ENRIC AUQUER: Este año lo he vivido intenso, raro y bonito

Enric Auquer es el actor del momento. Ganó el Goya al mejor actor revelación por su extraordinario trabajo en Quien a hierro mata y se hizo también con el Premio Feroz al mejor actor de reparto por la cinta de Paco Plaza, y en la misma gala de estos premios con el de mejor actor de reparto por la serie Vida perfecta, de Leticia Dolera.

Un año vertiginoso del que nos habla en esta entrevista que le hacemos por videollamada, debido al Estado de Alerta que no nos permite hacerlo de otra forma, en La Cronosfera, con motivo del estreno, el día 8 de abril, de otra serie, en este caso La línea invisible, en la que interpreta a José Antonio Etxebarrieta, hermano del auténtico protagonista de los 6 capítulos que la componen, Txabi Etxebarrieta, al que da vida el actor Álex Monner.

La serie, dirigida por Mariano Barroso, en la que es su segunda incursión en este formato narrativo televisivo para Movistar+, tras la estupenda El día de mañana, basada en la novela de Ignacio Martínez de Pisón, cuenta en este caso la historia real de cómo la banda terrorista ETA, en sus inicios en los años 60, cruzó la línea invisible del título para pasarse a la lucha armada.

ENRIC AUQUER - La línea invisible
Cartel de LA LÍNEA INVISIBLE

La Cronosfera: ¿Cómo entraste en el proyecto y qué te hizo decir que sí a rodar la serie?

Enric Auquer: Álex Monner y yo somos súper amigos, vivíamos juntos, él es el padrino de mi hija, es como mi hermano pequeño, realmente, y yo sabía de la existencia de este proyecto y luché mucho para hacer este casting. Porque cuando empezó todo esto no se había presentado aún ni Quien a hierro mata ni Vida perfecta ni nada de todo esto que luego me ha catapultado hacia los premios. Yo era un absoluto desconocido.

Hice los castings y llegué a la fase final y quedamos dos personas más y yo, y yo creo que ahí Álex le dijo a Mariano que para hacer de su hermano mayor no había nadie mejor que yo. A nivel de conexión entre los dos, porque como que ya somos como hermanos. Y en ese momento estaba deseando trabajar de lo que fuera.

Escogí el proyecto pero no lo escogí, porque yo básicamente quería trabajar. Luego tuve la suerte de que era un proyecto como muy goloso y que era interesante. Era un proyecto en que me apetecía trabajar, tenía un elenco increíble y una historia de la cual aprender muchísimo. E ir al País Vasco también me apetecía mucho, irme allí a vivir y a conocerlo mejor.

La Cronosfera: O sea, que en ningún momento te dio miedo el tema.

Enric Auquer:  No, para nada. Bueno, sí que recuerdo que había algo de respeto, ¿no? De respeto porque es un tema sensible al respecto de cómo se lo pueden tomar las partes, pero al final relativizas muchísimo, porque estás explicando una historia, y ya está.

La Cronosfera: Llama la atención los momentos en los que José Antonio mira con devoción a su hermano. Las palabras de aliento que le dirige, cómo se da cuenta de que él va a ser el líder que los demás, que sobre todo él, no ha podido ser. ¿Temes que haya quien afirme que eso es humanizar a los terroristas, como ha pasado con otras películas antes?

Enric Auquer: Encuentro que es muy cruel hacer esta frase. ‘Humanizar a los terroristas’. Son humanos todos. Todos los terroristas y todas las personas somos humanas y creo que todas las personas tienen humanidad dentro y creo que justamente José Antonio y Txabi Etxebarrieta son dos personas muy humanas. Simplemente tenían una causa por la que luchar.

También vamos a ver Patria y creo que los dos contenidos son muy distintos. Creo que el inicio, la Quinta Asamblea de ETA, cuando se militarizó en el 68, es muy distinto de la ETA de los 80 y los 90. Son dos ETA que no tienen nada que ver. Una estaba en una España preconstitucional en medio de una dictadura, eran unos chavales con la herencia de Sabino Arana y de todo el clero vasco y que realmente eran unos idealistas antifascistas y muy jóvenes.

