CARLES SANS: La gestualidad va en mi ADN
Carles Sans estrena espectáculo. Un monólogo que se titula ¡Por fin solo! Y si alguien se pregunta quién es Carles Sans la respuesta es muy sencilla: uno de los tres integrantes del grupo Tricicle, junto a Joan Gràcia y Paco Mir. Fundaron la compañía de teatro cómico gestual en Barcelona, en 1979, y tras 40 años en los escenarios dos de sus miembros decidieron parar. Pero Carles Sans quería continuar. Le gustan las tablas y quería seguir su carrera en ellas, por lo que se unió a José Corbacho y entre los dos dirigen este estreno, en el teatro Príncipe Gran Vía, del 6 de septiembre al 15 de octubre, en Madrid, en el que por primera vez Carles Sans habla. Y habla mucho, contando anécdotas, todas ellas reales, tanto de Tricicle como de sus vivencias personales fuera de él.
Pregunta: El monólogo se titula ‘¡Por fin solo!’ y puede llevar a confusión porque suena a liberación de tus otros dos compañeros de Tricicle.
Carles Sans: No, no. Yo me dedico al humor y por lo tanto no puedo dejar de hacer humor en cualquier momento y en cualquier situación. Por lo tanto, esto también es humor, es una ironía, y creo que se entiende como tal. Simplemente es que ahora que estoy liberado hago lo que a mí me apetece, del mismo modo que supongo que mis colegas harán lo suyo. De hecho, no estoy solo: en este póster están sus siluetas y en el espectáculo les nombro permanentemente. De algún modo yo creo que es un homenaje a Tricicle.
Pregunta: De hecho, Paco Mir ha estado más dedicado a la dirección en los últimos años.
Carles Sans: Exactamente.
Pregunta: Imagino que hablaste con tus compañeros sobre el título y también a ellos les pareció divertido.
Carles Sans: Sí, hablé con ellos, les dije el título y se rieron. No ha habido ningún tipo de problema ni de objeción en este sentido.
Pregunta: ¿Cómo ha ido saliendo el texto? ¿Lo has elegido tú totalmente o también ha intervenido José Corbacho?
Carles Sans: Ahí fue cosa mía. Conociendo las anécdotas, y aunque intento ser muy coloquial, tienes que estructurar muy bien el texto, que esté bien dicho, y eso fue un trabajo que fui haciendo y cuando se lo presenté a José ya estaba todo metido.
Pregunta: ¿Y no te apartas de él? ¿Improvisas?
Carles Sans: Soy poco dado a improvisar, la verdad. Hay actores, como José, que es más capaz y más dado a ello. Yo, cuando tengo un texto asegurado y sé que funciona muy bien, lo respeto como si de una partitura se tratara.
Pregunta: Después de 40 años de humor gestual, empezar ahora con la palabra, ¿psicológicamente te resulta extraño?
Carles Sans: Un poco extraño es. Da mucho respeto tener que afrontar un texto durante una hora y media, a solas, frente a un público que sabes que viene con muchísima curiosidad, preguntándose qué haré ahora sin mis colegas. Pero cuando te das cuenta de que a los dos minutos el público ya está riendo y ya ‘ha entrado’ en el espectáculo, me ha dado mucha seguridad y ya me lo paso genial.
Pregunta: Aún así, aún con la palabra como protagonista del espectáculo, ¿vas metiendo guiños y expresiones de esa otra parte de tu carrera?
Carles Sans: Es que va en mi ADN. La gestualidad es importante de cara a cuando me pongo en la piel de los personajes, en las situaciones que viven, y los represento, me sale la gestualidad. Y además, lo quiero hacer, porque quiero que la gente reconozca al actor que fue de Tricicle. Yo creo que el gran éxito de este espectáculo es la conjunción de lo que cuento y de cómo lo cuento.
Pregunta: Tus inicios fueron en teatro, en la escuela, y luego disteis el salto a la parte mímica. Por lo tanto, ahora es retomar un poco ese inicio.
Carles Sans: Sí, ir al origen de cuando yo era estudiante de arte dramático en el instituto, en Barcelona.
Pregunta: O sea, que en el fondo no te ha costado tanto.
Carles Sans: No, yo siempre tenía la espinita de hacer algo de texto, pero pensé que nunca llegaría ese momento. Cuando uno lleva 40 años con una cosa piensa que va a acabar con esa cosa, pero ahora que he tenido esta oportunidad me siento muy satisfecho de haber asumido el reto.
Pregunta: Es un espectáculo que dura una hora y media y es una recopilación de anécdotas, pero ¿has dejado material para una segunda parte, para otro espectáculo con más anécdotas?
Carles Sans: Hay cosas que cuento y cosas que no, porque sí, me han quedado algunas en el tintero y si no, el espectáculo sería muy largo. Podrían dar para un segundo espectáculo pero no sé, ahora mismo no me planteo otro. Ahora mismo disfruto el momento, vivo el día a día. Esto es como una especie de propina profesional que me regalo a mí mismo. Pero yo creo que cuento las fundamentales, las más jocosas y las que van más allá de la pura batallita. No son batallitas, son historias realmente muy sorprendentes que al público le sorprenden mucho.
Silvia García Jerez