ENOLA HOLMES 2: El primer caso de Enola
Enola Holmes es la hermana de Sherlock Holmes. La conocimos en la entrega que nos la presentaba, su primera película, estrenada en España en Netflix, que es quien la produce, en septiembre de 2020. Ella en realidad nació en las novelas de Nancy Springer, que por supuesto se basó en la creación de Sir Arthur Conan Doyle. Enola Holmes y el misterio de la doble desaparición es la primera entrega de Springer, a la que siguieron otras dos, por lo tanto es de imaginar que una tercera película cerrará la trilogía de aventuras protagonizadas por Enola.
En la presente, Enola (recordemos que la interpreta fabulosamente esa gran actriz que es Millie Bobby Brown, la Eleven de la serie Stranger Things, quien también ejerce de productora) abre su agencia de detectives y cuando está a punto de cerrarla por falta de clientes llega una muchacha que le pide ayuda. Su hermana ha desaparecido y quiere encontrarla. Quiere que Enola la encuentre. Está a punto de enfrentarse a su primer caso como detective profesional.
Enola se sitúa: Sarah Chapman (Hannah Dodd), trabajaba en una fábrica de cerillas junto a su hermana y las chicas del lugar del Londres de la década de 1880, y ahora mismo no saben nada de ella. Enola se infiltra con su hermana y comienza a encontrar pistas en la fábrica que la empiezan a situar en el camino correcto. Pero aún le queda mucho por saber, mucho por investigar, y no le va a resultar fácil porque Grail (David Thewlis), el comisario de policía, le sigue los pasos para ir inculpándola de todo lo que ocurre y poder, así, detenerla.
Enola Holmes 2 sigue la estela de su predecesora en cuanto a diversión, a montaje y post producción juguetona que iniciaba la primera, pero es menos distendida en ese aspecto. En seguida se pone más seria que la primera entrega y se vuelca en el caso sin tanta ruptura de la cuarta pared, aunque aquí también la rompa. Pero todo es más serio en esta secuela, y eso tal vez le pese un poco al conjunto. Ser juguetona era su principal baza en la cinta inicial, la frescura que le daba su post producción, la rapidez de los comentarios de sus animaciones… Enola Holmes era una fiesta.
Enola Holmes 2 es más adulta. Va más directa a la resolución del caso, con todo el viaje que implican las complicaciones que se va encontrando. Sin ser eso malo, porque también hemos venido a trabajar, no habría estado de más que la frescura hubiera llenado más el metraje, que hubiera sido un poco más divertida, no tan solemne.
Pero Enola Holmes 2 no es una mala película. Es curiosa y nos adentra con más seriedad en el mundo en el que se mueven los hermanos. Probablemente sea otro éxito de Netflix, una película en la que jóvenes y adultos quieran sumergirse desde el 4 de noviembre, día en que llega a la plataforma, por lo que solo cabe esperar que ésta dé luz verde a una tercera entrega en la que Enola Holmes vuelva a hacer uso de sus habilidades como detective.
Silvia García Jerez