LA OVEJA SHAUN, la película: GRANJAGUEDON
La oveja Shaun está de vuelta. Y eso, a quienes amamos la animación Stop-Motion en general y a los trabajos que produce la factoría Aardman en particular, nos llena de alegría y de ganas de acercarnos al cine donde proyecten su siguiente maravilla.
Los estudios Aardman, británicos ellos, a cuya cabeza se encuentran los genios Peter Lord y Nick Park, fundadores de la empresa y director, éste último, de los cortometrajes sobre Wallace & Gromit, el inventor bonachón amante del queso y su perro, que ganaron Oscars por, entre otros, Los pantalones equivocados y Un afeitado apurado, además de ganar también la dorada estatuilla con su largometraje de animación: La maldición de las verduras, son de esas productoras que uno ansía encontrar en las pantallas más a menudo de lo que concurren en ellas.
Chicken Run: Evasión en la granja, codirigida con Peter Lord, fue otra de las joyas del estudio, y el año pasado estrenó Cavernícola. Con lo complicado que es hacer animación con plastilina, en Aardman no saben lo que es el descanso y este año nos llega una nueva entrega de La oveja Shaun, que no dirigió ninguno de los dos, sino Mark Burton y Richard Starzak, con todo el sello de Aardman en el resultado final.
La oveja Shaun: La película, nacida de la serie de cortos que se originaron en 2007, tras el éxito de Chicken Run, también fue muy bien recibida en la taquilla. Se trataba de un divertimento de primera clase, con personajes llenos de ingenio y situaciones hilarantes en las que los diálogos solo existían a partir de ruiditos y sonidos ininteligibles, no con palabras, aunque se les entendía casi mejor que si hablaran.
Era normal que el estudio decidiera ponerse a rodar una segunda parte y ahora nos llega La oveja Shaun, la película: Granjaguedon, posiblemente el mejor título de la temporada, hagamos también esa observación.

La nueva entrega de La oveja Shaun se centra en la llegada a la granja de Lu-La, una pequeña extraterrestre, un bebé que aterriza en la Tierra desde su planeta y que en seguida se gana el corazón de Shaun y del resto del rebaño. Pero ella lo que en realidad quiere es volver a casa. Echa de menos a sus padres, y quiere poner remedio al error de haber venido a visitarnos.
Así que cómo no ayudar a un pequeño extraterrestre que no sabe bien cómo manejarse en la Tierra y que allá donde va, un supermercado, por ejemplo, es capaz de armar grandes líos. Hay que hacer lo posible por volver a reunirla con sus padres, y a eso se va a dedicar la granja, en contra de los deseos de una mujer malvada que pretende que nunca pueda despegar hacia su primigenio destino.
La oveja Shaun, la película: Granjaguedon es una nueva muestra del talento de Aardman para hacer animación como nadie. Un estilo propio que resulta tan tierno como divertido y que los hace únicos en el género, pero si nos ponemos exquisitos y miramos con objetividad más allá del reino de la dificultad de animar personajes tan maravillosos, hay que reconocer que esta secuela de la oveja Shaun es inferior a la primera entrega.
La primera era mucho más divertida, más fresca, con un ritmo más frenético del que esta, que al ser más tierna, más infantil debido a la presencia de su protagonista, carece. Granjaguedon es más sosegada, aunque tenga sus momentos disparatados, pero es menos compacta, menos contundente como película.
Aunque es un paso adelante con respecto a Cavernícola, el estreno anterior del estudio, que era claramente inferior dentro de una filmografía donde ese título es de las pocas tachas que se le pueden encontrar. Con Granjaguedon vuelven a subir el listón y se sitúan en el espectro de los films acertados sin acabar de ser tan redondos como en otras ocasiones.
Cierto es que el personaje de la niña extraterrestre es delicioso y sus travesuras son tan admirables a nivel de psicología infantil y de animación como tristes resultan ser sus pasos en falso, los errores que la alejan de sus padres y que lamentamos como si fuéramos nosotros parte de esa granja que la quiere ayudar.
El resultado final no es lo sobresaliente que acabó siendo La oveja Shaun: La película, aunque no es de desdeñar el plan de que, cuando ambas estén en el mercado doméstico, se realice una sesión doble con los dos títulos. De hecho será hasta una buena idea.
Silvia García Jerez