ENRIQUE URBIZU: El paisaje humano de GIGANTES es muy gozoso. No hubiéramos podido hacer la serie sin la colaboración gitana.

Entrevistamos al director de GIGANTES, Enrique Urbizu.

P: ¿Cómo surgió tu trabajo como showrunner en Gigantes?

Urbizu: Gigantes nace de una idea de Manuel Gancedo, actor y guionista con el que ya había trabajado, con la idea de crear una saga familiar criminal ambientada en el mundo de los anticuarios de El Rastro; en los 80, en tiempos de luchas entre gitanos y payos por el control del tráfico de droga. Esa idea cuaja bien en Movistar+ y a partir de ahí, me llaman para hacer el arranque de la serie; un serial sin trama única, sin misterio, sin un asesinato que resolver, sino con unos personajes terriblemente solitarios y muy voraces en su proceso de autodestrucción.

P: Con toda tu experiencia en cine, ¿qué ha tenido Gigantes para que aceptes ponerte al frente?

Gigantes era un pozo de cocodrilos, una trampa llena de pinchos afilados, un pantano lleno de pirañas¿Cómo no te vas a meter? Además mi última experiencia en tele había que repararla, y me habían dicho que no a todos mis guiones.(risas) Lo tenía todo a favor para meterme en Gigantes. Hay veces que haces un trabajo porque no has hecho el anterior. Hay que saber vivir con eso porque en la vida tienes 2 filmografías; la que haces y la que no haces, y son interesanteslas dos.

P: ¿Cómo fue el proceso de selección de José Coronado, con el que ya habías trabajado?

Cuando leí los primeros materiales y el primer desarrollo del personaje de Abraham, ya me parecía que tenía que ser él. Por su presencia física y todo el trabajo del vestuario: traje de tres piezas, camisas blancas impecables, una melena de MefistófelesPiezas que en quien mejor encajaban, físicamente y emocionalmente, eran en José. Además el personaje tiene un principio y final, si hubiera tenido más desarrollo, me lo hubiera pensado. José es un actor con un peso específico muy alto y siempre tienes que tener equilibrio de fuerzas.

P: ¿Cómo habéis trabajado el acento de los actores?

Manolo Caro tuvo la oportunidad de convivir con los actores gitanos. Ellos tienen mucho celo en proteger el léxico caló porque se trata de un idioma que les sirve para su comunicación privada, no para que lo entendamos nosotros. Con Manolo fueron muy generosos e incorporó esa habla, propia de la raza, que está estupenda. El paisaje humano que tiene la serie es muy gozoso. Sin la colaboración de los gitanos no hubiéramos podido hacer Gigantes. De todas formas, ya hay actores sólidos de raza gitana habituados al trabajo y eso está muy bien.

P: Gigantes es un gran trabajo de documentación en torno a la etnia gitana. ¿Te has encontrado con algún tema que no debías meter o no sabías cómo contarlo?

Hay veces que dices: esto no puedo hacerlo, no voy a poder llegar, pero sencillamente por el presupuesto. Y luego, hay cosas que están bien silenciadas. La serie no es explícita… 

Enrique Urbizu dirigiendo Gigantes
Enrique Urbizu dirigiendo Gigantes

P: Hay cortes bruscos, arriesgados de montaje con esa atmósfera sucia que envuelve a los personajes y mucho apoyo de metáfora visual ¿Qué ha sido lo más complicado para lograr ese tono?

Hay series donde una persecución con canción dura cinco minutos. Aquí, en cinco minutos, te he contado diez años. De ahí esos cortes o ese e aspecto afilado que pueda tener la serie, es buscado. Forma parte del ánimo y escritura de la serie. Tenemos que reaccionar ante el texto audiovisual porque estamos muy acostumbrados a que, sobre todo en televisión, lo pongan todo fácil. En nuestro caso, la elección del formato 2:35 y la elección de las localizaciones fue empezar a sumar. Partimos de una estética y una luz que ya teníamos a priori con esas texturas de las calles y de los edificios. Y la escalera apareció enseguida, como elemento clave en el desarrollo de la serie; como alegoría del ascenso y descenso, del triunfo y del fracaso.   

P: A raíz de los protagonistas masculinos, conocemos a los personajes femeninos. ¿Qué papel representan ellas en la serie?

-En el proceso de escritura iban ocupando sus puestos de manera natural: Sol para proteger a su hija tiene que enfrentarse a Los Guerrero y la cría, para huir de la figura de la madre, busca una identidad donde precisamente no la tiene. Y luego está Márquez (esa policía de raza), que desde el principio es fascinante y quizás es uno de los poquísimos personajes positivos de la serie. Ella es el único dique de contención frente a Tomás Guerrero; va a por él, y va a seguir yendo en la segunda parte

P: ¿Cómo será el peso de las mujeres en la segunda temporada? 

La herencia de la violencia, de generación en generación, tanto en la familia Guerrero como en los clanes gitanos, es otro de los nervios de la serie. Queda mucha viuda y están las mujeres de los gitanos. Sofía Oria se convierte casi en la protagonista de la segunda parte de la serie. Y aparece el personaje de Cristina Plazas; una mujer que va a ser el nuevo contacto entre la prensa, la policía y la familia, aquello que hacía el personaje de Roberto Enríquez en la primera parte. 

P: ¿Concibes Gigantes como una serie de largo recorrido? 

No, pero tampoco es mi trabajo. Van a ser decisiones financieras las que decidan. La serie tiene muchas posibilidades de continuar y podríamos pensar en una tercera parte, pero yo creo queconvendría ver cómo va la segunda. Y si no, quedará la segunda que está muy bien rematada; con muchos más muertos (risas).  

Tras disfrutar de la entrevista con Enrique Urbizu, seguimos charlando con un par de los hermanos Guerrero, los actores Daniel Grao e Isak Férriz, junto a Sofia Oria, quien interpreta a Carmen, esa adolescente que será imprescindible en la segunda temporada de Gigantes.  

+ en ENTREVISTAS 
Mariló C. Calvo 

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