JORGE DORADO: Estoy encantado de haber cerrado ‘El Ministerio del Tiempo’
El Ministerio del Tiempo ha hecho Historia, nunca mejor dicho, y Jorge Dorado es, en gran parte, responsable de que así haya sido.
Porque la serie de TVE, en la que la Patrulla que viaja al pasado de España para que éste no cambie, ha tenido, a lo largo de sus 4 temporadas, episodios en los que la batuta ha estado en manos de diversos directores, y Jorge Dorado, nominado al Goya al mejor director novel por Mindscape, no solo ha logrado algunos de los hitos más grandes de este tan peculiar Ministerio (recordemos el capítulo en el que Angustias (Francesca Piñón) canta el Adeste Fideles) sino que además ha tenido el privilegio de encargarse de su final, del que lleva por título ‘Días de futuro pasado’.
Francesca Piñón nos habló maravillas de Jorge Dorado cuando tuvimos ocasión de entrevistarla. Sus palabras rebosaban cariño hacia el director, y lo cierto es que, ahora que hemos podido charlar nosotros con él, hemos comprobado hasta qué punto es no sólo un director afable y entregado a los actores sino que además tiene muy claro lo que quiere, mezcla esta que a los intérpretes no les pasa desapercibida y por eso deja en ellos tan buen recuerdo.

En esta entrevista concedida a La Cronosfera, que encontraréis a continuación, en el vídeo que está en este mismo artículo, Jorge Dorado nos relata el proceso de selección de directores en la serie y cómo The Head lo ha obligado a encargarse del último episodio sin más discusión.
También hablamos sobre la escena en el convento que homenajea a Los Intocables de Elliot Ness y su desglose para poder rodarla con la misma maestría con la que Brian de Palma recreó la escena de la Escalinata de Odessa de El Acorazado Potemkin, del ruso Sergei M. Eisenstein, en la que ya De Palma se basó para su mítica escena.
Y cómo no, en el siguiente vídeo hablamos también de humor, del futuro en el que Bertín Osborne es presidente de España y sus consecuencias de que lo sea, sin olvidarnos de una de las secuencias cumbre de la serie: aquella en la que Jaime Blanch, metido en la piel de Salvador, llora al recordar el acto terrible que tuvo que realizar para salvar al Ministerio… y al mundo.
Un sensacional trabajo en equipo, de actor pero también de director, en el que si el director no mantiene la atmósfera en el plató y la confianza en ese genial Jaime Blanch que no puede evitar llorar, sin un director detrás que sepa manejar una situación tan delicada, no tendríamos ese momento que ya es historia de la televisión.
Y Jorge nos ofrece una entrevista sincera y llena de detalles bonitos y curiosos que harán las delicias de los amantes de una serie que ya ha llegado a su fin. Aunque los Ministéricos siempre pidamos una temporada más.
Silvia García Jerez