RIC OCASEK, ICONO DE LA NEW WAVE
En la madrugada del pasado lunes nos llegó la noticia de que “Ric” Ocasek (nacido Richard Otcasek) había sido encontrado muerto por causas desconocidas en su apartamento de Manhattan, y, como suele pasar en estos casos, los medios y las redes aprovechan para recordar los éxitos y reivindicar los méritos de los Cars, el grupo en el cual Ocasek había sido su alma mater, aunque cada uno de sus miembros tuviera un activo papel en él, como luego comentaremos… El cadáver de 70 años (75 según otras fuentes) había sido encontrado al acceder al apartamento por Paulina Porizkova, la ex modelo checa que empezó su carrera en los 80s y a la sazón última ex esposa de Ocasek, del cual se había separado hacía pocos meses de un modo amistoso tras 30 años de matrimonio, como ellos mismos se encargaron de proclamar en una nota de prensa.

Ocasek había conocido a Porizkova en la grabación del videoclip de “Drive”, su mayor éxito en listas, donde la checa era la protagonista junto con Benjamin Orr (nacido Ben Orzechowski), el bajista y vocalista en esta canción, e igualmente núcleo del grupo, al cual conocía desde los viejos tiempos en que a Ocasek le expulsaban de institutos y colleges de Boston. y con el que trabaría amistad personal y musical hasta el final. Mientras Ocasek y Orr empezaron sus primeros pinitos folk a principios de los 70s, conocerían a Greg Hawkes, multi instrumentista de gran talento que hizo una colaboración al saxofón con ellos, pero que luego centró su carrera en los teclados. Poco después invitaron a Elliott Easton (nacido Elliot Steinberg) guitarrista con gran virtuosidad, y a Dave Robinson, antiguo batería de los Modern Lovers de Jonathan Richman, a quien Ocasek veneraba. Robinson, a pesar de llegar el último, fue el que dio nombre al grupo y le influyó al resto para tomar una actitud más informal o pop, y dio cierto toque arty, ya que se encargaba de diseñar o idear las portadas de los primeros discos.
Los Cars pasarán a la historia, con sus 7 álbumes, por ser uno de los grupos icónicos de la New Wave de la costa este de EEUU junto con Blondie, o Talking Heads, asumiendo la simplificación del punk a base de energía e innovación, aunque tuvieran presente su inspiración en artistas emblemáticos del pop rock de los 60s como la Velvet Underground de Lou Reed y compañía. El grupo afincado en Boston alcanzó el éxito con un sonido de pop rock potente que mezclaba guitarras, teclados y sintetizadores, algo más típicamente británico, así como coros armónicos, letras sobre chicas misteriosas y diversión que arropaban la voz temblorosa característica de Ric Ocasek.
Llegaron a vender más de un millón de copias de los primeros 5 álbumes, ya que el sexto adoleció de una cierta inercia sobre el anterior y así lo juzgó tanto su público como ellos mismos, que reconociéndolo decidieron separarse en 1988 tras 10 años de carrera exitosa. Se volverían a juntar en 2011 para un último álbum, “Move Like This”, que sonaba tan fresco como en su mejor época. Atrás quedaban éxitos desde 1978 a 1982 como “»Just What I Needed», «My Best Friend’s Girl», «Let’s Go» (con Benjamin Orr en la voz principal) o «Good Times Roll», «Touch and Go» y «Shake it Up»(con Ocasek en la voz principal), todos ellos exprimidos por la magia del productor británico Roy Thomas Baker, que se había labrado fama de experto en sacar buen sonido gracias a producir a Queen, por ejemplo.
Ocasek, en todo caso, cantara quien cantara los éxitos (reservándose las letras románticas para Orr y las más imaginativas o neuróticas para Ocasek) siempre se reservaba su papel de compositor por excelencia del grupo, y por lo tanto se erigíó en su líder, aunque cada miembro fuera brillante en su papel. El gran fogonazo del grupo llegó gracias a su 5º álbum, “Heartbeat City” (1984). Decidieron cambiar de productor por John “Mutt” Lange, con experiencia previa en sonidos más heavy como Def Leppard o AC-DC. Lange, perfeccionista del sonido, sacó a base de sesiones eternas de grabación un sonido todavía más grandilocuente y ampuloso, que fue la envidia de la tribu pop. La canción que da título al disco, “You Might Think» (con un videoclip premiadísimo donde Ocasek perseguía a una chica de modo obsesivo encarnado hasta en una mosca), «Magic», o «Hello Again», de un pop contagioso y pegadizo todas ellas cantadas por Ocasek, catapultaron al éxito mundial del grupo, ayudados por unos videos coloristas y divertidos con efectos visuales donde los ordenadores empezaban a dejar su huella, justo cuando el canal MTV y su influencia estaba en plena ebullición. Andy Warhol también les apadrinó dirigiendo el concepto del videoclip de “Hello Again”, donde aparecía él mismo haciendo un cameo junto con chicas en top less y coches de juguete que se desplazaban por cuerpos femeninos semidesnudos.
Hello Again (versión sin censura, en youtube no sale):
A finales de ese año pudimos contemplar en la segunda cadena de TVE la versión sin censurar de este videoclip en el programa de “La Edad de Oro” de Paloma Chamorro, quien hizo un monográfico sobre sus últimos videoclips que llegaron a ser calificados de obras de arte, aunque ahora nos parezcan naif. No en vano, su conexión con el arte ya se data en su 2º álbum, “Candy -O”, usando en su portada el arte del famoso dibujante peruano de pin ups Alberto Vargas. Otros recordamos los videos del álbum “Heartbeat City” rotando en bucle en las pantallas de TV que había en los altillos de Rock-Ola, la emblemática sala de la Movida Madrileña donde los Cars eran clásicos en la pista de baile. La figura hierática y delgada del larguirucho Ocasek, con su estampa típica oculto en gafas de sol, siempre era un atractivo. El cenit de su carrera fue su aparición majestuosa del grupo en el masivo concierto de Julio de 1985 de Live Aid, donde Bob Geldof nos concienció a todo el planeta sobre la necesidad de paliar la hambruna de Etiopía. Además, la balada “Drive” de este último disco, gracias a su letra, fue la elegida para ilustrar de fondo los clips concienciadores con imágenes de la tragedia que Geldof divulgaba por medios y televisiones apelando a nuestra conciencia, lo cual la catapultó al éxito total. Ocasek a cambio cedió los royalties por su uso a la fundación del benefactor irlandés.
La inspiración y las ganas de Ocasek de seguir experimentando produjo una carrera en solitario irregular con 8 albumes que empezó incluso antes de la disolución de los Cars. Tan sólo el single “Emotion In Motion” llegó alto en listas. Una vez casado con la Porizkova, su vida artística se estabilizó, llegando a estar en nómina como productor para el sello Maverick cuya propietaria es la misma Madonna, y produciendo a grupos de éxito indie como el primer álbum de Weezer. Ya con los Cars había cogido carrerilla produciendo a artistas de culto de la dark wave como Alan Vega, Romeo Void, el mismo Iggy Pop (fan suyo) o un disco de versiones de la misma Bebe Buell, la modelo y cantante también famosa por ser madre de la actriz igualmente bellísima Liv Tyler, junto con el cantante de Aerosmith. El talento de Ocasek se echará de menos, pero su toque y visión en la música pop de la ultima parte del siglo XX quedará para la posteridad. Se encontrará allá donde sea que vaya con Benjamin Orr, su amigo y compañero musical del alma, quien también nos dejó en 2000, víctima de un cáncer. Descansen en paz ambos.
© JAVIER SAN VICENTE