LA PARED. Ecofeminismo y el desvanecimiento de la humanidad

La pared, de Marlen Haushofer (Volcano). Traducción de Claudia Toda Castán

Los recuerdos de la cuarentena pierden cuerpo, aunque ahora acechan silenciosos como un salvaje felino al divisar a su presa. No quería adentrarme en otro confinamiento y comencé La pared un poco reticente, ya que nos devuelve de forma más drástica hasta aquel marzo casi difuso. Sin embargo, la distopía creada por Marlen Haushofer me infundió cierta serenidad, algo prácticamente inconcebible en este precario presente.

La protagonista de la historia viaja a los Alpes para pasar unas pequeñas vacaciones con su prima y su marido. Un día, ambos bajan al pueblo en busca de provisiones, pero no regresan. Extrañada, la mujer  sale a averiguar dónde se encuentran cuando en medio del camino tropieza con una gran pared dura, firme y transparente que le impide pasar. Y lo que es peor… tras esa insólita pared se ha pausado la vida, nada se mueve ni respira. Se ha quedado con la única compañía de Lince, el perro de la familia, y de la propia naturaleza. Si pretende sobrevivir, no le quedará otra opción que reinventarse y valerse por sí misma.

«Llevo dos años y medio pagando las consecuencias de que aquella mujer estuviera tan mal preparada para la vida real»

La novela nos guía por las andanzas de la superviviente a este extraño fenómeno. Su escritura a modo de informe incluye tanto pasajes de su día a día como preocupaciones y reflexiones que brotan en su mente. A partir del encontronazo con la pared, la protagonista reacciona con una rapidez inaudita: crea una especie de fuerte dentro de la casa, se hace con provisiones y también con algunos animales que podrían serle de ayuda. Emplea su tiempo tratando de entender el campo, de labrarlo de manera adecuada, e inspeccionando casas en busca de alimentos u otra alma perdida igual que ella. Resulta emocionante seguir su aprendizaje; la forma en la que prueba y falla, se levanta y sigue probando. Todavía más emotiva resulta la relación que forja con los animales que la rodean. El cuidado y amor de esos nuevos compañeros será vital para que pueda salir adelante.

«A veces anhelo que llegue un tiempo en el que ya no exista nada en que volcar mi corazón. Estoy cansada de que se me arrebate todo. Pero no tengo escapatoria porque, mientras haya en el bosque una criatura a la que amar, la amaré; y si alguna vez no queda nada, mi vida habrá llegado a su fin»

La pared La Cronosfera
Cubierta La pared

La editorial Volcano no cesa en su empeño por rescatar títulos de autoras que transitan la naturaleza mediante una conmovedora lírica. Ocurrió así con La tierra de la lluvia escasa, de Mary Austin, y ocurre de nuevo con La pared, de Marlen Haushofer. Publicada por primera vez en 1963 bajo el título de El muro, la novela causó sensación en la Austria de posguerra. Tempranamente olvidada, el movimiento feminista le ha devuelto su importancia al ser una obra que pone en primer plano la opresión y subordinación sufrida por las mujeres.

El texto cuenta con una interesante mirada introspectiva. La mujer ahonda en las vicisitudes de su vida anterior mostrando, con cierta timidez, la total dedicación que supuso la crianza de sus hijas y el cuidado de su marido. Ella misma afirma lo vacía que se sentía, el malestar que ocupaba su estómago. Ese rol de cuidadoras, con sus deberes y ocupaciones, ha sido impuesto por una sociedad patriarcal. Haushofer lo pone de manifiesto para señalar la asfixia que suponía –y todavía supone- para tantas mujeres su propio hogar.

«Hoy mismo ya no soy la persona que era. ¿Cómo voy a saber hacia dónde voy? Quizá me he alejado tanto de mí misma que ni siquiera soy consciente»

Diría que el punto fuerte de La pared es la amplitud de temas que resguarda bajo sus palabras. Al leer la última página, el cuerpo se estremece imitando el roce de una tenue caricia que se desliza sobre la piel. Una sensación que todavía me acompaña al reflexionar acerca de nuevas cuestiones dentro de esta cuidada narración. No obstante, creo que me quedo con la paz que me aportó, a pesar del desamparo y la soledad evidentes. Donde otros verían pura desesperación, Marlen Haushofer rescata la belleza que reside en un brutal aislamiento, haciendo de él un espacio para el autodescubrimiento, la reflexión y el amor por la naturaleza. Halla en un entorno angustioso la mullida calma.


Enlace a la web de la editorial Volcano, aquí. También podéis seguir su cuenta en Instagram, @volcano_libros, para estar al tanto de sus novedades.

Alba González

Alba Gonzalez

Pegada a un libro desde 1993. Compagino la comunicación y relaciones públicas con la escritura, colaborando en varias webs de contenido cultural. Sueño con escapar periódicamente del caos madrileño para volver a pisar mis playas pontevedresas; leer a Clarice Lispector junto al mar, escuchando a Radiohead de fondo, es todo lo que necesito.

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Un comentario en «LA PARED. Ecofeminismo y el desvanecimiento de la humanidad»

  • Tras leer la reseña de Alba sobre La Pared , supe que quería leer ese libro ; me ha enganchado desde el principio ; la autora consigue que te sumerjas totalmente en esa extraña realidad ( quizá los tiempos de aislamiento que vivimos ayuden a ello ) y llegues a sentirte la protagonista de la historia ; me ha parecido un ejemplo de superación y de ganas de seguir viviendo …

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