X-MEN ‘FÉNIX OSCURA’: Las cenizas de la generación X.
En contraposición a sus propios términos, los del título de la película, no parece que resurja la saga de X-Men. No se me malinterprete, pero como teórico punto y a parte prolongado o punto final hasta la fecha, ‘Fénix Oscura’ no parece el mejor de los clímax posibles.
Contextualizada en el tiempo, entre las dos sagas de X- Men, y catalogada como continuación de la poderosa saga de la Primera Generación, se repasa el origen del poder de una de las mutantes nivel 5 que Marvel puso en órbita a través de los cómics, la pelirroja Jean Grey, interpretada por la siempre inquietante Sophie Turner.

La joven Jean es una tímida mutante que no controla su capacidad sobrehumana del poder sobre la mente, causando aparatosos agravios a su familia. A raíz del severo incidente, se pondrá en contacto con ella Charles Xavier (James McAvoy) para protegerla y enseñarla a utilizar sus poderes bajo control. Con el paso de los años y ya afianzada en los X-Men, un acontecimiento en el espacio producido en una de las misiones de los superhéroes cambiará el rumbo de la vida de Jean, que adquirirá un poder extraordinario y pondrá no solo en peligro a todos los que le rodean, si no también a ella misma.
La enésima película de esta irregular saga funciona como introducción a un nuevo personaje, como film de acción menor o incluso como una nueva reivindicación femenina. Sin duda se establecen pilares que pueden sostener una nueva franquicia para desarrollar esta historia tan atormentada.
En cualquier caso, aquí llegan los problemas. Se supone que ‘Fènix Oscura’ es un punto y a parte de larga duración para los X-Men. Y claro, la cinta no puede ser más anticlimática. Además de quedar dos cabos sueltos bastante importantes si las colocamos en orden, no posee la èpica requerida para estas lides y obvia con descaro la posibilidad de que los fans se pregunten: ¿Y ahora què?.
Sí es cierto que no se puede negar un noble compromiso con la narrativa coherente y el gusto por el dinero “bien gastado”. No existe ningún despilfarro ni la mala gestión a la hora de aprovechar los recursos.
Entre todas sus irregularidades y sus aciertos, que no son pocos, sobresale la participación de los actores que repiten tras la gran trilogía anterior. Y aquí es donde la cojera se hace más notoria. Las grandes estrellas, McAvoy, Fassbender y Lawrence, no están mal. Es un hecho, eso de tener perfilados sus respectivos personajes, sin embargo su arco no se sigue dibujando, sobre todo el de los dos últimos. Una aportación necesaria pero que no brilla.

Identificando los problemas, sobre todo emocionales y aceptando los aciertos narrativos y visuales, ‘Fènix Oscura’ no revive de sus cenizas a los X-Men y propone el fin más anti climático posible. Una extraña contradicción, puesto que estamos ante una notable introducción a cerca de un personaje, efectivamente oscuro, pero que no toma suficiente altura.