Me refiero a que yo nunca justificaré la muerte por ideología. Y menos en el contexto en el que yo vivo, en plena democracia y en cómo me han educado. Creo que el terrorismo, el matar por ideas políticas es fascismo puro y duro. También quiero decir que me imagino el momento de ser un joven de 20 ó 25 años en Euskadi en un momento en el que venían de dos guerras mundiales, una guerra civil española, con la herencia carlista del País Vasco, donde la cosa bélica estaba muy arraigada. También, aparte de España viviendo en represión había ejemplos revolucionarios en el mundo como Argelia o Cuba, que al final eran espejos donde se miraban, donde la lucha armada era una lucha lícita más. Con esto quiero decir que no soy nadie para juzgar a estos chavales y decir que lo hicieron mal o lo hicieron bien. Me falta información. Porque es la historia, pero la historia se cuenta ‘queridamente’ contada. Nadie sabe cómo era la historia. Y luego hay relatos que al fin y al cabo son relatos voluntarios. Yo intento no tomar mucho partido.

También podría salir la otra parte diciendo que se blanquea muchísimo a Melitón Manzanas y que el fascismo también está blanqueado en esta serie. Es un tema que se abre para hablar de ello. Quiero decir, que si las dos partes, los dos rincones de opositores ideológicos se cabrearan es que algo estamos haciendo bien. Cuando el río suena, agua lleva.

Creo que es más complicado poder hablar desde el sitio donde habla Patria, aunque también tienen un guión que ya se había hablado todo lo que se tenía que hablar sobre el libro, ¿no? También van avalados por un libro del cual ya se sabe todo, ya se ha hablado muchísimo, pero creo que es mucho más difícil hablar sobre la ETA de los 90 que sobre un periodo histórico donde se habla de la frontera de la muerte.

Pero al fin y al cabo a estos los juzgaron en el Proceso de Burgos y los condenaron a muerte y después muchos de ellos, cuando se hizo la Constitución española, dejaron de matar. Estos fueron los que dijeron que en democracia no hacía falta matar. Y luego estuvieron en el punto de mira de ETA, que los persiguió para matarlos.

Añado que también hay mucha hipocresía en esto, porque se dice que si es ETA ya no se puede hablar y no se puede humanizar a los personajes. Porque cuando mataron a Carrero Blanco, todo el mundo se alegró, entre comillas, de esa muerte. Tampoco hay que ser hipócrita, en lo que a la guerra se refiere.

Álex Monner (Izquierda) y Enric Auquer en LA LÍNEA INVISIBLE
Álex Monner (Izquierda) y Enric Auquer en LA LÍNEA INVISIBLE

La Cronosfera:  ¿Qué ha sido lo más difícil de interpretar a tu personaje, la parte física o la emocional?

Enric Auquer: La parte emocional. Siempre es más difícil. Lo que sí que tienes que intentar es que se acompañen bien las dos cosas, que no sea una cosa o la otra, que la energía sea compartida. Pero las partes emocionales siempre son las difíciles. Son como un cálculo matemático que te tienes que poner ahí, intentar entender, y a veces, cuando haces 2.433 x 44 y lo haces mentalmente hay un momento en que te pierdes y tienes que volver a empezar. Pues con esto pasa también, tienes que recordar el guión, saber por dónde pasa y estás ahí y te pierdes…

La parte emocional es lo que se ve, lo que está en los ojos y lo que quieres contar. Y creo que para mí lo más difícil era que en guión José Antonio ya estaba un poco estigmatizado hacia un personaje oscuro que también servía mucho para explicar la evolución de Txabi, cómo Txabi se iba metiendo. Es un personaje que está hecho para avanzar en la historia, más que el hecho de que él tenga una entidad y una historia propia.

