DANIEL GRAO, SOFÍA ORIA e ISAK FÉRRIZ, Gigantes
DANIEL GRAO, ISAK FÉRRIZ y SOFÍA ORIA confiesan que se lo pasaron muy bien con “el maestro Urbizu”.
Se nota el buen rollo, todo el trabajo hecho y la gran ilusión que hay detrás de Gigantes. Desde que comenzamos a hablar, no paran de quitarse la palabra.
Pero es Sofía Oria quien se lanza a hablar de Carmen, su personaje:
“Es la más joven, pero es la reencarnación de su abuelo aunque vaya a los colegios de élite. ”Ella está totalmente confundida. es un conflicto en sí misma. Por un lado no quiero ser gitana, porquees parte de ella, pero no sabe quién es, ni sabe lo que quiere, Es una bestia; despiadada y cruel. y sus compañeros de colegio son neonazis, fachas, y eso le produce aún más rechazo hacia su madre. Necesita salvarse y se agarra al apellido Guerrero. Descubre que lo que quiere es el poder, como su abuelo. Tiene el gen Guerrero ahí metido en la cabeza y en el alma”.
“A Tomás, cuando ve que su hija puede ser agredida, le sale el mismo ramalazo; no puede evitarlopor mucho traje que lleve. A lo mejor la violencia que emplea es haciendo una llamada, pero en esencia es lo mismo; es el Gigante que viene de cuna», aporta Daniel Grao, su padre en la ficción.
P: ¿Cómo llegaste a ser Carmen?
Sofía Oria: Yo hice un casting donde se me olvidó todo el guión y pensé : “¡Madre mía, no me han cogido ni de coña!”. Pero parece que gustó, porque había sido muy bestia. Pasaba el tiempo y no me llamaban, y un día me preguntaron: “¿Has engordado? ¿Has crecido? ¿Te has teñido el pelo?“No, estoy igual”, contesté. “Pues muy bien porque te hemos cogido para Gigantes” ¡Yo ya ni me acordaba! Había pasado un año entero de no saber nada del proyecto…
P: ¿Que te ha costado más hacer de tu personaje ?
Sofía Oria: Yo creo que ser tan cruel con “mi madre”. Encontrarme con tener que decir esas bestialidades a una madre ¡Y a una persona como Yolanda (Torosio), qué es un amor! Y es que tenemos una relación muy buena, todo es genial con ella y al decirle esas cosas, me sentía como mala persona por dentro. Además, yo con mi madre de verdad tengo una relación súper buena, de súper amigas y no podía ni imaginarlo… Pero es que todos los personajes en la serie son muy oscuros y al llevarlo fuera, de una manera tan bestia, piensas: “¿Estará bien? ¿Me estoy pasando? ¿Es demasiado?” Pero con Enrique (Urbizu) todo es fácil. Y no es lo mismo rodar Gigantes, que cualquier serie.
P: Y vosotros, hermanitos, ¿cómo llegáis al proyecto?
Daniel Grao: De la mano de la maravillosa directora de casting, Rosa Estévez, y de Luis Jimeno. En mi caso hice varias pruebas para el personaje de Daniel, pero también para el personaje de Tomás. Pasaron unos meses, no supe nada y me encontré a Rosa en otro proyecto, cuando me dijo: “Me ha dicho Enrique que el único que sabe que está seguro, eres tú, pero que se ha retrasado el proyecto por la re–escritura de guión”. Al año me dijeron que sería Tomás y me pidieron dar replica al personaje de Daniel, que resulta que era para Isak, al que conocía desde que estudiamos juntos interpretación ¡hace más de quince años!
P: Es innegable la química entre vuestros personajes ¿Qué secuencia disfrutasteis más? Está ese final del segundo capítulo…
Isak Férriz: Que parece “una del oeste” con los hermanos Guerrero unidos a pesar de todas sus diferencias, yendo a salvar al hermano pequeño por esa cosa de defender la sangre. Y tuvo su trabajo; estuvimos como un mes y medio ensayando esa secuencia con Nene, mucho antes de empezar el rodaje.
Daniel Grao: Estábamos siempre deseosos de que llegarán retos como ése, con secuencias así. Además nuestro binomio es muy interesante, son las dos caras de la misma moneda: el mismo veneno, pero ejecutado de manera opuesta. No puedo desvelar nada, pero va a más en la segunda.
P: Son personajes extremos, rozando la caricatura… ¿Cómo os enfrentasteis a ellos?
Daniel Grao: Creo que lo que tiene de reto estos personajes es que huimos del naturalismo. Ese fue el primer código que sentó Enrique (Urbizu) sobre la mesa, y especialmente para los Guerrero.Porque luego hay personajes más convencionales, pero los nuestros son fantasmagóricos y eso es un reto, porque a veces nos daba cierto pudor. Por otro lado, crea tanta distancia que te permite hacer lo que tenga que hacer tu personaje, sin entrar en medias tintas. Tener que componer un personaje alejado de uno, no pasa mucho en la ficción de aquí y es un regalazo.Creo que toda la serie tiene esa mezcla de reconocible y al mismo tiempo, irreal. Es como ese Madrid que aparece y estos personajes que, ¿quién habla así?, ¿quién camina así? Todo está en ese límite de ‘muy tierra’, muy del barrio, pero colocando la cámara de tal manera que al mismo tiempo, estoy en una película.
