Entrevistamos a los ANGRY BIRDS

Angry Birds, el popular juego en el que los pájaros tratan de matar cerdos, primero tuvo sus muñecos de peluche y ahora tiene su película. Destinada sobre todo al público infantil, que es el que más la aplaudirá, la cinta llega a los cines el día 13 de mayo. Eso sí, debería titularse en España Pájaros Cabreados, que es su traducción a nuestro idioma, aquel en el que va a verse mayoritariamente la película. Es decir, que en nuestro país no escucharemos a Jason Sudeikis o a Maya Rudolph, sino a Santiago Segura, Álex de la Iglesia, José Mota o Cristina Castaño. Con ellos habló La Cronosfera en una divertida jornada desarrollada en el perfecto emplazamiento del madrileño Hipódromo de la Zarzuela.

Silvia García Jerez con los Angry Birds en el Hipódromo de la Zarzuela
Silvia García Jerez con los Angry Birds en el Hipódromo de la Zarzuela

Para comenzar la charla, nada mejor que un repaso a sus experiencias como dobladores:
Álex de la Iglesia.- Yo ya hice el doblaje de Toy Story, Los increíbles y Rompe Ralph. También he dirigido el doblaje de mis películas y el algunos videojuegos para PlayStation. Y en este caso ha sido duro porque el personaje era complejo, pero afortunadamente he tenido un director de doblaje buenísimo. Añado que los directores somos los más disciplinados porque siempre estamos deseando que nos hagan caso, así que yo encaré la tarea pensando que iba a hacer exactamente lo que dijera el director. Y gracias a su habilidad ha quedado muy bien.
Cristina Castaño.- Este era el primer personaje que yo doblaba. Yo había doblado otras cosas, en series, que necesitas mejorar el sonido, y también alguna película, pero como personaje de animación era el primero. Lo que pasa es que no me resulta extraño ni ajeno porque mi hermano es director de doblaje y he estado metida desde siempre en salas de doblaje, he jugado de pequeña a doblar en casa, y lo he disfrutado mucho ahora. Espero poder repetir… en las quince sagas que se hagan de esta película (Risas)
Santiago Segura.- Yo cuando empecé en el doblaje eran seis tíos en el atril esperando a decir sus frases. Ahora se dobla todo en pistas, por lo que no tienes que ver a nadie. Con lo cual es un muermo, sobre todo si el otro actor que comparte cartel contigo es amiguete. Este método de ahora es mucho más negativo. Es positivo en el sentido de que vas mucho más rápido, porque antes, cuando empecé, estábamos todos juntos y hacíamos el take (cortes en que se dividen las películas a la hora de doblar) seguido. Ellos eran buenísmos y yo un principiante, así que aunque yo solo tuviera una frase, si no la decía bien lo teníamos que repetir todos, y me miraban fatal. Pero yo creo que se doblaba mejor antes. Hablo de técnica. Es como si me preguntas por si era mejor el vinilo, que había que darle la vuelta y sonaba a huevo frito, o el CD. Los puristas te dicen que el vinilo, pero es que todo tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Yo empecé montando en moviola, como Charles Chaplin, la segunda vez ya fue con AVID y tenía muchas ventajas pero también sus problemas. En el doblaje igual, si te mueves tres frames (Cuadros, fotogramas), eso se puede corregir y eso antes era impensable. O lo hacías idéntico clavao, o había que repetir. La técnica ha facilitado esto, pero no necesariamente lo ha hecho mejor a nivel interpretativo. A menos que tengas grandes profesionales o genios como José Mota.
José Mota.- Depende de lo que te propongan, pero bueno, queda por aprender todo, porque hay mucha gente que lleva muchos más años que nosotros.
S.S.- ¿Y qué? Eso también hay que decirlo, Nosotros llevaremos poco tiempo, pero a ellos les sale algo en cine o teatro y lo hacen. Y no es intrusismo ni nada.
J.M.- Ya lo sé, pero todo lo que conlleve que ellos lleven treinta años, ya son más. Yo, por ejemplo, al doblar, necesito tener uno de los cascos siempre puesto, y el otro fuera. Necesito oírme pero también oír para cuadrar mejor lo que estás haciendo.
S.S.- Yo es que me tengo muy oído ya, y me pongo los dos cascos.

Los pájaros a los que doblan José Mota (Izquierda) y Santiago Segura (Derecha)
Los pájaros a los que doblan José Mota (Izquierda) y Santiago Segura (Derecha)

¿Cómo llegaron estas personalidades de nuestro cine a los Angry Birds?
Á.I.- Lo primero no es que recibes un guion, lo primero es que te llaman y te preguntan si quieres hacer de rey cerdo. ¿Perdona? ¿Por qué yo? (Risas) Y luego la gente se pone un poco nerviosa porque te tiene que reconocer que «te hemos llamado a ti porque estás muy gordo y porque te pareces un montón al personaje», y la verdad es que es cierto. El Rey cerdo pretende ser carismático y simpático y en realidad está engañando a todo el mundo y llevándoles a su terreno, y eso es lo que hacemos los directores, así que digamos que conocía perfectamente al personaje.
S.S.- José es que está en la ruina. Entonces él preguntó ¿Pero pagan? Y entonces ya se decidió.
J.M.- Esa fue la condición. No, me llegó a través de la oficina. Que te han llamado para hacer un doblaje. ¿De qué va la peli? Veo cuál es, ves presupuesto, y si te interesa lo haces.
S.S.- Mi idea es hacer cada año una película o cada dos años una película de animación. Entonces, elijo una que me guste pero que también sea divertida para niños y mayores. Que si los mayores llevan a su hijo que no salgan pensando que ha sido un tueste.

