READY PLAYER ONE: Comienza el juego

RPO- Ready Player One

‘La gente entra en Oasis por todo lo que puede hacer, y se queda por todo lo que puede llegar a ser’ 

Este Oasis nos sitúa en un futuro próximo (2045) y en un mundo lleno de oportunidades para tod@s, que parece heredar el eslogan actual y omnipresente de nada es imposible para nadie. 
Pero lo cierto es que ese vitalismo de todo es posible difiere mucho en la realidad, mientras que todo lo que ocurre en Oasis es verdadero, aún siendo un fascinante juego virtual cargado de referencias cinematográficas y cultura pop.
Con una premisa así y una población hacinada en caravanas formando torres para alcanzar una mejor conexión, enganchándose a lo virtual para no enfrentarse a lo real, bien podría tratarse de un film filosófico, pero Ready Player One llega a través de la mirada de Steven Spielberg apostando por lo lúdico y adentrándonos en un auténtico videojuego que además de convencer a los clásicos jugadores de Atari, conmocionará a los gamers de hoy en día. 

En un intento de recuperar ese espíritu ochentero que ya no es nostalgia sino tendencia, Ready Player One: comienza el juego discurre entre hits musicales, avatares y batallas por el valor de la amistad y el derecho al conocimiento para tod@s, actualizando el placer de jugar y aquello de ‘lo importante es participar’ aún por el premio de un simple Huevo de Pascua (y así, su estreno en Semana Santa), en un resultado final de un sólo ganador que implica a todo un mundo.

A jugaaaaar

Basada en la novela homónima de Ernest Cline, plagada de un potente imaginario pop para una sociedad ya monopolizada por las grandes corporaciones de realidad virtual, los peligros del abuso de las nuevas tecnologías eran igualmente tratados entre guiños a los Monty Python, Godzilla y el propio Spielberg, imposible de obviar en esa memoria colectiva, adelantándose a toda esa ciencia ficción; quien huye tanto del homenaje personal en su adaptación cinematográfica, como de plantearnos la cuestión de si estamos preparados para tanto juego.
Al fin y al cabo, la revolución será televisada y el ocio moverá el mundo, mientras Spielberg es el rey midas del entretenimiento y Ready Player One es la experiencia plena de un cine-juego nunca visto.

RPO mezcla humor, romance y hasta terror, rememorando el estilo de esos videojuegos que gustaban a los raritos y empollones de la clase, y de esas películas juveniles como El club de los cinco y Todo en un día -con esas míticas pellas de F. Bueller y ese castigo de instituto en fin de semana, que en EEUU son casi una religión-.

RPO es diversión made in USA. Y aunque yankiland hace tiempo que es global y made in China, creando clones de lo que antaño fue cultura popular, todo vale en este juego y todo funciona.
Y no todo huele a los ’80; la rebelión del futuro esta liderada por una chica -como buena actualización del presente feminista-, y los efectos especiales -ese gran recurso en este tipo cine- están medidos y cuidados entre lo retro y la novedad, sin ser estridentes ni apabullar… Hasta la batalla final, que es para auténticos jugadores.
No obstante, no hace falta ser un experto en consolas ni en sus tecnicismos y si no distingue entre frikis, nerds y gamers no es tan grave, porque sólo ver a Hello Kitty contra Freddy Krueger quita cualquier duda de la cabeza.
Y quien no conozca algunos de esos remakes tampoco importa. Sigue entreteniendo. Siga jugando…

Se disfruta más del mundo en Oasis que del real con sus vecinos conectados non-stop, a sus gafas 3D. Y el resultado es una experiencia incluso más realista, que la misma vista subjetiva desde un simulador, consiguiendo emocionar mayoritariamente a esas nuevas generaciones acostumbradas a hologramas, llaves flotantes y saltos para pasar de pantalla, o ganar puntos extra.

No busquen el espíritu de Stranger Things ni la reflexión de Black Mirror, pero si ven RPO se quedarán fascinados con algunas de sus secuencias; como ese baile-disco que siendo un cliché, asombra nuevamente en su versión virtual, o la típica competición de bólidos pero con el DeLorean de Regreso al futuro junto a la moto de Akira.
Y sobre todo, alucinarán, con la magistral recreación del apartado hotel de El resplandor (que si existiera, ya estaría ahí jugando)

Ready Player One

Queda también en la retina; esa biblioteca de recuerdos del creador de Oasis, con toda su vida grabada, preservando las memorias del futuro como auténtica máquina del tiempo (conviviendo con el holograma de su propia niñez), y esos trajes necesarios para sentir al avatar con esa sensacional segunda piel, reptiliana y tatuada (que da ganas de llevarse en la actualidad, cual complemento de moda).

Ready Player One

Son tiempos increíbles y el juego ha comenzado… Sin saber que tu mejor amigo en la red podría ser un tipo mayor, a miles de kilómetros, que se ha arruinado por las actualizaciones de la app. O un pre-adolescente asiático que ni ha cumplido la edad recomendada para usar esas gafas de ficticia realidad.

¡Pero empecemos ya! ¿Preparados, listos?
¡A jugaaar!

Recomendando igualmente la moraleja final de RPO, animando a descansar de lo virtual, de tanto en tanto, para poder dar el salto al mundo real y lanzarse a hablar a los contactos más cercanos, cara a cara, o al menos, por video-llamada online.

 

Mariló C. Calvo

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