CÓDIGO EMPERADOR: El detective de las altas esferas
Código Emperador es tan desconcertante como satisfactoria. Se trata del nuevo trabajo para la gran pantalla de Jorge Coira, habitual en la dirección de series, caso de Hierro, creada junto a su hermano, Pepe, que ahora retoma el no muy frecuentado para él mundo del cine en sus proyectos. Recordemos que entre sus escasos largometrajes Jorge Coira es responsable de El año de la garrapata, una de las comedias más brillantes y más olvidadas de nuestro cine.
Ahora, con Código Emperador, Jorge se introduce de lleno en el thriller, en las películas de espías, de detectives, con Luis Tosar como protagonista interpretando a Juan, quien trabaja para los Servicios Secretos investigando todos casos que le pasa su jefe, al que da vida un sensacional Miguel Rellán.
Por un lado, Juan ha de infiltrarse en el chalet de una pareja implicada en el tráfico de armas, y para ello utilizará a la asistenta filipina, Wendy (Alexandra Masangkay), para entrar y poder investigar. Pero al mismo tiempo ha de ocuparse de Ángel González (Denis Gómez), un político que aparentemente no tiene ‘trapos sucios’ y al que Juan ha de encontrarle lo que sea, a petición de las altas esferas, que son los jefes de su jefe.
El guión de Código Emperador corre a cargo de Jorge Guerricaechevarría, habitual en el cine de Álex de la Iglesia, un autor de enorme garantía. Suele serlo, y en este caso firma un thriller que comienza con menos garra de la que lo concluye. Porque la película acaba siendo un mazazo, su tramo final es descomunal, pero hasta llegar a él sus mimbres son más de telefilme que de una cinta con mejores entramados en su desarrollo.
Pero lo cierto es que todo lo que parece trivial se acaba ajustando en una dimensión mayor. Cuanto pensabas que era prescindible en el conjunto de las tramas, su conexión interna puede darnos una visión global de a qué se enfrenta Juan en su trabajo. Y es un peligro. Todo lo que hace lo expone y cuanto va descubriendo nos va aterrorizando. Su trabajo es una caja de Pandora que lo mantiene en vilo a él y nos avisa a nosotros sobre lo que está por descubrirse.
Por eso es una película tan desconcertante. Que el interés por la historia se vaya diluyendo a medida que avanza hasta ese brillante tramo final no ayuda. Y eso que Luis Tosar, tras su resbalón con Maixabel, donde no estaba tan brillante como acostumbra, vuelve a demostrar aquí que tiene pocos rivales. Y si le sumamos al suyo el talento de Miguel Rellán, uno de los secundarios más apoteósicos de nuestro cine y con el que se cuenta menos de lo que se debería, tenemos buenos motivos para no despegar los ojos de la pantalla.
Código Emperador inaugura el Festival de cine de Málaga el mismo día que llega a las pantallas comerciales, el 18 de marzo, y con ella vamos a introducirnos en un entramado oscuro, en una España oculta de la que los medios de comunicación nos alertan pero de la que en realidad sabemos muy poco. La película arroja algo de luz hacia el cómo funciona ese entramado que también hemos podido ver en The Batman, pero sobre todo nos ofrece una mezcla entre detectivesca y de historia de amor que no acaba de funcionar de cara a lograr un producto compacto que tenga el peso que se le requiere a una cinta de este género.
Silvia García Jerez