PIXELS: LA VENGANZA DE LOS JUEGOS DE ARCADE

Pixels

Alguien deja un televisor de tubo en un lugar destinado a desperdicios en el Nueva York actual, y pese a que el aparato está desenchufado, se enciende solo y la mecha de la bomba que aparece da paso a una explosión tras la cual la ciudad se llena de muñequitos de Arcade que van haciéndola desaparecer, a merced del ComeCocos o el Tetris, que al completar una fila baja la planta entera de un edificio.

Pixels: La pelicula

Dos minutos en los que los antaño inofensivos juegos recreativos destruyen la Tierra con enorme facilidad. En eso consitía el brutal cortometraje «Pixels», de Patrick Jean, descrito como «la invasión de las criaturas de 8-bites» y disponible en Internet para todos los que tengan curiosidad ante el origen de la última película del cómico Adam Sandler, titulada exactamente igual que su versión reducida.

La idea de que la Tierra se vea atacada por los videojuegos de Arcade porque unos extraterrestres que reciben las imágenes con sus personajes las malinterpretan y las toman como una declaración de guerra, respondiéndonos en los mismos términos, es sencillamente prodigiosa. ¿Qué podía, entonces, salir mal, para que «Pixels» no alcance la gran nota a la que, inspirado por su corto, debería llegar?

El corto no cuenta con actores, dato importante donde los haya. La película la protagoniza, entre otros, Adam Sandler, un actor siempre identificado con la comedia, pero que ha brillado mucho más cuando se ha acercado al género dramático, caso de «Punch-Drunk Love», de Paul Thomas Anderson, también conocida en España con el rimbombante y literal título «Embriagado de amor», o «Click», film que empieza de una forma muy simpática pero donde los acontecimientos derivan hacia una situación estresante que de comedia tienen más bien poco.

En «Pixels», Sandler se zambulle sin complejos en el género que le ha dado la fama, el más agradecido queexiste: nadie pone inconvenientes a ver una, todos queremos reírnos y pasar el mejor rato posible y parece que con la comedia el reto está superadode antemano. Pero a veces no es el caso. Las carcajaPixels cortodas pueden quedarse en sonrisa y saber a poco, y la gran diversión prometida mantenerse en el discreto encanto del entreteminiento con el que se pasa el tiempo sin que éste deje huella.

Chris Columbus, artesano que clavó con su ópera prima, «Aventuras en la gran ciudad», un cine para niños y adolescentes de lo más defendible, firmó «Solo en casa» poco después, convirtiéndose en el rey de la industria. «Señora Doubtfire, papá de por vida» lo mantuvo como tal y encargarse de que Harry Potter tuviera éxito en su traspaso de la literatura a la pantalla grande fue un hito que nadie puede negarle.

«Pixels» la dirige pero no la escribe. Gran error, tratándose del autor de los libretos de «Gremlins» o «El secreto de la pirámide», porque no está de más pensar que si Columbus hubiera firmado el guión, éste brillaría como los de aquellos.

Pero no acaba de hacerlo. Tras una presentación de personajes un tanto alargada, aunque necesaria, entramos en la batalla, en lo que nos ha traído a la película. El aroma ochentero que pide el argumento se hace patente y eso es bueno, porque el film está dedicado íntegramente a los fans de los juegos de Arcade. Serán ellos los héroes que se enfrenten a la invasión de Pac-Man y demás diseños de la casa y a ellos habría que guardarles la coherencia de que la película mantuviera el nivel que por momentos tiene, en lugar de pisar sobre el rebaladizo terreno de una ficción con los fallos de muchos de los juegos de la actualidad: pese a lo enganchados que podamos estar con ellos, muchas de sus pantallas son de lo más decepcionantes.

Silvia García Jerez

@silbidos

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