EL ESPECIALISTA: Talentos invisibles
El especialista comienza con un mensaje previo a la película, un vídeo en el que vemos a su director, David Leitch, y a su protagonista masculino, Ryan Gosling, el especialista en sí mismo, diciéndonos de manera jocosa que apaguemos los móviles durante la proyección. David también añade que antes de convertirse en director (en 2017, siendo responsable de Bullet Train o de Atómica), se dedicó a ser doble de acción de actores (labor que comenzó a ejercer en los años 90), y por eso ha querido hacer una película a mayor gloria de la profesión que tan bien conoce y que tanto ama.
Ahora ya estamos preparados para ver el resultado.
El especialista gira en torno a eso, a un profesional de las caídas y los trompazos, esos que se llevan los golpes por las estrellas, para que éstas no se lesionen. Y por supuesto no sabemos quiénes son, no conocemos sus nombres porque se supone que son los actores los que realizan esas complicadas tareas, además de decir sus frases en las escenas sin riesgo.
En este caso tenemos a Colt (Ryan Gosling), que hace diez años sufrió un accidente en un rodaje y ha estado apartado de ellos hasta que la productora de aquella película lo llama para volver porque Jody Moreno (Emily Blunt), operadora de cámara en aquella, directora en ésta, lo ha requerido como el doble que necesita. Colt se marcha inmediatamente para el rodaje, no tanto porque le interese el trabajo, que también, sino porque Jody es la mujer de sus sueños y hace diez años se truncó lo que parecía una incipiente y juguetona historia de amor.
Jody, ante su reencuentro, reacciona fatal. No entiende que Colt desapareciera de esa manera por el accidente y va a estar en un continuo tira y afloja con él. Pero Gail (Hannah Waddingham), la productora encargada de llamarlo para que vuelva a la acción, verá una forma de que Colt pueda, de nuevo, llegar a ella: resolver el enigma del caso de Tom Ryder (Aaron Taylor-Johnson), el actor del que Colt es doble, que no sabe dónde está y habrá que encontrarlo para poder acabar el rodaje que les ocupa. Sin Tom, Jody no podrá estrenar y no podrá ser una directora reconocida en el género. Y Colt no quiere que eso suceda, ¿verdad?
El especialista se estrenó el pasado 26 de abril y está siendo un gran éxito de taquilla. No como antes de la pandemia, pero sí es un número 1 cómodo para una producción de gran estudio con pretensiones de blockbuster. Los blockbuster ya no recaudan como antes, pero en su aura y su dimensión sí responden a la concepción de un espectáculo como el que hace décadas nos ofrecía la industria de más fama en el mundo, sobre todo en su tramo final: su última hora es un recital de cuanto debe tener una película para hacer disfrutar al público.
Dura dos, y la primera es algo más irregular. Ahí encontramos la presentación de personajes y situaciones, hasta que nos metemos de lleno en la propuesta que nos hace la historia. Es algo desconcertante porque de centrarse en un rodaje y en cómo trabajan los especialistas vamos a otro meollo, el desarrollo de fondo, que es bastante más oscuro. También muy divertido en su tono, pero es tan oscuro como lo era el de Dos buenos tipos, película que se sumergía de lleno en la industria del cine porno. Aquella, que pudimos ver en el verano de 2016 y que tenía a Russell Crowe y también a Ryan Gosling como protagonistas, era mucho más compacta, una película más redonda, y en ella ya pudimos ver la vena cómica de Gosling, que el año pasado desató por completo en Barbie.
En El especialista, Gosling despliega un carisma portentoso. La cámara le adora y se nota. Sólo con su presencia la pantalla se llena por completo, es una estrella de un calibre apoteósico. Pero aquí, la comedia no es tan sobresaliente y el relato se resiente. La trama de la investigación, al ser tan oscura, desequilibra la más lucrativa del rodaje, que incluye esta historia de amor no resuelta y llevada a trompicones debido a que la directora no está muy dispuesta a aguantar los desplantes de su querido doble. Pero las circunstancias son las que son y éstos se siguen dando y en la segunda hora, a partir del montaje paralelo de la persecución y el karaoke, la película va subiendo y despega hacia lo más alto, elevando el nivel que tanto le estaba costando alcanzar y redondeando una cinta disfrutona con la que, si los espectadores están por la labor, incluso acabar aplaudiendo como se hacía antaño en las salas.
Ryan Gosling y Emily Blunt hacen buena pareja y son bastante equivalentes a lo que fueron en los 80 Michael Douglas y Kathelen Turner en Tras el corazón verde y La joya del Nilo, tienen ese tipo de química. Lo malo es que Blunt es secundaria, como recientemente le tocó ser en Oppenheimer. Su papel no es muy extenso ni está muy desarrollado y es otro de los inconvenientes para que El especialista no sea tan redonda como podría haber sido.
Hablando de los 80, no perdamos de vista el importante dato que supone que El especialista haga continuas referencias al cine. Son profesionales trabajando en una película y eso ha de notarse por muy ficción que sea lo que estamos viendo. Los personajes siempre están citando actores, películas míticas y frases de otros títulos que tenemos que tener en mente. Tampoco lo ponen difícil pero hay que haber visto un poco de cine para no perderse en ese metalenguaje del que tanto se abastecen. Y resulta entretenido comprobar cómo cada cita encaja con el momento en que se expone, con la situación en la que se verbaliza.
El especialista es una carta de amor a la profesión a base de un despliegue de efectismos, en el buen sentido del término, para que podamos comprobar cómo realizan los especialistas cada acción que les es encomendada. Y cuando somos testigos de ese abanico de ejercicios que les toda realizar lo pasamos como niños. También en los créditos finales, en los que vemos muchos momentos del rodaje real de la película. Ha debido ser una fiesta para el equipo el poder acercarse explícitamente a ese universo tan oculto, tan poco citado, pero tan necesario para que las películas sean tan vistosas como acaban resultando. El especialista es un enorme ‘GRACIAS’ a una profesión imprescindible que hace posible que la magia del cine permanezca intacta. Y desde la butaca le agradecemos a David Leitch, y a quienes le han acompañado en esta aventura, que le haya dado luz a quienes siempre permanecen en la oscuridad.
Silvia García Jerez