CHEMA GARCÍA IBARRA: La televisión pública debe apoyar las propuestas frescas
Chema García Ibarra estrena en cines la película más esperada del momento en lo que a producciones independientes se refiere. Espíritu Sagrado es un ejercicio de cine creativo, valiente, divertido y estremecedor, todo a la vez en una misma obra que no deja indiferente a nadie… por lo diferente que es. Un acercamiento en clave de ficción a la ciencia ficción más mundana posible que no ha parado de conquistar a los espectadores que se han acercado a ella. Hemos hablado con su director para conocer los entresijos de un proyecto que fue complicado ya desde sus primeros pasos, pero cuyo resultado cada día suma más adeptos.
La Cronosfera: Aún no se ha estrenado la película y ya, con las reacciones que está provocando por su paso por festivales como el de Sevilla o Locarno, se está convirtiendo en una película de culto, ¿cómo te hace sentir esto? ¿Esperabas una reacción así?
Chema García Ibarra: Veo todo este proceso con curiosidad y alegría. Me llegan muchos mensajes y comentarios, pero no sé hasta qué punto nos rodeamos de personas afines, que pueden dar una sensación de realidad que no se corresponda con ‘lo verdaderamente real’… En resumen: que estoy feliz.
La Cronosfera: ¿De dónde viene tu interés por los temas paranormales?
Chema García Ibarra: De mi interés por la ciencia ficción. Encuentro en esos temas una especie de ‘ciencia ficción real’, algo que forma parte de nuestro día a día, que no está dentro de un libro o de una película. Además, soy muy escéptico y por eso me interesa entender por qué hay gente desesperada por creer.
La Cronosfera: ¿Existen asociaciones como OVNI Levante por España o te la has inventado para que todo tenga sentido en la película?
Chema García Ibarra: Existieron muchas en otra época, quizá no tantas en la actualidad. Hay mucha información en un libro extraordinario titulado ‘Entre ufólogos, creyentes y contactados’, del sociólogo Ignacio Cabria, que recomiendo fuertemente.
La Cronosfera: El tramo final ha desatado la euforia entre quienes hemos podido ver la película, y no es para menos. ¿La idea del proyecto nace de ahí y luego le vas dando forma al resto o se te ocurrió de manera lineal?
Chema García Ibarra: Desde el principio estaba esa idea, de una película que poco a poco se va transformando en otra. Hubo un trabajo demencial en la escritura del guion. Me daba la sensación de que toda la estructura estaba sujeta por unos hilos finísimos que se iban a romper en la página siguiente. ¡La escritura fue una época muy tensa!
La Cronosfera: Me encanta la niña protagonista, es la viva imagen de la naturalidad, diciendo frases como ‘me apetece tanto como comerme una mierda vomitada’, es sensacional, ¿cómo la encontraste?
Chema García Ibarra: ¡Llum Arqués es un descubrimiento! Tiene una mirada limpísima y mucha inteligencia. Su familia la apuntó al casting específico que hicimos para buscar niñas de su edad. De mayor quiere ser directora de cine, así que quería participar en un rodaje para ver cómo era. Su intención es dirigir algún día una película de Piratas del Caribe únicamente con piratas mujeres. Tuve la suerte de trabajar con Cendrine Lapuyade como directora de casting y con Laia Ricart como coach de actuación para ella.
La Cronosfera: ¿Cuánto hay de improvisación en el montaje final? ¿Cuánto de encontrarte con una situación que te valiera para la película?
Chema García Ibarra: La improvisación tenía unos anclajes muy fijados en el sentido final de la secuencia. Intenté que las personas que interpretan los papeles utilizaran sus propias palabras y expresiones y se tomaran sus tiempos para hablar o moverse. Esto le da a la película, que es totalmente de ficción, una especie de pátina documental aplicada sobre la pantalla.
La Cronosfera: El humor es muy surrealista, nace de situaciones de lo más increíbles, de reacciones a lo que está ocurriendo, ¿cómo lo vivisteis en el rodaje? ¿Hubo también risas en el equipo y con los actores?
Chema García Ibarra: ¡Hubo, sí! Teniendo en cuenta lo complicado que resulta hacer una película, hay que sumar que se rodó durante un momento complicado de la pandemia. Pero aún así estoy contento de que fuera una experiencia extraordinaria para los actores, lo disfrutaron mucho.
La Cronosfera: Otra cosa que me gusta mucho es el objeto identificativo, la mochila, que también está en el cartel, ¿de dónde la sacaste?
Chema García Ibarra: El diseño de producción de la película, que incluye la dirección artística, es de Leonor Díaz. Ella tuvo la feliz idea de replicar con forma de mochila un meme de internet. Fabricó un prototipo y encargó varias a una costurera profesional de Elche. Trabajando con Leonor estoy muy cómodo porque sé que me va a garantizar un flujo extraordinario de ideas locas.
La Cronosfera: El tema de ‘Sacred Spirit’ suena en un momento apoteósico de la película, imagino que era algo que no podía faltar, dándole también título a la película. Imagino que no es casualidad.
Chema García Ibarra: Efectivamente, esa canción estuvo ahí desde casi el principio de la escritura del guion y siempre se vinculó al título de la película. Tuve la suerte de trabajar con unos fantásticos productores que se esforzaron mucho en conseguir los derechos de toda la música que suena. Creo que los trámites para conseguir esa canción fueron literalmente los primeros que se hicieron el primer día de la preproducción, era importantísimo conseguirla.
La Cronosfera: El cine independiente nos está dando muchas alegrías este año: ‘Un efecto óptico’, ‘El vientre del mar’, ‘Seis días corrientes’ o tu propia película son hallazgos apabullantes, ¿crees que hay una tendencia a una mayor libertad creativa en el cine, por parte de autores y productores, o es algo que siempre ha sido así y unos años tiene más visibilidad y otros menos?
Chema García Ibarra: Creo que ha estado ahí siempre, y de vez en cuando se da una conjunción astral que permite que alguien disponga de mayor presupuesto o visibilidad y de alguna manera ‘emerja’ momentáneamente desde el ‘underground’. La labor del Icaa en los últimos años, con la incorporación de las ayudas específicas a proyectos experimentales, ha ayudado mucho. El apoyo institucional es básico, además del de la televisión pública, que debe tener como parte importante de su labor como servicio público el identificar y apoyar las propuestas frescas y las voces nuevas.
Silvia García Jerez