EVA LIBERTAD: El público oyente se está acercando al mundo sordo de otra manera tras ver la película
Eva Libertad acaba de estrenar Sorda en los cines españoles tras pasar, y con buena nota, por los festivales de Berlín, en la sección Panorama, y de Málaga, en la sección Oficial a concurso y traerse varios premios de ambos certámenes, entre ellos el Premio del Público en el primero y la Biznaga de Oro en el segundo, el más importante de todos los que pueden ganarse en el festival español. Hablamos con ella con motivo de su estreno, el día 4 de abril, en las salas comerciales de nuestro país, y lo cierto es que nos contó cosas muy curiosas de un rodaje del que ha resultado una película preciosa.
La Cronosfera: ¿Fue fácil convertir el corto en largometraje?
Eva Libertad: No ha sido un proyecto muy complicado de levantar. En comparación con otros de otras compañeras que veo, he tenido bastante suerte. Para mí ha sido un viaje completamente diferente. El corto fue una pieza en sí misma y con el largo ya teníamos ese precedente, pero para mí también fue un viaje diferente. Sí que tenía ganas de ver esos miedos, que sólo están planteados en el corto, como es el cómo será ser madre sorda en una sociedad oyente. La idea era ver qué pasaba, si esos miedos se materializaban. Pero esa era la excusa para lo que a mí me interesaba, que era exponer las diferencias entre el mundo oyente y el mundo sordo. Eso era lo que a mí me apetecía. Hablar de pareja, de familiares, hablar de maternidad y hablar de ese vínculo. Y a nivel de producción tampoco ha sido un proyecto con muchas dificultades, ha sido bastante fluido y rápido.
La Cronosfera: Ahora que hablas del mundo oyente y el mundo sordo, ¿se ha acercado a vosotros algún espectador para comentaros diferencias que haya visto en la película entre ambos mundos que no hubiera pensado previamente a ver vuestra película que existieran?
Eva Libertad: Nos dicen: ‘Nunca me había dado cuenta de que esto estaba sucediendo’. El impacto que recibimos del público oyente es algo que sobrepasa la idea que teníamos. Me da mucho gusto comprobar cómo el público oyente traduce ese impacto en enormes ganas de acercarse al mundo sordo de otra manera. Quieren saber más y ponerse manos a la obra. No conocen esa discapacidad y cuando se la pones de frente se dan cuenta de que viven de espaldas a ella. Y eso es muy bonito y da mucho subidón de especie, porque al final somos seres empáticos e inteligentes y estamos deseando saber de otras condiciones del ser humano.
La Cronosfera: El protagonista del corto es diferente al de la película, ¿cómo os decidisteis en esta ocasión por Álvaro Cervantes?
Eva Libertad: Álvaro entró un año antes del rodaje al proyecto. Sólo lo vimos a él. Le hicimos una prueba con Miriam, estuvimos una tarde entera improvisando. Yo quería ver cómo se entendían, y fue muy divertido y muy bonito porque Álvaro pasó por lo que también pasa Héctor, su personaje, cuando conoció a Ángela. Les llevamos unos audífonos y unos auriculares de vacío para él, para que él se sintiese más cerca de Miriam sensorialmente, e improvisamos parte del vínculo entre los dos, cómo se conocieron… Y también hicimos con él una escena, una separata, y cuando terminó ese encuentro ya estaba claro que el actor era él.
La Cronosfera: ¿Cómo ha sido trabajar con los bebés? Lo pregunto en plural porque seguro que hubo varios de las edades que aparecen en la película.
Eva Libertad: Ha sido lo más difícil. Ha sido algo muy bonito pero, para mí, lo más difícil. Tuvimos siete bebés pero en realidad 4, porque teníamos los cuatro que salían y los otros por si acaso. Porque si alguno se pone malo no puedes parar el rodaje. Y necesitábamos ayuda porque ellas mandaban. Si tenía que llorar en la escena, teníamos que esperar a que llorase, y si no, teníamos que esperar a que se calmase. Pero también nos dieron momentos muy bonitos. Luego, con la bebé más adulta, la Ona de un año, Daniela, era una niña muy expresiva pero también con mucho carácter, y, al final, ella detectaba que ‘Motor, acción’ era igual a ‘Vamos a trabajar’ y ella entonces pasaba. Tuvimos que inventar estrategias. Recuerdo que ‘Motor’ se convirtió en ‘Yogur’ y ‘Acción’ en ‘Gusanitos’. Y todo el tiempo era inventar recursos nuevos para que la niña trabajase, y todo el equipo acabó cantando La vaca Lola, Bartolito y haciéndole Beatbox a Daniela… La verdad es que fue un equipo súper generoso y entregado a la película.
AVISO SPOILER
A continuación, acabamos con una pregunta que decidimos hacerle a Eva Libertad porque consideramos que es básica para la historia, y por la curiosidad que despierta saber por qué decidieron hacer eso. Una pregunta que no pensábamos incluir en la entrevista porque es un spoiler dentro del relato y queremos que los lectores puedan vivir la experiencia de la película al completo sin información adicional que pueda lastrar el verla con ojos fascinados.
Pero como Eva, en su respuesta, nos dijo cosas muy interesantes y, además nos dio permiso para publicarla avisando de que iba a ser spoiler, lo hacemos.
Por lo tanto, si no has visto aún Sorda y no quieres seguir leyendo, te invitamos a que vuelvas a la entrevista en otro momento para descubrir los secretos que hay tras el momento al que nos referimos en la siguiente pregunta.
La Cronosfera: Hay un momento en el que el sonido se atenúa, ¿por qué y cuándo decidís utilizar este recurso?
Eva Libertad: Eso ya estaba decidido desde el guión. Porque esta película era muy tentadora para hacer virguerías con el sonido, para dirigir al público a través del sonido. Le di muchas vueltas hasta que surgió esta posibilidad: estar toda la película cerca de Ángela pero en ese momento pasar a estar dentro de ella. Luego también hay muchas decisiones sonoras y el sonido, aunque parezca que no, está muy retocado. Cómo se oye a la comunidad sorda, esos momentos en los que están los amigos juntos… Yo quería que se les escuchase muy bien para que se tuviera claro cómo se les oye, porque la comunidad sorda es sonora, no es silencio, en absoluto. También hay todo un arco sonoro en Héctor, que empieza susurrando y termina gritando. O en Ángela, que empieza usando muy poquito la voz y acaba usándola más. Todos los recursos sonoros están muy medidos y muy trabajados en la película.
Silvia García Jerez