Y después, humanizar y darle relevancia a este personaje y encajarlo. Estuvimos luchándolo con Mariano para darle todo lo que yo podía a este personaje. Y esta cosa dura, firme, idealista, estoica con la enfermedad pero también con mucho cariño y mucho amor hacia su hermano y su familia, esta responsabilidad como de hermano mayor sin padre. He intentado poner todo esto en el personaje. No sé si lo conseguí o no.

La Cronosfera: Por supuesto que sí. Para mí Mariano Barroso es uno de los grandes directores del mundo. Y en esta serie vuelve a demostrar su buen hacer. ¿Cómo es trabajar con él? ¿Qué crees que lo hace tan especial como autor?

Enric Auquer: Mariano es un tío con mucho talento que tiene muy claro lo que va a acabar siendo la película. Y después es un tipo muy relajado. Aunque tiene momentos, ¿eh? (Y se ríe) Todo el mundo tiene momentos en un proceso creativo, pero Mariano es un tío que deja hacer, que lo tiene claro, que no se pone nervioso, que si se encalla algo tiene herramientas para volver a empezar, para reformular algo encallado, tiene mucha mirada y es un tío muy inteligente. Creo que es un tío muy inteligente, que sabe muchísimo y es un artista. Un gran compañero y un gran capitán.

Nunca hay mal rollo trabajando con él, nunca se enfada, todo lo hace desde el acompañamiento, desde el respeto, el juego y la amistad. Yo me he hecho amigo de Mariano. Mariano para mí ya es un buen amigo.

Antonio de la Torre interpreta a Melitón Manzanas en la serie

La Cronosfera: Estupendo, porque así podéis repetir y volver a trabajar juntos, que sería fantástico volver a veros en otro proyecto. También te quería preguntar por Antonio de la Torre, porque aunque no compartís escenas…

Enric Auquer: Ooooh (Dice con pena)

La Cronosfera: Me encantaría, e imagino que a ti también, veros juntos próximamente.

Enric Auquer: Mucho, mucho.

La Cronosfera: No sé si has tenido oportunidad de verlo trabajar.

Enric Auquer: Sí, lo he visto trabajar. Y aparte, lo conozco. Y a mí me encanta… soy muy mirón. Me encanta ver, entender cómo lo hacen, copiar cosas. Chupar, chupar, chupar. Y para mí Antonio de la Torre es muy grande, lo admiro muchísimo y me fliparía mucho poder trabajar con él.

Había una escena que tengo con Chamorro, con Pablo Derqui, que había de ser con Melitón y se cambió, y me dio pena, pero Pablo Derqui es también uno de los actores de Cataluña que más me gustan, lo admiro muchísimo, lo voy a ver siempre cuando hace teatro. Me alucina su energía y su manera de hacer. Es un referente también, Pablo Derqui. Y me flipa cómo lo hace en esta serie también.

La Cronosfera: Me contabas al principio de la entrevista que al hacer este casting no eras famoso pero luego, a lo largo del año pasado, todo ha sido un torbellino total, ¿cómo lo has vivido?

Enric Auquer: Lo he vivido raro. Intenso y raro y bonito. Es algo que no te han enseñado a gestionar. Es como una ola de felicidad acompañado de un puñetazo enorme que te viene y tú tienes que gestionarlo. Pero sobre todo muy bien. Básicamente ha sido muy bonito. Da pavor, porque tienes miedo de que no sea verdad. Coges como el síndrome del impostor. Esta cosa que no sabes si te lo mereces, si no, si es verdad, cuánto te lo tienes que creer, cuánto te tienes que proteger… te entran muchas dudas. Pero aparte de esto, ha sido muy bonito y lo estoy disfrutando mucho y me está llegando mucho trabajo, propuestas muy chulas, que si el Coronavirus no lo estropea todo parece que todo irá bien.

La Cronosfera: Sí, esto del Coronavirus es espantoso. ¿Crees que van a cambiar muchas cosas en la industria, como se está indicando, o que todo volverá a ser como era después de los ajustes necesarios cuando esto acabe?

