ESTE CUERPO ME SIENTA DE MUERTE: Posesión infernal

Tras el cuestionable título español del original Freaky, Este cuerpo me sienta de muerte, que en realidad sigue la estela de Feliz día de tu muerte 2, de las que Christopher Landon es guionista y director, encontramos una de las mejores comedias de la temporada, una de esas que mezclan con gracia e ingenio el cine de terror con el humor negro. Y funciona.

Este cuerpo me sienta de muerte cuenta la historia de Millie (Kathryn Newton), una jovencita estudiante de instituto que una infortunada noche se cruza en el camino del asesino en serie conocido como ‘El Carnicero’ (Vince Vaughn) y el ataque que sufre en vez de matarla le hace intercambiar su personalidad con él.

De este modo, al día siguiente Millie despierta con la mente de un despiadado asesino y ‘El Carnicero’ con la simpatía de una chica alegre que vive su vida junto a sus dos mejores amigos.

Eso sí, descubre que la culpable de que la situación esté ahora así es una daga milenaria con poderes de brujería que solo le da 24 horas para revertir la magia creada en sus cuerpos. De lo contrario, es decir, de no conseguir repetir lo que ocurrió la noche anterior antes de que se cumpla el tiempo establecido, el cambio actual será irreversible.

Este cuerpo me sienta de muerte. El intercambio está a punto de producirse
El intercambio está a punto de producirse

Este cuerpo me sienta de muerte supone uno de los aciertos más grandes de la cartelera previa al verano, antes de que nos lleguen los blockbusters que el año pasado decidieron posponer las grandes distribuidoras debido a la situación sanitaria. Universal nos trae, antes de ese desembarco masivo con la nueva entrega de los Minions, con Old, de M. Night Shyamalan o Fast & Furious 9, incluidas en su catálogo, este divertimento que ya recibió todo tipo de halagos en el pasado festival de Sitges y que una vez se estrene en nuestros cines comercialmente va a repetir exitazo. O debería. Y se lo merece. O lo merecería.

Porque Este cuerpo me sienta de muerte lo tiene todo para sumar a su favor a los fans del género. Si en Feliz día de tu muerte 2, muy superior a su primera entrega, Christopher Landon consigue un festival de miedo y risas, aquí repite resultados. Está claro que sabe muy bien cómo combinar los asesinatos más gore con el humor que haga carcajearse a la sala.

La cinta comienza, como es habitual en el género, con una secuencia de lo más salvaje en cuanto a asesinatos rebosantes de imaginación. Ya desde entonces conoceremos el rostro del asesino, porque aquí no se trata de descubrir su identidad sino de verlo convertido en una chica dulce y alegre con el cuerpo de un hombre enorme que nada tiene de femenino.

Y es admirable el trabajo de Vince Vaughn. El actor nos hace creer que es la chica que vive en él, con los movimientos propios de aquella a la que representa. Más humor en el trasvase. Es divertidísimo comprobar hasta qué punto Vaughn ni se pasa ni ridiculiza a la mujer en la que se convierte, simplemente es ella y nos lo hace pasar muy bien.

Por su parte, Kathryn Newton se vuelve introspectiva. Apenas habla, solo con los ojos transmite sus ansias de sangre, de venganza sobre quien no le gusta y resulta escalofriante verla actuar con las herramientas más variopintas que va encontrando por el camino. Todo le sirve para ir acabando con la vida de la gente. Los aplausos también deben ir dirigidos a ella.

Vince Vaughn
‘El Carnicero’ (Vince Vaughn), rodeado de los dos amigos de Millie

La ‘posesión infernal’ que es Este cuerpo me sienta de muerte es un ejemplo perfecto de que cuando Hollywood quiere hacer comedia sin necesidad de acudir a los recursos escatológicos, puede hacerlo. Ahí están las genialidades de Puñales por la espalda o Tucker & Dale contra el mal, frente a propuestas como La boda de mi mejor amiga o Súper empollonas, llenas de situaciones sin elegancia en las que hasta el vómito sirve como elemento de diversión cuando no lo es. O no debería serlo porque lejos de hacer gracia es muy asqueroso.

Escapar de esos elementos fáciles y manidos cuesta un poco pero es posible apartarlos para disfrutar de un guión elaborado en el que la risa nace de chascarrillos y no de la brocha gorda que incluye elementos físicamente desagradables que se van al tirar de la cadena, y ese esfuerzo por salirse de lo chabacano es muy de agradecer.

Aunque seamos sinceros: Este cuerpo me sienta de muerte no es ajeno a los lugares comunes del género. Escenarios que hemos visto en otras películas, la tensión que se crea antes de que el personaje sentenciado encuentre su espantoso final, todo eso está presente, pero la forma en que nos lo entrega es la de un asesinato trabajado con ingenio y envuelto en inteligencia.

No hay nada en la película que nos haga pensar que estamos perdiendo el tiempo, todo lo contrario. Es evidente el lucimiento de unos guionistas (el director, Christopher Landon junto a un casi debutante Michael Kennedy) y de un Landon al mando de todo que sabe dirigir midiendo el tempo en la combinación de géneros para darnos un cóctel servido en su punto.

Es de desear que Este cuerpo me sienta de muerte no pase desapercibida. Ni el cartel ni el título ayudan para hacerse atractiva al público, solo Vince Vaughn puede servir como gancho para quien no tenga demasiada idea de a qué va a enfrentarse cuando elija la película para ver el fin de semana. Y lo cierto es que quien se decante por ella va a encontrar en su desarrollo una cinta con la que disfrutar y pasarlo bien un rato. Y esperemos que con el tiempo se convierta en lo que es: una referencia para futuras producciones que nos regalen momentos icónicos dentro del género.

Silvia García Jerez

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