Echidna de Beatriz Alcaná
Novela corta, pero una gran novela de terror. Echidna de Beatriz Alcaná ganó el V Premio de Novela Corta de Terror de Nava (Asturias) por méritos propios. Una historia clásica, en el mejor sentido de la palabra para los que nos gusta lo decimonónico, que engancha desde el primer párrafo.
La autora ambienta su historia en 1858. Un barco de la armada británica, el HMS Echidna comienza su expedición científica para localizar el polo sur magnético. Uno de los tripulantes es el doctor Terrance Derleth, amigo de lady Augusta Sophia Young, esposa del gobernador de Tasmania. Esta le ha escrito para pedirle ayuda a su paso por la isla. Lady Augusta está preocupada por Moira Cox, su ahijada, porque parece ser víctima de alucinaciones extrañas. Lo que no sabe el doctor Derleth es que su tripulación también se verá afectada por los delirios, por unas extrañas voces de monstruos ancestrales, que los conducirán a lugares inexplorados.
Beatriz Alcaná, nos dice que la documentación es muy importante en sus novelas y que: «Hay bastante más de lo que podría parecer. Lady Augusta Sophia Young (Marryat de soltera) fue realmente la esposa de sir Henry Edward Fox Young, el gobernador de Tasmania. En la novela se cartea con su prima, Florence Marryat, una escritora inglesa muy célebre en los círculos espiritistas del Londres decimonónico. Esto no es ficción; realmente eran primas y en 1858 Florence Merryat vivía en la India. También es verdad que sir Henry jugó un papel importante en la abolición de la esclavitud, aunque lo de la hija secreta me lo saqué de la manga.»
«Sobre las expediciones científicas polares tengo que decir que, más que documentarme, lo que he hecho ha sido pasármelo en grande. Me encanta ese tema. Hace un año estuve en el National Maritime Museum de Greenwich y casi tuvieron que sacarme a tirones. Me traje algunos libros, aunque mi favorito ya lo tenía: Erebus: historia de un barco, de Michael Palin. Nunca me cansaré de recomendarlo.»
El título de la novela corresponde con el nombre del barco, pero es también un monstruo mitológico. Sobre esto nos explica la autora que: «Algunos de los barcos que usaban en la Royal Navy para sus expediciones científicas tenían nombres con los que se pretendía infundir terror. El motivo era que se trataba de naves que en origen se habían construido para combatir durante las guerras napoleónicas y la idea era intimidar a los franceses.»
«Con frecuencia echaban mano de nombres de la mitología clásica para bautizarlos. Solo hay que pensar en el H.M.S. Erebus, que precisamente es el barco que aparece en la portada del libro. Pensé que Echidna habría sido un buen nombre para uno de aquellos barcos y, además, el monstruo mitológico se parece bastante a una de las criaturas de la novela. Por si fuera poco, parte de la acción transcurre en Tasmania, y allí habitan unos bichitos muy monos de la familia de los erizos que también se llaman equidnas. No podía haberla titulado de otra manera.»
Algo que nos gusta mucho de esta novela es que haya elegido el género epistolar. Sobre esto Beatriz Alcaná se confiesa. «Porque soy una rancia (en el mejor sentido de la palabra). Crecí leyendo novelas epistolares de terror, como Frankenstein y Drácula. Decía Rilke que la verdadera patria del hombre es la infancia. Bueno, yo creo que la de la mujer también. Ahí vuelvo siempre, porque ahí es donde soy feliz.»
Las influencias de los clásicos están claras en su novela. Poe y Lovecraft, pero también están muy presentes Dan Simmons y Susanna Clarke. Beatriz Alcaná no hace metáfora del monstruo, es un monstruo, es terror puro. Escrito con elegancia, con una prosa fluida y maravillosa, una novela clásica actual. Echidna de Beatriz Alcaná es una lectura perfecta para pasar un fin de semana de lluvia de otoño.