SANTIAGO MITRE: ‘Pequeña flor’ me abre un campo hacia la comedia negra que me alegro de haber probado
Santiago Mitre está de actualidad. No solo Argentina, 1985 ha sido un gran éxito en las salas de cine españolas, y es la película seleccionada por su país para representarlo en los Oscar 2023, también estrena, el 9 de diciembre, una nueva cuando aún resuenan los ecos del film protagonizado por Ricardo Darín: Pequeña flor. En esta ocasión, con otro actor argentino espléndido, Daniel Hendler. Y con nuestro Sergi López, cada día más integrado en el cine galo. Porque Pequeña flor es una producción francesa de la que hablamos con su director, en su paso por Madrid para presentarla, para preguntarle por estos intérpretes, por este nuevo trabajo, tan atípico en su filmografía, y, cómo no, por la gloriosa Argentina, 1985 y su enorme repercusión.
La Cronosfera: Ahora estrenas Pequeña flor, que yo pensé que era la niña, pero resulta que es una canción. ¿Por qué esta inclusión del mundo del jazz en la película?
Santiago Mitre: Es una canción de Sidney Bechet que es una especie de standard en cierto jazz melódico y es el McGuffin que produce que este personaje salga de su tranquilidad y libere sus represiones. Es una película que hice por puro placer y de la cual me siento muy afortunado. Conozco a Iosi Havilio, el escritor. Leí varias de sus novelas y es uno de los escritores que me gustan y de los que compro sus obras cuando editan algo nuevo. Con Iosi, además, tenemos un vínculo parecido a la amistad, y nos encontramos un tiempo después y hablamos mucho sobre la novela. Y durante esa conversación me quedé con la idea de ‘¡qué divertido filmar esta novela!’ Me gustaría mucho adaptarla y poder filmarla.
Yo estaba trabajando sobre el final de mi película anterior, La cordillera, y la productora francesa, que sabía que yo tenía ganas de trabajar en esto, me cerró la negociación de la adquisición de los derechos con la editorial. Pero me dijo que la tenía que filmar en Francia. Y me pareció una idea divertida que se salía de la lógica de lo que venía haciendo. Se lo conté a Iosi y le pareció una idea estupenda. Sus padres se exiliaron en París y pasó casi toda su infancia en Francia. Yo me entregué a un proceso del que estoy agradecido.
Un director va haciendo películas de acuerdo a sus intereses, necesidades. Yo vengo haciendo películas sobre política porque la política me interesa mucho como territorio desde el cual trabajar, así que los mecanismos de financiamiento esperan que uno siga en la línea de cine que hace. Pero tuve la suerte de tener una productora que creyó que yo podía hacer una comedia negra, sentimental y fantástica como ésta, y me ayudó a hacerla posible. Eso me abre un campo cinematográfico que no había probado y me alegro. Voy a seguir haciendo películas sobre temas históricos y políticos pero también espero poder hacer estas otras, más sensibles y más alocadas.
La Cronosfera: Daniel Hendler es un actor que me gusta desde siempre, pero es inevitable preguntarse si no te habías planteado trabajar con Ricardo Darín también en esta película. Si él no quería trabajar en francés, ese tipo de cosas.
Santiago Mitre: Soy muy amigo de Ricardo, así que en cualquier película me plantearía que él estuviera, pero en este caso no daba con la edad. De hecho, Dani estaba en el borde. No, en realidad no, Dani está bien. Parece más joven de lo que es. En el caso de Ricardo sí le conté la película y le parecía divertidísima la posibilidad que le daba a un actor de hacer lo que hace aquí el protagonista. Lo conversamos como conversan dos personas que les gusta el cine, pero no se lo propuse.
La Cronosfera: ¿Cómo es ese juego con el vecino? ¿Todo está en la novela?
Santiago Mitre: Todos los elementos centrales de la película están en la novela, aunque hay muchas cosas que están modificadas o extendidas y otras que se sacaron para privilegiar lo que a nosotros nos parecía más importante. Una de las cosas que modificamos es que la novela está narrada como monólogo interior del protagonista, de José, y nosotros en la adaptación decidimos cambiarla a la del vecino. No sé por qué. Porque nos parecía divertido como inicio. Como que podía hablar con un nivel de desapego e ironía que nos parecía mejor que la voz en off de José, que era un poco más tradicional.
La Cronosfera: El psicólogo gurú al que interpreta Sergi López, ¿es una parodia o es una realidad?
Santiago Mitre: Si uno tuviera que dividir a los personajes de la película, los que tienen alguna raigambre con el mundo que vivimos son solo José y Lucie. Yo sé quiénes son. Son reconocibles. En los otros caso no, en los otros casos son juego. La lógica de la película abandona por completo el realismo a partir del giro principal. El personaje de Sergi está en la novela. Es un psicoanalista medio mago medio ‘jodorowskiano’. Eso está en la novela pero nosotros lo expandimos y lo convertimos en un elemento decididamente de comedia. Más allá de que también expresa cierto terror y peligro, y para eso Sergi es bárbaro porque es un actor con una virilidad extrema que mezcla lo sensual con lo tierno y lo aterrorizante. Es como un actor que combina muchas energías, algunas contrapuestas. Además es un actor tremendamente divertido.
La Cronosfera: ¿Cómo estás viviendo el exitazo de Argentina, 1985?
Santiago Mitre: Estoy muy contento. La película sobrepasó nuestras expectativas. Eran altas pero han logrado cosas que no pensamos que iba a lograr. La manera en la que se conecta con el público, en Argentina y en muchos lugares del mundo, que pueden utilizar esta película para pensar sobre deudas o heridas que su historia no ha terminado de resolver, o que no se ha resuelto de la manera que era necesario. Por eso es interesante darse cuenta de que haber hecho una película sobre un hecho tan puntual de un momento en la historia de Argentina es, a su vez, una película que conecta tan directamente con países y sociedades con historias distintas. Habla de la consolidación de la democracia a través de la Justicia, a través de lo que está bien. La fragilidad de la democracia, los miedos a ciertos discursos poco democráticos que crecen en el mundo. Es algo que muchas sociedades tienen y la película sirve como territorio para pensar en eso.
La Cronosfera: Desde que Argentina, 1985 se vio en el Festival de San Sebastián estoy leyendo a muchos compañeros decir que les da envidia que en España no se haya podido producir lo mismo.
Santiago Mitre: Eso está bueno que suceda. Que se pueda hablar sobre lo que se hizo y lo que no se hizo. En España y en otros lugares, porque cada país manejó la transición hacia la democracia de la manera que pudo. Así que, que aparezca esta reflexión en la sociedad española a partir de esta película tan argentina es inesperado y muy interesante.
La Cronosfera: ¿Cómo crees que va a recibir el público, aquí en España, Pequeña flor teniendo en cuenta que es tan distinta a Argentina, 1985?
Santiago Mitre: Supongo que se van a sorprender. Y eso está bueno que suceda. Y supongo que también se van a divertir. El que venga creyendo que va a ver una película política se va a sorprender aún más. Pero es algo que me alegra haber podido hacer y que me alegra que el cine me haya permitido hacer.
Silvia García Jerez