BELÉN LÓPEZ : ‘Garantía personal es una apisonadora’
Belén López es como un talismán: ves su nombre en el cartel de una película y ya tenemos el arte servido. Es toda una eminencia de las pantallas, de la grande, donde ha trabajado a las órdenes de José Luis Garci o Gracia Querejeta, y de la pequeña, en la que ha brillado gracias a Hospital Central, Motivos personales, Mar de plástico o Amar es para siempre. La Cronosfera habló con ella sobre el título que esta semana llega a las carteleras, Garantía personal, sobre sus razones para hacerla y las experiencias vividas en el rodaje.
La Cronosfera: Enhorabuena porque Garantía personal es una película muy interesante y muy absorbente.
Belén López: Qué bien. Una apisonadora, así es como la llamo yo.
- C.: ¿Por qué quisiste hacerla?
- L.: Por muchas cosas, por un guion muy bien construido, por un tema del que me interesaba mucho hablar, que es la crisis, no solo la económica sino la de valores. Cuando se actúa por miedo siempre se actúa erróneamente. Siempre hay que intentar actuar por amor. Mara es una mujer a la que le cambia la vida de la noche a la mañana, se le va esa seguridad a la que ella se había agarrado. Siente que va a perder todo aquello por lo que ha luchado toda su vida y va a pelear con uñas y dientes para salvaguardarla.
- C.: ¿Te ves reflejada en ese personaje?
- L.: Yo soy luchadora y soy valiente también. Además la crisis es un tema que me toca directamente. Yo perdí a mi padre en la crisis del 93 y por eso me llamó mucho la atención el tema a abordar.
- C.: La película se enclava dentro del thriller. ¿Hay un boom del thriller en España o es parte del amplio abanico de géneros del cine de nuestro país?
- L.: Claro. Eso es lo que me gusta que digas, porque el cine aquí en España es como si fuera un género y no lo es. Dentro del cine español hay muchísimos géneros. Es verdad que al público español le gusta mucho el thriller, que casi nos hemos especializado en él y la verdad es que se hacen muy buenas películas de este género y que el público las va a ver. Pero a mí de esta película me interesa que sea un noir, que se llaman, pero con temas actuales muy reconocibles por todos, con tipos de personas con las que te puedes identificar. Mara es una provinciana, una mujer trabajadora, que tiene una tienda de complementos. Hay un policía, un banquero. Todo el público se va a sentir identificado con alguno de los personajes. A mí además de que es un thriller, y de que Rodrigo lo ha sabido retratar muy bien, lo que me interesa de esta película es que es una película de personajes, y es lo que me parece que la hace especial. Yo animo al público a que la vea porque como dije antes, es una apisonadora: no te va a dejar igual cuando la veas.
- C.: ¿Cómo ha sido trabajar con Rodrigo Rivas en su ópera prima?
- L.: La verdad es que ha sido una experiencia muy bonita porque es su primera película pero parece que lleva rodando toda la vida. Y yo creo que eso se lo ha inculcado muy bien su padre, Julio Rivas, coguionista con él. Rodrigo es productor también y tiene unas instalaciones maravillosas en la productora, y le han dedicado mucho, ha invertido mucho corazón y mucho dinero y yo me alegro mucho de haberme montado en este barco con ellos. Rodrigo es un director nuevo pero parece un director viejo. Tiene un problema en el oído izquierdo, no oye bien, pero escucha fenomenal a los actores, está por y para ellos y eso es de agradecer.
- C.: ¿Qué has aprendido de Roberto Enríquez, tu compañero de reparto?
- L.: Es un actor maravilloso. Su mirada y su voz ya te dan la mitad del trabajo. He aprendido de él, de Rivas, de Valentín (Paredes, su marido en la película) y he aprendido de Mara. Mara me ha enseñado a mí y yo le he regalado a ella, porque esto no deja de ser un boomerang. Yo no soy la misma que cuando empecé Garantía personal. Ha pasado tiempo y siempre una película te cambia.
- C.: La primera secuencia de la casa, la de la casa de Mara, en la que ocurre todo, es abrumadora. Imagino que el rodaje no sería lineal. ¿Cómo hicisteis para guardar el raccord emocional?
- L.: No, no se rodó lineal, ojalá. Ese momento concreto no se rodó cronológico pero sí muy seguido. Ojalá pudiéramos rodar todo cronológico, pero eso también es la magia del cine. Que parezca verdad lo que no lo es. Pero el raccord emocional se consigue teniendo mucha profesión y haciendo un trabajo exhaustivo antes de rodar. Con mucha comunicación con el director, porque puede haber circunstancias que hagan que te salgas de tu centro y de la línea de pensamiento del personaje. Tampoco tienes tiempo de hablar o de discutir en el rodaje y hay que llevarlo todo muy clarito para que con una mirada ya puedas entenderte.
- C.: ¿Cuál fue más difícil, la de la casa de Mara o la de la casa de campo, que es casi un western?
- L.: Las dos fueron complejas. Pero todo el guion es muy complejo y muy ambicioso y teníamos pocos días de rodaje con muy poco presupuesto. Pero da igual porque cuando hay un buen equipo y un buen guion eso al final sale.
- C. Teneís unos personajes muy oscuros, ¿cómo los habéis preparado?
- L.: La situación es intensa, el tema es intenso y los personajes no podían dejar de serlo, pero es como la vida misma, habla de la condición humana y al final es la realidad, hay personajes con dobleces, contradicciones, personajes que son complejos y eso es muy interesante de hacer. Yo no conozco a nadie que no tenga contradicciones. Y cuanto más creces más complejo te vuelves. Me gusta la verdad y esos personajes son de verdad.
- C.: ¿Qué prefieres, cine o televisión?
- L.: Uno es intérprete y da igual si es cine, teatro o televisión o es la calle o un escenario de música de un bar. Depende de las circunstancias del momento. Si hay un buen guion y un buen director me embarco si puedo, y hay veces en que la vida te cambia, como a Mara, y una actriz hoy es una cosa y mañana es otra. Hoy puede tener muchísimo trabajo y tiene que decir que no a proyectos y mañana no tienes nada y te puedes pasar tres años sin trabajar. Yo soy una panadera, yo hago bollos, pan de kilo, pan de molde y lo que surja en cada circunstancia.
- C.: Después de un rodaje así, ¿lo que quieres es cambiar a la comedia?
- L.: Sí, al final es eso. Siempre quieres hacer lo que no has hecho. O lo que llevas mucho tiempo sin hacer. Es la condición humana, lo que te digo. Yo creo que hay que disfrutar del momento, de lo que vaya viniendo. Lo que queda atrás está atrás. Lo que va a venir todavía no ha llegado.
Silvia García Jerez