Vengadores: Endgame: Todas Las Piezas
Vengadores: Endgame no tiene escena post-créditos pero si plantea un futuro certero para el Universo Marvel, a la par que, cosas del marketing, incierto para el espectador. Al menos eso nos lleva a pensar el trenzado de tramas que confluyen en este rompecabezas de mil piezas que, aunque de entrada pareciera que quiere reconstruir un cuadro de Pollock, la verdad es que se sigue y se disfruta fácilmente. Eso sí, puede que con menos épica y más nostalgia, dolor y perdida que la primera parte. Que ya es decir.
Los Russo, a lo largo de un total de 180 espídicos (no todos de endiablada acción) minutos, cierran la ‘amoratada’ historia que abrieran con Vengadores: Infinity War subrayando en tono más oscuro de lo habitual unos giros temporales que van más allá de todo lo conocido en premiadas apuestas deportivas a toro pasado, jacuzzis ochenteros, ambiciosos malvados ordenadores de ultimísima generación o cualquier capítulo de Edición Anterior, The Revenants o Manifest, utilizando para ello todo el power de la factoría que firma sus cheques, y que sabe cómo sacar partido a la infinidad de contratos pactados desde hace algo más de una década. Década de celuloide comiquero ésta por la que viajamos en Vengadores: Endgame como el que revisa sus recuerdos con la única intención de remendar errores, minimizar resbalones… ¡Stop! que igual contamos demasiado.
Vengadores: Endgame, y todo su magnífico despliegue, hará disfrutar sin descanso a los fans, puesto que les permitirá reencontrarse con viejos conocidos a los que ya (son más de diez años juntos) consideramos de la familia. Pero el paso del tiempo siempre hace destrozos y no todas las guerras pueden ser ganadas. A veces una victoria implica parar, cuantificar daños y cambiar la perspectiva. Y aquí está la piedra de toque: ¿estamos preparados para la evolución o creíamos firmemente en la inmortalidad de los superhéroes? Cada cual tendrá su respuesta, pero solo una será la que se refleje en pantalla cuando la acción y la furia se detengan definitivamente y la calma deposite las cenizas en el suelo para dejarnos ver los nuevos caminos, que parece que, a juzgar por lo apuntado en Vengadores: Endgame, definitivamente darán real protagonismo a las heroínas, capaces de luchar codo con codo con todo aquel héroe que se precie de serlo. Aquí sí se hace justicia a Capitana Marvel, no en esa fallida película homónima; y por ende a otras tantas féminas guerreras.
Vengadores: Endgame, como su propio título indica, es un fin de partida. Aunque para nada se guardará el tablero, se apagará la consola. Igual se tunean fichas, se incluyen nuevos avatares, se plantan normas nuevas, se revisan rutas, y todo para no detener el paso, firme, hacia el futuro. Toca bajar al quiosco y comprar más cómics. Ir al cine y esperar a que nos vuelvan a emocionar. Siempre sabiendo que la vida sigue su curso sin mirar necesariamente atrás. Bueno, dependerá también de la taquilla.
Luis Cruz