Enric Auquer: Yo sobre la industria no entiendo del todo los engranajes como para opinar, porque al final es todo capitalismo. No forma parte de mi trabajo, de la parte artística del negocio, y todo esto se me escapa muchísimo, las decisiones de la industria, pero creo que sí, que va a ser un cambio global, un cambio de paradigma absoluto. Creo que vamos a cambiar todos a todos los niveles. Obligatoriamente, otra vez. Y aparte con una crisis que nos viene encima que te cagas, que va a ser el motor del cambio, realmente. Queramos o no. Hacia mal, seguro, pagando siempre los mismos, los de abajo.

Ahora hay una pugna europea sobre si hacer o no el Coronabono, que creo que es uno de los debates más interesantes que hay ahora mismo en política porque que Europa tenga sentido depende de la decisión que salga de aquí. Creo que van a cambiar muchas cosas y que vamos a tener que adaptarnos a ellas lo mejor posible y sufriendo lo menos posible. Y espero que los gobiernos sean respetuosos y que hagan políticas inclusivas para que la sociedad pueda sobrevivir a esto de la manera más digna posible. Y con más estima a la vida humana que la que se está teniendo hasta ahora.

La Cronosfera:  ¿Qué le dirías ahora a ese Enric Auquer que empezaba hace apenas 10 años?

Enric Auquer: No le diría mucho para que no cambiara muchas cosas de las que ha hecho. Creo que de la evolución que he ido haciendo de aprendizaje de esta profesión, de profundizar conmigo mismo en lo artístico, estoy satisfecho. Creo que he ido sumando, aprendiendo, atreviéndome más, siendo más riguroso y más apasionado.

El único consejo que le podría dar a Enric, o a cualquier chico o chica que empezara, es que se cuidaran ellos, que para hacer este trabajo tienes que estar seguro y sano. Es un trabajo muy exigente con mucha mirada externa y al final necesitas estar muy sano mentalmente, anímicamente fuerte, estar seguro, tener el ego bien puesto, ni muy disparado ni muy escaso.

Y luego, que miren, que ‘chupen’ de referentes que les gusten. Más que actuaciones que miren arte, danza. A mí me inspira mucho la danza contemporánea. Que miren cuadros, que lean libros. Que consuman cultura y arte. Básicamente.

La Cronosfera:  ¿Qué te enseñó trabajar con Paco Plaza y Luis Tosar?

Enric Auquer: Todo. Fue como un salto al vacío increíble con una piscina absolutamente llena. Paco siempre me decía ‘Potro desbocado’. Me educó muy bien. Me domesticó muy bien. Como un acompañamiento como de escuela libre. Sabiéndome guiar muy bien. Yo tenía muchas ganas, mucha pasión, mucha necesidad de hacer eso y le agradezco haber confiando en mí. Yo estoy muy loco pero también había algo en mí que entendía que aquello era una oportunidad y no la podía desperdiciar. Pero todo esto no me dio nada de miedo. Aún sabiendo esto, me tiré mucho a la piscina.

De Luis aprendí una cosa estoica. También leí su miedo. Cuando trabajo con estos actores también entiendo cuál es su miedo, dónde está su inseguridad, y también es muy bonito verlo. Porque entiendes que la inseguridad siempre está y que después la gestión de ésta es lo importante. Aprendí esta cosa de Luis de plantarte en escena y transmitir sereno, tranquilo, teniendo claro el trabajo que ha hecho antes.

Y de Paco entendí la libertad creativa, el respeto por esta profesión y la improvisación de la parte artística, es decir, el salvarse el culo, que esto también va de eso.  

Enric Auquer agradeciendo su Goya por QUIEN A HIERRO MATA
Premios Goya
Enric Auquer agradeciendo su Goya por QUIEN A HIERRO MATA

La Cronosfera: ¿Dónde tienes el Goya? ¿En el baño, como muchos actores sus premios?

Enric Auquer: Lo tengo en mi casa de Barcelona, porque ahora no estoy en Barcelona sino en casa de mis padres. Lo tengo encima de una mesa que hay. Mi casa es como un solo espacio y tengo una mesa muy larga y encima tengo libros, mi estudio, y lo tengo allí puesto. Con los otros premios.

Silvia García Jerez

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