ALCANZANDO TU SUEÑO (TEEN SPIRIT)
Alcanzando tu sueño (Teen Spirit) es el extraño título que esta singular pero espléndida película tiene en nuestro país. Porque originalmente ella nació llamándose Teen Spirit, que es el programa de televisión, el Operación Triunfo o el You´ve got talent, del film que nos ocupa. Pero Teen Spirit, al no ser conocido, no tiene tirón comercial y se le ha añadido el español Alcanzando tu sueño, que le da unos tintes de telefilme que poco le favorece porque en nada tiene que ver con uno de ellos.
Alcanzando tu sueño cuenta la historia de Violet, una adolescente a la que solo le gusta cantar. Y tiene dotes para ello. Bueno, ella no lo sabe, ni se lo plantea, solo le entusiasma cantar y lo hace en el bar de su pueblo, de uno de Europa del Este en el que, de tener algún futuro, no sería ahí donde éste se desarrollara.
Cuando se entera de que están teniendo lugar unas pruebas para ir a un concurso de talentos a Londres, el Teen Spirit del título original, se las apaña para formar parte de él. Y el apañárselas incluye el hecho de mentirle a su madre, nada partidaria de que esa posibilidad que se le abre le llene de pájaros la cabeza, cuando la situación familiar no está en su mejor momento, y el involucrar a Vlad, el único admirador que tiene en el bar, antiguo cantante de ópera, que ve en ella a la artista que es pero que reclama un porcentaje por convertirse en su manager si el plan funciona y el futuro la recompensa.
Con este panorama, Violet lo intenta y no se da nunca por vencida, descubriendo no solo que también acerca de no rendirse va el éxito que te espera, sino que en el camino hacia él hay muchos intereses y hay que saber desenmascararlos y optar por el que más te convenga.
La actriz Elle Fanning protagoniza Alcanzando tu sueño (Teen Spirit), y lo hace con el aplomo de quien ya conoce el negocio en el que lleva años siendo una de las grandes. No todas las adolescentes, en este Hollywood de supehéroes y cine enfocado al público de su edad, se encaran a la industria y seleccionan para su carrera películas tan minoritarias como esta.
Mirar la filmografía de Elle es vibrar con proyectos tan arriesgados como Somewhere, de Sofía Coppola, Twixt, de su padre, Francis Ford Coppola, The Neon Demon, de Nicolas Winding Refn, Cómo hablar con chicas en las fiestas, de John Cameron Mitchell o Galveston, de Melanie Laurent, todas ellas películas que se escapan de los cánones comerciales para recorrer caminos poco convencionales tras los cuales se encuentran las opiniones más dispares.
Por lo tanto, acercarse a un film protagonizado por Elle Fanning se está convirtiendo en toda una aventura para el espectador. Nunca sabe lo que va a encontrar detrás de uno de sus trabajos, y eso es, en tiempos donde casi todas las películas que se ruedan son previsibles, un oasis de creatividad que se agradece mucho, guste o no al final la película de ella que veamos.
En el caso de Alcanzando tu sueño (Teen Spirit), nos encontramos, de nuevo, con una bajada a los infiernos. A los infiernos de la industria musical, de lo que cuesta hacerse un lugar entre tanta gente que quiere cantar, entre nuevas estrellas del medio, YouTubers e influencers que compiten también para no dejar de ser famosos, para subir peldaños en la complicada escalera de estar siempre presente como el favorito del público.
Agentes que hacen lo posible por aparentar ofrecer la mejor oferta para que te quedes con ellos descartando la posibilidad de que tu alma generosa pueda elegir lo correcto, famosos que se aprovechan de ti en las fiestas, ese lado oscuro que también tiene el negocio y que el marketing intenta ocultar lo muestra Alcanzando tu sueño sin cobardía alguna.
Viendo Alcanzando tu sueño nos damos cuenta, por si no lo tuviéramos ya claro, antes de entrar a la sala, que el mundo de la fama, sea en territorio musical o en cualquier otro, es un camino de arenas movedizas en el que hay que ser rápido y sagaz para que no lleguen a engullirte.
Por supuesto, este mensaje, envuelto en un film sin un mínimo de glamour, es complicado que convierta a la película en la que se sitúa en el éxito que merece. No tiene humor negro, ni blanco, de hecho no tiene ninguna gracia. Es el lado oscuro de Súper empollonas. Una película nada divertida en la que se muestra la realidad de la vida, lo complicado que es llegar a la meta, si es que lo consigues, el trabajo enorme que cuesta dar el más mínimo paso sin que te caigas, sin que alguien te venza.
En los años 80 y 90 esta película hubiera arrasado en el mercado del cine underground en el que se movían directores como Stephen Frears o Ken Loach, pero pasados casi veinte años de los 2000, a varias décadas de la aceptación de aquel cine oscuro y lleno de verdad, hoy el público busca evadirse incluso en las salas más minoritarias. Alcanzando tu sueño hoy no tiene espacio, su mercado se acabó hace un tiempo y costará recuperarlo. No es que la película no tenga madera de cine estupendo, es que son los ojos los que ya no lo admiten. Es el No eres tú, soy yo, llevado al celuloide.
Silvia García Jerez