SEÑAS PARTICULARES: Guerra sin tregua
¡Guerra, guerra sin tregua al que intente de la patria manchar los blasones! Eso clama una estrofa del himno nacional mexicano. Un blasón que no podría estar más sucio. Nuevamente el narcoestado queda retratado, pero esta vez se centra, más que nunca, en las consecuencias que tiene para sus habitantes, mejor dicho: víctimas.
Lo mejor de Sin señas particulares es que no hace distinciones. La realidad es que allí muy pocos se libran de la violencia, da igual a que extracto social pertenezcas. Todo un país está condenado por un libertinaje salvaje. Como bien muestran sus tramas secundarias: Granjeros, médicos, funcionarios… todos pueden llegar a ser objetivos del narco.
Un problema habitual en México, la identificación de un ser querido, lleva a nuestra protagonista a conocer personas en su misma situación. La mayoría, con rol de heraldo, le ayudaran a emprender la búsqueda de su hijo, un adolescente desaparecido justo antes cruzar la frontera. Un deseo no compartido, llegar a EEUU, pero respetado por la progenitora, que se puede extrapolar a cualquier familia mexicana. Justo aquí encontramos el segundo tema en discordia: la inmigración. Nuestra protagonista se cruzará con un inmigrante deportado que de vuelta a casa tras varios años residiendo de forma ilegal en EEUU. En esta odisea, sin embargo, todo lo que queda de su hogar es un páramo, un pueblo en descomposición supeditado a un cártel. Después llegará el final sorprendente, pero inevitable, de una realidad cada vez menos pasmosa.
En definitiva, una película notable que tiene la habilidad de saber que todo lo que se cuenta bien, de nuevo, es otra historia. No me sorprende la acogida del film en festivales tan variopintos y reconocidos como Sundance, San Sebastián o Moriela, uno de los festivales más importantes de Latinoamérica donde se alzó con el premio a la mejor película, entre otros galardones. Sin duda una apuesta segura para disfrutar y hacer pensar sobre la suerte que tenemos los que aquí residimos.
Guillermo Asenjo Lara