POBRE DIABLO: Destruir el mundo animadamente
Pobre Diablo es una miniserie de 8 capítulos, de una media de 20 minutos de duración cada uno de ellos, que en clave de animación nos cuenta la historia de Stan, un joven que parece ser uno más pero que en realidad es el hijo del Anticristo, quien lo envía a la Tierra cuando su pequeño cumple 18 años con el fin de que desate el Apocalipsis y acabe con la humanidad. Cumplir la mayoría de edad para esto…
Lo malo es que Stan no quiere llevar a cabo lo que tiene encomendado. De hecho, no alberga ningún sentimiento negativo dentro de él, es más, lo único que ansía es ser actor de musicales y pretende empezar a conseguirlo yendo a castings donde pueda dar a conocer su talento. Mientras, la familia presiona, sobre todo su hermana, que es todo lo contario a él.
Pobre Diablo está creada por Miguel Esteban, Joaquín Reyes y Ernesto Sevilla, quienes ya trabajaron juntos en la serie Crimen se escribe con ‘C’, para Movistar+. En este caso podemos disfrutar ya de Pobre Diablo en HBO Max, y, de nuevo en este caso, la serie no es de imagen real como aquella, sino del tipo de animación que ya conocemos suele desarrollar Joaquín, alma creadora de personajes como Doctor Alce, Super Ñoño o Enjuto Mojamuto, dibujos en 2D con el humor negro, a la par que surrealista, que caracteriza a la pandilla de cómicos albaceteña.
Porque no toda la animación es para niños, que es el estereotipo que se ha creado en la sociedad, sobre todo a raíz de que Disney sea la marca más identificativa del género. Pero hay mucha animación para adultos, sobre todo en televisión, donde el 2D sigue primando, y Joaquín Reyes y Ernesto Sevilla son unos pioneros a la hora de generar historias adultas, muy gamberras y muy salvajes, dentro de la animación en España.
Porque Los Simpson, Padre de familia, South Park, Rick y Morty y unos cuantos títulos más que son series de culto para muchos espectadores, ya llevan décadas entre nosotros, pero aquí faltaba una serie irreverente con personajes entrañables para ir abriendo el mercado de lo más bizarro del género, dicho sea con todo el cariño y la máxima admiración. Sí, hay que abrir camino para este tipo de producciones y no se me ocurre mejor equipo para conseguirlo que el que ellos llevan tiempo formando.
Personajes entrañables de entre quienes sobresale Mefisto, el gato negro y satánico al que presta su voz Ernesto Sevilla, toda una genialidad llena de personalidad y de talento. Mefisto es alcohólico, drogadicto y cabezón. Parece un pasota pero domina las reglas del inframundo como el ser satánico que es. Un personaje ya mítico dentro del universo de quienes crearan Muchachada Nui.
8 capítulos en los que también intervino Verónica Forqué. La madre de Stan, a quien pone voz Joaquín Reyes, el protagonista, el jovencito que no quiere aniquilar a la humanidad. Su madre, Rose, fue Verónica. Por cuatro episodios. Los que le dio tiempo a grabar antes de morir. El equipo tenía previsto darle más presencia y tuvo que reescribir los episodios para eliminarla, porque no querían que nadie más retomara su personaje. La serie está dedicada a ella y es una gozada escucharla en el dibujo que tanto se le parece. Un trabajo que vemos de manera póstuma y con el que es bonito recordar a la gran actriz que Verónica fue.
Pobre Diablo es una serie muy divertida, que se ve con rapidez y con enorme placer. Sobre todo quienes disfruten del humor salvaje, porque es muy bestia. Que nadie piense que por tratarse de una historia de animación va a ser más ligerita. No, el protagonista es el hijo del Demonio y sus personajes son acorde a la maldad que se espera de su entorno. Aquí, menos Stan, que no quiere hacer nada malo, sino ser actor de musicales, quienes lo rodean ni piensan ni hacen ni dicen nada bueno. Dentro de los estándares de pulcritud de la sociedad, se entiende. Aquí hemos venido a ver cómo los personajes hacen el gamberro y nos llevamos una buena dosis de burradas en cada capítulo.
Qué bonito sería poder ver una continuación de la historia en una segunda temporada. Eso significaría que los espectadores aceptamos con naturalidad que la animación puede ser todo lo salvaje que pida el proyecto y que nos hemos encariñado con los estupendos personajes que aquí se nos presentan. Nuevas historias de Stan con Mefisto sería algo que quienes nos hemos rendido a Pobre Diablo querríamos poder ver. Esperemos que HBO Max las haga realidad.
Silvia García Jerez