VENECIAFRENIA: Muerte en el paraíso

Venecia es un paraíso, todos los sabemos, pero Veneciafrenia es todo lo contrario: es la película en la que los turistas de Venecia encuentran la muerte, por lo que no en realidad se transforma en el infierno.

Uno tras otro de los chicos que han ido allí para celebrar la despedida de soltera de Isa (Ingrid García Jonsson), van a ir cayendo a manos de unos lugareños, convenientemente disfrazados de Arlequín o del Dr. Muerte, para dejarles claro a los turistas que no son bienvenidos porque tanta acumulación diaria es perjudicial para la ciudad. Por eso y por alguna otra razón que ya hay que descubrir viendo la película.

Pero lo cierto es que los protagonistas de Veneciafrenia son unos chicos… digamos que a los que no les puedes coger mucho cariño. Ya adultos que dejaron la adolescencia atrás hace años pero que siguen con aquellas rutinas como si estuvieran aún en ella, su comportamiento deja bastante que desear. Desde el momento en que llegan, los asesinos los rondan con una evidencia sangrante, nunca mejor dicho. Es puro acoso. Y por lo tanto, puro suspense por saber quién será la primera víctima.

Detalle del precioso cartel que sirvió de lanzamiento de la noticia del rodaje

Veneciafrenia es, sobre todo, un entretenimiento. Es la primera película que nace del sello The Fear Collection, que aglutina a Sony Pictures International Productions, Amazon Prime y Pokeepsie Films para la producción de películas de terror. Alex de la Iglesia inaugura esta colección, aprovechando que tanto él como su mujer, la antes actriz y ahora productora Carolina Bang, son los directores de Pokeepsie films, con la que que llevan desarrollando ya unos cuantos proyectos, caso de En las estrellas, Pieles, El bar o 70 Binladens. Y 30 monedas, la serie dirigida también por Álex, quien está rodando actualmente su segunda temporada.

Y Veneciafrenia se estrena ahora, con un retraso considerable teniendo en cuenta la pandemia y la taquilla, que no está siendo precisamente abultada, circunstancia que ha hecho cambiar de fecha algunos títulos, caso de La abuela, que también sufrió varios retrasos. Pero los asesinos venecianos ya llegan a los cines para disfrute de los espectadores. O para su sufrimiento.

Lo cierto es que la historia puede flojear un poco. Es un slasher, subgénero del terror en el que los asesinos van matando a un grupo de chicos, normalmente adolescentes o con mentalidad de tales, porque en La cabaña en el bosque muy adolescentes no eran. Slasher con toques de Giallo gracias a sus asesinos enmascarados, a Italia como escenario y a unos policías con dudosas dotes para la investigación que adornan la trama.

Pero Venecia de telón de fondo es tan apabullante que te justifica hacer una película allí. Las góndolas, la Plaza San Marcos, sus callejones, sus puentes, sus máscaras, sus fiestas… Venecia es pura fantasía y eso Álex lo ha reflejado muy bien en la parte luminosa.

Otro acierto de la historia, que firma Álex junto a Jorge Guerricaechevarría, coguionista habitual en su filmografía, es el hecho de que al hermano de la protagonista, José (Alberto Bang) se le utilice de manera muy inteligente como el elemento enigmático del que todo parte. Lo malo es que no lo acaba de explorar del todo ni lo hace con la precisión que una gran película requiere.

Veneciafrenia comienza muy bien y continúa en ese orden, pero a medida que va pasando el metraje, y sobre todo en su tramo final, lo excelso se desmorona. Y es una pena porque podía haber cerrado la cinta por todo lo alto dándole un par de giros obvios en vez de caer en lugares forzados que no redondean lo que tenía pinta de llegar a ser espléndido.

Eso sí, como suele suceder en su cine, Álex de la Iglesia borda una secuencia de créditos que es un homenaje fabuloso al Giallo y al terror de los 70. Se hace corta. De hecho, uno querría que durara más porque es, en sí misma, una obra de arte. Pero se acaba y la película toma cuerpo. Hasta que lo pierde. Lo va perdiendo con interpretaciones no demasiado brillantes, pero se admiten porque ni en el género lo han sido nunca ni vamos a ver películas como ésta por ellas. Como en todo slasher que se precie, el espectador va ver cómo son los asesinatos y aquí, sin ser sobresalientes hay alguno bastante significativo.

Veneciafrenia no es ni la mejor ni la peor película de Álex de la Iglesia. Se queda en medio, pero como entretenimiento es muy válido. Una producción visualmente espléndida que no pasará de ser eso cuando la recordemos.

Silvia García Jerez

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