Isak Férriz: Enrique crea su propio universo en Gigantes: paralelo, histriónico, más operístico, más exagerado, más cruel que la realidad. Es lo bueno que tiene. La puesta en escena, el arte, el vestuario, el maquillaje… Todo lleva a hacer algo muy local con un tema muy universal; con tres hermanos que se van a devorar entre ellos por conseguir el poder, y la policía persiguiéndoles. Luego es muy curioso ver también cómo todos al final, nos acabamos pareciendo a los personajes. La relación que teníamos Dani y yo era incluso en maquillaje. Desde ese momento ya éramos Tomás y Daniel tocándose los huevos, el uno al otro (risas)
Daniel Grao: ¡Es que lo hemos gozado tanto! Lo que a veces era difícil, era un difícil molón. Y quizá lo que hablábamos mucho entre nosotros era esta cosa de poder pasarnos. Pero Enrique nos ha llevado dónde nos tenía que llevar, cada uno con lo suyo; Isak más vacilón y yo, tan contenido.
Isak Férriz: Así es. Además el camino de mi personaje lo marcaba mucho Coronado, ya en el primer capítulo. Es decir, a Enrique no le gusta mucho hablar sobre los personajes, sobre las escenas, pero en cuanto a la forma del personaje, yo me debía mucho a la imitación casi de José, incluso en la manera de hablar, porque como hijo primogénito estoy educado para ser su fotocopia.
P: Toda una experiencia trabajar a las órdenes de Urbizu.
Isak Férriz: Es todo una gozada. Yo me acuerdo de una escena en la que íbamos hacia un coche para ir hacia un lugar concreto, y Enrique dijo: “¡Muy bien! Pero estáis de guitarra española ¡Es guitarra eléctrica!” Y eso ya te marca clarísimamente lo que él quiere; ya sabes que vas a jugar a rock and roll. Todos hemos visto No habrá paz para los malvados, La caja 507, Todo por la pasta… También quedan claras esas referencias.
Daniel Grao: Lo que nos llegaba a nosotros era un director que tenía clarísimo qué planos necesitaba y los rodaba. La frase de “me voy a cubrir” no existe en su diccionario. Él quiere sus dos tomas buenas de cada plano, lo cual, agiliza además mucho las jornadas.
Isak Férriz: Es una forma de trabajar antigua, en el buen sentido de la palabra. Él tiene muy clarolo que está haciendo, y es muy difícil que se desvíe del camino. Eso no significa que no esté abierto. Los rodajes de Enrique están vivos.
P: Gigantes es como un wéstern gitano, ¿os dio Urbizu alguna pauta o referente cinematográfico para controlar ese mundo payo-gitano?
Daniel Grao: Continuamente. Sí que habló de ciertas obras, pero por motivos muy distintos. En mi caso me habló de Roma Criminal. Está ese aroma a trabajos clásicos porque están en él, pero no está nunca buscado. Lo que manda es lo que se está contando en cada secuencia. Luego indirectamente estará la reminiscencia porque él es un diccionario con patas. Rezuma cine.
Isak Férriz: Urbizu vive en un Western. Y entre tomas es una clase continua de cine.
P: ¿Influye que la serie haya sido rodada en una plataforma de pago?
Daniel Grao: Lo que nos traslada Enrique es que ha vivido libertad absoluta con todo: con el casting, con los guiones… la serie que le ha dado la gana y eso hoy por hoy, lo permiten las plataformas. Y esperemos que por mucho tiempo.
Isak Férriz: Pero ninguna de las series de Movistar se parece entre ellas, cada una tiene su propiapersonalidad. No es que nunca se haya hecho antes, en los ochenta se hacían series muy cinematográficas como Curro Jiménez o Brigada Central.
P: También Ramón y Cajal. Y Turno de oficio, más televisiva.…
Isak Férriz: Muy buenas, sí. Luego llegó la época más generalista, simplificando todo para gustar desde el abuelo hasta el nieto y así ganar en share. En Gigantes no ocurre eso. No es para todo el mundo; ya desde el capítulo uno, con la brutalidad que plantea y Abraham como un Mefistófeles mirándolos a todos…
P: Gigantes está triunfando internacionalmente. Las criticas americanas han sido muy buenas.
Daniel Grao: Es una apuesta con mucho riesgo que, si sale bien, no entiende de fronteras ni de idiomas ni de nada, porque va al tuétano del que lo está viendo.
La Cronosfera: Directa a la yugular.
No obstante, sobrevivimos hasta la segunda temporada donde estos crueles reyes gitanos cederán su poder a las reinas guerreras… Dicho queda.
Mariló C. Calvo