LAND OF MINE: el conflicto después de la guerra
Land of mine (Bajo la arena) cuenta la historia real de lo sucedido en Dinamarca una vez lograda la rendicón alemana: jóvenes procedentes del país que pretendía ser invasor se ven obligados a rastrear primero y desactivar después las minas anti persona enterradas, por ellos mismos, los soldados de su nacionalidad, bajo la arena de sus playas.
Los protagonistas de Land of mine (Bajo la arena) son jóvenes, muchos de ellos adolescentes, casi niños, que no han visto una mina en su vida y que deben recibir formación acerca de cómo desactivarlas.
Chiquillos muertos de miedo trabajando ante la supervisión del Sargento Carl Rasmussen (Roland Moller), un hombre de hierro que no tiene contemplaciones ante chicos alemanes por el hecho de ser alemanes y pertenecer a la nacionalidad de quienes han dañado tanto a su país.
Pero la convivencia en la costa, a la que no les queda más remedio que someterse, va agrietando las estiradas costuras. Los chicos se ponen enfermos, la comida no es suficiente para el trabajo que realizan, para la concentranción con la que tienen que mantenerse y tal circunstancia llevará a su Sargento a plantearse la rigidez del día a día, para desesperación de sus superiores, que no ven de manera positiva ningún cambio de comportamiento.
Land of mine (Bajo la arena) es un film sobrecogedor por su temática y por la forma que tiene de mostrar el horror de la guerra aún depués de que ésta haya concluido. Bombas que explotan porque esa es su naturaleza y si no tienes cuidado con ellas te las encuentras, momentos en los que parece que todo va bien pero donde la realidad te demuestra que no tanto…
Su director, Martin Zandvliet, nos sumerge con contundencia en un espacio que aunque situado al aire libre, como es la playa de Dinamarca, resulta ser más agobiante que una película rodada en una catacumba. Nunca sabes lo que puede pasar a continuación. La vida, al igual que en la guerra, pende de un hilo.
Pero Land of mine (Bajo la arena) no se limita a mostrar la parte bélica de lo sucedido. También es un film profundamente humano lleno de bellísimos momentos en los que la alegría y el buen humor se superponen a todo lo demás. El conflicto queda entonces por detrás, siempre presente pero ya no aprieta tanto. Hasta que vuelva a hacerlo. Las minas no perdonan.
Land of Mine (Bajo la arena) estuvo este mismo año nominada al Oscar a la mejor película de habla no inglesa representando a Dinamarca. No pudo ganar, venció la extraordianria El viajante, pero era una gran competidora y si se hubiera alzado con la estatuilla no habría habido nada que reprocharle a la Academia. Porque a fabulosa pocas le ganan, aunque alguna lo haya hecho.
Silvia García Jerez