Matilda, el personaje de Cristina Castaño
Matilda, el personaje de Cristina Castaño

¿Cómo se crea un personaje teniendo en cuenta que solo puedes utilizar la voz para componerlo?
C.C.- Eso es algo que te regala el dibujo animado. Viendo sus movimientos y su cara, la voz ya te sale. Cuando eres actriz y una persona creativa, que además en mi caso llevo viviendo esto desde pequeña, sé cómo funciona. Tienes que confiar en el director de doblaje, pero también dejarte llevar. Tienes la referencia clara de la actriz americana que lo ha doblado y a partir de ahí es la base para volar.
Á.I.- Lo fundamental era que no se separara la voz del personaje. Y es de lo que estoy más orgulloso porque cuando ves el trailer ya no te escuchas a ti mismo, sino que estás viendo a un personaje.

¿Se puede improvisar cuando te llega un trabajo acabado previamente en otro país?
C.C.- El texto ya viene muy ajustado en la versión original, pero a mí sí que me ha dado espacio para jugar e improvisar. Sí veía que algunas intenciones de la actriz americana no se despertaban en mí entonces decides probar otras cosas y es cuando el director de doblaje tiene que decidir si te las compra.
Á.I.- Yo he hecho lo que he podido, pero en mi caso el mecanismo es distinto al de Cristina, porque ella es actriz. Yo quería reproducir lo más fielmente posible lo que escuchaba. Porque es una gran responsabilidad. Obviamente tengo que vivirlo y que sentirlo, porque si no suena a falso, pero estábamos condicionados por lo que ya venía hecho.
S.S.- Yo depende del director. A mí me gusta mucho tocar la adaptación. No tanto improvisar como traducirlo de una forma u otra. Hay directores muy permisivos y otros que no te dejan tanto, porque han hecho ellos la traducción y claro, piensan que es la Biblia. A veces te dicen «Es que es muy literal eso que dices tú» Bueno, y lo suyo es una interpretación. A veces tengo discusiones por eso con el director. En eso soy muy quisquilloso, porque hay adaptaciones que son muy libres. El ejemplo que siempre pongo de adaptación libre hecha por un genio es La espía que me achuchó. Es Austin Powers 2, y ves la película original y casi parece otra cosa. De hecho, fue la que tuvo más éxito de la saga.

Por pequeños que sean, estos pajaritos no dejan de estar enfadados
Por pequeños que sean, estos pajaritos no dejan de estar enfadados

¿Cómo ven nuestros dobladores el mundo de la animación en la actualidad?
C.C.- Yo veo muchas películas de dibujos animados, las que se estrenan las voy a ver. Hay películas maravillosas, como Buscando a Nemo o Toy Story.
Á.I.- Yo soy devorador absoluto de cine de animación. Desde muy joven, no solo de Disney sino todo lo que se ha hecho. Concretamente ahora vivimos una edad de oro en la que se está viendo un material de una calidad inusitada. Tenemos la suerte y el privilegio de haber nacido en la época en la que ha nacido Pixar, que han revolucionado la industria. Incluso diría que me parece frívolo hablar de animación como un género aparte de lo que se ve ahora. Ahora los mejores guiones están en el cine de animación, como en Inside Out o Buscando a Nemo, que han cambiado la historia del cine y han revolucionado la industria. Angry Birds tiene la suerte de no depender del juego y de tener entidad propia. Es una película con un guion fascinante.
J.M.- La llegada de la animación 3D ha acercado a público más adulto. Por otro lado, a mí el dibujo de toda la vida de Disney me encanta. Me gustaría que se hicieran más películas así.
S.S.- Yo creo que por desgracia, aún hoy, animación se identifica con niños. Para el gran público. Y algunas como Pos Eso, que es de Stop-Motion, o Anomalisa, son exclusivamente para adultos. Pero el hecho de ser con muñecos, como que le quita mucho ese perfil. Los estudios incluso las idean para adultos pero que las puedan ver los niños. Solo para adultos apenas se contempla.

El rey cerdo al que pone su voz Álex de la Iglesia
El rey cerdo al que pone su voz Álex de la Iglesia

Para terminar, una sabia reflexión del maestro Álex de la Iglesia acerca de la idea que se tiene de que centrarse en ciertos géneros es más divertido por el hecho de que la película pertenezca a ellos:
Á.I.- Tenemos la tendencia a pensar, y es normal, que hacer comedia o animación es muy divertido, y no es así siempre. Hay momentos

en que disfrutas mucho con el trabajo pero a la vez te angustias, y es que tiene mucho esfuerzo detrás. En este caso había tomas que repetíamos, tranquilamente, veinte o treinta veces. Yo, cuando he dirigido doblaje, también he podido estar treinta y cinco tomas con un take, hasta que tiene todo lo que tú quieres. Por un lado es muy divertido, pero tú imagínate que estás organizando una fiesta. Se confunde la fiesta con la organización de la fiesta, y eso no es correcto. Si tú eres el que organiza la fiesta igual estás preocupadísimo de que la música entre en su sitio, de que la gente pueda entrar y no se quede nadie fuera… Todo eso hace que el que organiza la fiesta no esté divirtiéndose.

Silvia García Jerez

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