VIDA PERFECTA – Entrevistamos a su creadora, Leticia Dolera, junto a las actrices, el co-guionista y el protagonista masculino de esta magnífica serie.

Estuvimos en muy buena compañía con Dolera, Villagrán, Freijeiro, Burque y Auquer.

Leticia Dolera confecciona la Vida perfecta de tres mujeres sin feminismo ni militancia que cuestionar, mas con la verdad de unos personajes que imprimen su visión de género sobre los triunfos, fracasos, sueños y pesadillas de esta contemporaneidad que nos exige ese ‘todo es posible’ y ‘querer es poder’, que a veces no se consigue ni realmente encaja. 

Desde la naturalidad, la honestidad y el disfrute, Dolera consigue dar la vuelta a las series de féminas, girando hacia esa herencia televisiva de Sexo en Nueva York y Girls con unos formidables diálogos, unas estupendas interpretaciones,una bonita estética, mucho sentido del humor y una música como para copiártela en tu playlist, reflejando el golpe al cuento prometido y al sueño de esa vida perfecta, que nos hemos inventado en la ficción y en la realidad. 

Vida Perfecta. Cuando la vida te pone del revés
Vida Perfecta. Cuando la vida te pone del revés

Prescindiendo de tabúes y a través de un trío de princesas que igualmente la cagan en la salud, el trabajo, el amor, el sexo, la amistad y la familia, Dolera presenta todos los posibles que le pueden pasar a una chica de hoy en día con treintaytantos, partiendo de unos estereotipos que termina poniendo de arriba abajo y de dentro a afuera, compartiendo las neuras, dudas, histerismos, ganas, expectativas, miedos, proyectos y parejas (o lo que sean) de cada una, junto a unos hombres tan bien dibujados como ellas, que participan sin batallar ni subestimar(se). Quizás, porque Manuel Burque colabora en el guión, aportando las cuestiones masculinas en equilibrio perfecto, además de reservarse un admirable papel.

Burque, conocido humorista y maestro de ceremonias en Radio Gaga (que estrena nueva temporada también en Movistar+), ya trabajó con Dolera en Requisitos para ser una persona normal, donde la integración de personas con discapacidad está inmersa en la misma historia; como en esta Vida perfecta, que Dolera siempre planteó sin posibilidad de rechazo “hasta el punto de no hacer la serie, antes de renunciar a ella.”   

En esta Vida perfecta ocurre de todo, como la vida misma. Y pasa de todo aquello que suele funcionar en una comedia romántica, con su puntito de drama; como la aparición de los recuerdos de infancia, los flashbacks de la época del instituto, la fiesta del reencuentro años después, una boda y un funeral, algunas colaboraciones especiales, bastantes escenas de sexo -delicadamente expuestas-, un par de drogas -muy bien tratadas- y una maternidad muy, muy presente en toda la serie -ya que es lo único, queramos o no, que condiciona la vida de cualquier mujer y hoy por hoy, nos diferencia de los hombres-. Así que también encontraremos la noticia de un embarazo, las clases de parto, los hijos variados, las copas menstruales, edemas, óvulos restantes, algún cantajuego, hipotecas, apps para ligar, amores en sus múltiples maneras, orgullo de mala madre, una abuela que quiere apostatar y hasta una posible conciliación laboral, cuestionándose todo sin parar, entre la acidez y la ternura, durante ocho fantásticos episodios dirigidos en su mayoría por la misma Dolera.

El premiado trío femenino de Vida Perfecta
El premiado trío femenino de Vida Perfecta

Conoceremos, entonces, a la perfeccionista o tiquismiquis María (el personaje que encarna la creadora, guardando cierto paralelismo con la actriz), quien se pregunta ‘cómo soy’ desde que una lavativa y una fiesta de cumpleaños con castillo hinchable dieran un vuelco a su vida. Una vida planificada desde su consulta de dentista y hacia el sueño de un día de playa con niños y un tupper de sandia, aunque llegue pasada y algo caliente. Hablando consigo misma e interrogándose siempre, María cuenta con la opinión de su hermana Esther (Aixa Villagrán, el descubrimiento de la serie), la artista de la familia en la eterna adolescencia, que trabaja en el Museo de Cera por no entender el pagar para poder exponer, o el triunfo a base delikes. Mientras Cristina (Celia Freijerio), la mejor amiga, resulta imprescindible como contrapeso con su carrera de éxito, un marido, varios peques y hasta un jardinero en la urbanización, sin llegar a estar encantada aún pareciéndolo y con los deseos cumplidos.

Vida Perfecta
Detalle promocional con chuches de sandía 🙂

Tres mujeres formando un triunvirato galardonado en Cannes por sus interpretaciones, que se rodean de unos maridos, amigos y amantes en la piel de los estupendos David Verdaguer, Font García, Pedro Casablanc y Enric Auquer, quien como patrio Forrest Gump es la gran sorpresa de esta Vida Perfecta.

Saltando del lloro por el mero descojone a unas lágrimas de pura emoción, acompañaremos las crisis de estas tres mujeres -liberadas de prejuicios y censuras- entre la amistad, la valentía, la aceptación y el chico-conoce-chica (y familia) de caminata por el pueblo…

Mientras acumulamos escenas memorables -como las poses para las fotos de Instagram, el “me siento elástica” tras tomar una pasti, los gritos cantando el Sobreviviré de La Naranjo como cuando se tenían 20 años, o ese 40 cumpleaños sin merecida celebración-, es sin embargo la secuencia final con el miedo y la alegría que implica toda vida -y abriendo la posibilidad de la continuidad de la serie-, la que permanecerá en esta Vida perfecta, triunfando con aquello que verdaderamente importa en esta realidad imperfecta. 

Presentada en San Sebastián tras recibir sus premios en Cannes, ya está disponible la temporada completa en Movistar+. 

A punto de su estreno, estuvimos en muy buena compañía con Dolera, Villagrán, Freijeiro, Burque y Auquer, deseando que la entrevista durara más… Como esta Vida Perfecta. Una perfecta serie de mujeres que debería disfrutarse ya sean hombres, féminas, o viceversa. 

Mariló C. Calvo

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