Mauricio Isaac
A Mauricio Isaac lo puedes ver en Los pecados de Barbara, ó Narcos, México, ó en la peli de Luis Estrada, El infierno haciéndola de J.R.
LA CRONOSFERA: ¿Qué estabas haciendo antes del estado de alarma?
MAURICIO ISAAC: Estaba grabando la nueva temporada de Narcos México y también estábamos apunto de empezar la gira de la obra de teatro La desobediencia de Marte de Juan Villoro, que la hago con Victor Trujillo. Estaba contentísimo conmigo y con mi pareja. Todo pintaba muy bien. Económicamente estable, con proyectos muy chingones que me hacían muy feliz. Y ahora… no tengo nada de eso (Risas). Sin trabajo, sin mi chica. Es un momento muy cabrón. Fíjate, es como si alguien te dijera: “Te vamos a quitar todo eso que te da tanto confort y te hacia hacerte bien pendejo para que te ocupes de las cosas que tienes que resolver”. Eso es lo que me esta pasando o al menos eso es lo que yo quiero pensar. Para mi hay una definición: Esto que nos esta pasando es una pausa en dónde se mueve todo. Aparentemente esto se detuvo y a mi, todo se me movió. Todo se me ha movido emocionalmente. Había dejado pasar cosas que no había resuelto. Terapéuticamente, económicamente, sentimentalmente. De alguna manera sabemos que en la vida no hay nada seguro, pero este virus nos a venido a recordar esto.
Curiosamente a mucha gente le dio por descubrir sus nuevos talentos, “ahora pinto”, “ahora cocino”, “ahora diseño una casa”, a mí no me dio por ese lado, he preferido echarme un clavado dentro de mi, para ser mejor persona y eso es importante con pandemia o sin pandemia. Para mi la pandemia tiene que ver conmigo y desanudar los nudos que tengo aquí, dentro de mi persona e intentar deshacerlos.
Aparentemente esto se detuvo y a mi, todo se me movió.
LA CRONOSFERA: ¿Y en tu disciplina actoral? ¿Cómo te ha influido?
MAURICIO ISAAC: Fue muy curioso porque al principio pensaba que no había nada que hacer, más que atenderse a uno mismo, pero luego te empiezas hacer pendejo, ¿no? Es decir, me levantaba con toda la calma del mundo porque no hay a donde ir, hacia estiramientos, luego desayunar, leer, empece con el entusiasmo de “Ahora si, me voy a dar mi tiempo”. Entonces me di cuenta que estaba haciendo todo a medias, “que si medio que leía, que si medio que hacia ejercicio, que si medio veía una película” todo a medias. Al final, me di cuenta de que estaba viviendo un estrés, porque te viene a la cabeza las preguntas :- ¿Qué viene? ¿Qué va pasar ahora? ¿Cuando me voy a incorporar al trabajo? ¿El dinero? ¿Mi vida social? Puro estrés.
Con mucha paciencia, con mucha observación en uno mismo, pero también en el otro, en mi pareja y de que los momentos de soledad son muy importantes, porque si no respetas esos momentos, siempre estarás en el afuera y es importante estar en el adentro. Luego, en el desarrollo de esta pandemia fumo más y luego estoy como más pasivo.
Lo importante es la persona, no el curriculum.
LA CRONOSFERA: ¿Qué piensas hacer cuando termine todo esto?
MAURICIO ISAAC: En principio me ha quedado algo muy claro, “para vivir nos es fundamental tener muchas cosas”, es mas importante «Ser, que Tener«. Todo se puede ir a la chingada de la noche a la mañana, poder disfrutar de lo que tienes, estar en el aquí y ahora. Agradecerlo, disfrutarlo y aceptarnos. Aceptar lo que somos y lo que tenemos dentro, compartir tus virtudes. Me di cuenta que me la pase trabajando todo el tiempo, trabajando, trabajando, generando lana y no me daba tiempo para leer o rascarme la panza. Yo no tengo religión, pero es importante proteger tu espíritu y tu alma, y eso tiene mucho que ver con el otro, si respeto al otro me respeto a mi, y si yo me respeto a mi, los demás me van a respetar. Y esto se aplica para todo. Me he dado cuenta que he vivido muchos años para los demás y muy pocos para mi. Queriendo agradarle al otro. De aquí en adelante tengo que recuperarme.
LA CRONOSFERA: ¿Qué has aprendido de esto?
MAURICIO ISAAC: “Recuperándome a mi, recupero todo lo que hay a mi alrededor”. Viviendo hacia el afuera, no voy a encontrar nada chingón, si no pura superficialidad. Estoy recuperando mi verdadero yo, que ya estaba olvidando. Quiero ser mas legitimo. Lo importante es la persona, no el curriculum.
Es importante ponerle pausa a la vida para dejar que se mueva todo.