Un héroe en los Casablanca
Los cines Casablanca de Valladolid llevaban dos años cerrados. Cerraron por la pandemia y no parecía posible su reapertura por diferentes motivos. La casualidad quiso que un amigo le comentase a Arturo que cabía la posibilidad de comprarlos y reabrirlos. Echaron cuentas y los números no salían. Su amigo lo descartó, pero, como en la película de Bogart, sólo hacía falta un héroe en los Casablanca.
Arturo Dueñas es un héroe local, un hombre dedicado al cine (al guion, la producción, la dirección…) porque le aporta más de lo que le cuesta. Confiesa que no lo hace por dinero, que mientras no pierda demasiado, seguirá adelante. En apenas mes y medio tomó la decisión y firmó todos los papeles para poder abrir el pasado jueves. Casi sin películas porque no había tenido tiempo de hablar con las distribuidoras y tiró de las suyas: Pessoas, Dajla,… Las decisiones se toman con el corazón, con las tripas. Son esas decisiones que no lamentarás el último día.
Me dice que tiene muy claro lo que quiere hacer y que quiere hacer mucho: programar cine español, cine de directoras, cine independiente. Mezclarlo con actividades de cineclub, con clásicos y documentales, dar pantalla a aquellos que, como él, siempre lo tienen difícil para mostrar su trabajo. Prioriza el cine europeo, el africano, el que está en los márgenes. En versión original y con subtítulos, aunque también doblado para un público fiel, el de los mayores, unos parroquianos que ya no pueden ver bien las letras.
La reapertura de los Casablanca coincide en el tiempo (y en el espacio del lateral del Calderón) con la recién estrenada sala de la Seminci. Misma calle, parecidos objetivos: promocionar el cine, atraer al centro a los cinéfilos que se cuentan (o contaban) por cientos en Valladolid.
Ahora está «luchando» con las distribuidoras para traer lo que quiere mostrar al público y conseguir el equilibrio correcto entre el arte y la economía. Arturo Dueñas sabe que no es una tarea fácil, pero confía en que el público sabrá apreciar el esfuerzo, el amor y el sacrificio que conlleva mantener abierto este cine.
Por otra parte, el cineasta seguirá con sus proyectos de realización propia. Lo más inmediato, y tan pegado a la actualidad que parece un guion, es un corto sobre la situación saharaui. Pretende rodar este sábado en Madrid con motivo de la manifestación contra la decisión del gobierno de España que ha decidido aceptar la propuesta de Marruecos.
Tanto la productora, La Esgueva Films, como el propio Arturo están muy comprometidos con el pueblo saharaui. Dajla, cine y olvido, su corto nominado a los Goya este año 2022, habla de los campamentos y el cine. Este corto se está proyectando junto a Pessoas en los Casablanca. Este sábado 26 de marzo, a las 12 de la mañana, habrá un pase gratuito de Dajla y Misión Sáhara en una de sus salas para mostrar su apoyo desde Valladolid. Además habrá cine-forum con la participación de Miguel Sánchez, sonidista de Dajla, Andrés Dueñas, brigadista junto a Carlos Mateo de Misión Sáhara, también director de fotografía de esta última.
Pero hay otros proyectos de rodaje. Desde la España vaciada y su relación con la música de Bruce Springsteen hasta la decisión de un grupo de teatro que deciden estrenar sin público su obra la noche antes del confinamiento por la pandemia. Muchas ideas, muchos proyectos.
Un héroe en los Casablanca. Ojalá muchos más héroes así. Necesitamos personas que se comprometan con la cultura, con la sociedad, con su tiempo y su espacio vital.