El Recreo
El Recreo
Carpetillas azules con gomas, cajas de lápices Alpino, risas y buen humor …Eso es lo que me trae a la mente el colegio y sus recreos y eso es lo que encontré en el nuevo restaurante de este nombre que ha abierto hace ya un par de trimestres en la Calle Espartinas en Madrid. Un bar/restaurante que, en mi opinión, no se deberían perder.
El Recreo es, por sorprendente, probablemente uno de los mejores sitios en los que he estado en los últimos tiempos. Es un local, reducido e informal, pero bien ambientado y, aunque situado en una buena zona, ubicado en una calle relativamente poco conocida de la zona comercial de Goya. Todo ello contribuye a que tenga un toque auténtico y sin pretensiones que gusta al entrar. Sin embargo, la comida y el servicio es lo que sitúan, en mi opinión, a este sitio, entre los tops de los restaurantes a los que me gustaría volver.
Por lo que tengo entendido, uno de los socios-cocineros, Pablo, estuvo antes en el Restaurante Refectorio, del Hotel LeDomaine (de Bodega Abadia-Retuerta) que, por si no lo recuerdan, les diré que tiene una estrella Michelín….Y digo yo que, de la Estrella, alguna punta debía ser suya…o se la trajo…porque menudas tapas probamos en El Recreo hace unos viernes!!!
De primero, y como tapas individuales, tomamos dos: 1) unas gildas, que siempre están buenas, pero que en El Recreo tenían como añadido unas sardinas marinadas, que estaban de muerte y 2) unos bocadillos de gambas “tipo al ajillo”. Este último platillo además de que, por su exquisita presentación, entraba por los ojos, no entiendo como no se nos había ocurrido antes en España: una idea extraordinaria!!!…y, no les miento si les digo, que la ejecución, es aún mejor: en pan blandito como de hamburguesa pero más rico, con una crema picantita exquisita y una gamba de las frescas, de las que ya casi no se ven en los bares de Madrid, que era un espectáculo. Por favor, si van, no dejen de probarlo!!
Para compartir, una ración de ceviche de corvina, muy, muy rico y un steak tartar…miento, dos tartares porque estaba tan sabroso que decidimos repetir: la carne fresquísima, la mostaza picante en su punto justo, el aroma a trufas, presente sin empalagar…en fin, incluso yo, que no soy de tartar, tuve que refrenarme para no saltarme las normas básicas de educación a la torera y abalanzarme sobre el plato, sin dejar que los demás metieran su tenedor. Una delicia!!
El vino, como no podía ser de otra forma y teniendo en cuenta los orígenes del cocinero en “Abadia-Retuerta” también una maravilla (pedimos Cillar de Silos).
En fin, q insisto… merece, y mucho, la pena.
Los postres, buenos aunque no tan llamativos. Quizá estos, la acústica del sitio y alargar un poco la oferta de platos son los únicos puntos de mejora del local. Pero volviendo a los postres…Dicen que el tiramisú está excelente pero, como algunos de nuestros amigos ya lo habían probado, no lo pedimos. De los que pedimos (uno de chocolate, uno de limón y uno de quesadilla con albaricoque), el que más me gusto fue el de albaricoque. El de limón, aunque bueno, no me convenció la torta de anís que tenía de base y el de chocolate, me resultó algún denso. Así que a ver si para la próxima pruebo el tiramisú y puedo opinar!
Para terminar les diré que, en nuestro recreo, no lo neguemos, había también siempre algún capullín(a) que cuando te daba a probar de su bocadillo e ibas a morder, el tío te ponía el dedo para que no mordieses más de la cuenta…pero no se preocupen que en el nuevo Recreo no les pasará esto. Primero porque el servicio es exquisito y encantador y no les veo poniendo el dedo en el bocadillo y, segundo, porque vista la relación calidad-precio, aquí pueden comer tanto como quieran, porque lo que se paga está más que justificado. Nosotros siendo 5 y con 3 botellas de vino y los 3 postres pagamos 35 por cabeza.
Así que por todo lo anterior, me gustaría desearle “mucha suerte” a este recién inaugurado restaurante, sobre todo, para que se mantenga y podamos volver!!… aunque se la desearé “con moderación”, para que no se nos llene más de la cuenta a los que nos vamos a hacer habituales ;-)).