LA CIUDAD PERDIDA: En busca del tesoro

La ciudad perdida es la película de aventuras que estábamos esperando. Quienes tenemos en mente Tras el corazón verde y recuperamos ese espíritu de cine trepidante del orden de En busca del Arca perdida con La búsqueda, protagonizada por Nicolas Cage, vamos a volver a sumergirnos en un entretenimiento de ese mismo nivel. Abróchense los cinturones que la diversión acaba de empezar.

La ciudad perdida cuenta la historia de Loretta (Sandra Bullock), una escritora de novela romántica que vuelca sus ilusiones en las páginas que escribe como máximo ideal de una vida que para ella se acabó cuando perdió a su marido. Refugiada en unas novelas que le han dado una enorme popularidad, entre otras razones gracias a Alan (Channing Tatum), el modelo de la portada que ayuda a venderlas, quien incluso la acompaña en sus promociones porque se supone que es también el protagonista de los best-seller, tal es la garra que tiene él entre las fans, refugiada como digo en esas ficciones, no es capaz, ni lo desea, de ver más allá de lo que escribe.

Pero Loretta está harta de estas historias y quiere dejarlas de lado. Este va a ser su último tour de promoción junto a Alan y a su agente, Beth (Da´Vine Joy Randolph), una mujer que lo ha dado todo para llegar hasta ahí y no cuenta con que su representada está a punto de desaparecer. Será secuestrada por Abigail Fairfax (Daniel Radcliffe), un joven y rico empresario que pretende que ella le traduzca un mapa para localizar un tesoro en el que parece que nadie cree. A saber si existe.

Brad Pitt brilla con su vis cómica

Podría seguir contando más cosas del argumento de La ciudad perdida, pero mejor dejarlo ahí y que el espectador descubra qué ocurre tras su arranque porque lo cierto es que es una película en la que no dejan de pasar cosas, todas muy locas y todas muy divertidas. Y funcionan muy bien, incluso cuando el tempo se ralentiza y la acción parece sufrir un bajón, incluso entonces no es que vaya a menos, es que toma impulso para continuar hacia arriba.

La ciudad perdida es el grato reencuentro con el cine más juguetón, con diálogos llenos de chispa y gags visuales que creíamos que el cine norteamericano había abandonado. Pero no, estaban ahí, esperando a que Brad Pitt consiguiera una de las interpretaciones más graciosas de su carrera, con permiso de la estupenda The Mexican, uno de los títulos más olvidados de su filmografía. Pitt está fantástico aquí. Un secundario de los que se te quedan grabados, aún más brillante que su sobrevalorada interpretación en Érase una vez… en Hollywood, por la que ganó el Oscar. Si hubieran esperado un poco y premiar comedia fuera algo un poco más habitual para las academias, este es el personaje por el que habérselo dado.

Pitt es lo mejor de una película en la que, seamos sinceros, no falla nada. Tiene un guión brillante, además de una historia ya vista pero que sabe volver a sus referentes de una forma fresca, porque si entonces, hace 30 años, la fórmula que utilizaba fue válida, hoy lo sigue siendo y para qué cambiar lo que la leyenda, lo que el cine legendario, nos dice que que lo fue por algo. Y una dirección que los hermanos Nee, Aaron y Adam, bordan tanto en la acción como en el humor.

Sandra Bullock interpreta aquí su último papel antes de que se tome un descanso para cuidar de sus hijos. Según imdb aún tiene Bullet train en postproducción, donde compartiría título, de nuevo, con Brad Pitt, pero a pesar de aparecer en los créditos, no lo hace en el trailer. No descartemos que se trate de un papel pequeño para darle un giro a la película, por lo que La ciudad perdida sería su último trabajo como protagonista antes de que vuelva. Y dejando el listón tan alto, queremos que regrese ya.

Silvia García Jerez

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