Oink Oink: Knor, el cerdito en la granja
Oink Oink es la historia del abuelo Tuitjes, charcutero de profesión, (Kees Prins) de la verdadera protagonista: Babs (Hiba Ghafry) y su cerdito Knor. Aunque existe una rivalidad latente del abuelo Tuitjes con otro carnicero, de apellido Smak (Johnny Kraaijkamp) desde el comienzo del metraje (tras quedar descalificados en la 75º edición) este conflicto quedará resuelto en vis cómica, como una screwball comedy de los años cincuenta, cargada de chistes sobre caca.
La directora de Oink Oink, es la holandesa Masha Halberstad, es una enamorada de los animales y en especial de uno en concreto. Se pueden percibir cierta denuncia hacia la industria cárnica y sentimiento de lucha por la consumición de salchichas en un país que recibe mucha influencia de Alemania. También parodia los concursos y ferias en las que se premia la pasión por la carne de cerdo.
La producción se alargó durante unos siete años y medio. Mucho más fantástico y (con un subtexto) oscuro que los cuentos de Roald Dahl, autor cuyo ADN se encuentra en el cuento original «De wraak van Knor» (la venganza de Oink) de Tosca Menten, historietista holandesa de libros infantiles, pero con un mensaje dirigido a los adultos de la sala. Las historias de Dahl son amables mientras que las de Menten «son para los más pequeños» afirmación directa, El primero dijo que la «amabilidad quizás sea mi atributo favorito en un ser humano.»
Masha Halberstasd ha dirigido cortometrajes, anuncios de televisión (para la FIFA) y hasta videoclip musicales para grupos como The Prodigy. Oink Oink es su primer largometraje en solitario y se estrenó´en la pasada edición del festival de Berlín. Casi siempre en formato stop-motion puppet (puesto que también hay claymation en una de las secuencias más divertidas que incluye una carrera de babosas) y una suerte de imperfecciones que hace aún más original la idea de rodar esta película con marionetas. Especial atención al detalle de los personajes de
Lo mejor: la secuencia de la persecución final, homenaje a Mad Max: Fury Road.
Lo peor: los chistes constantes sobre el cerdito haciendo aguas mayores y una programación en salas relegada al horario matinal.