CLEOPATRA, LA EXPOSICIÓN INMERSIVA
Llega a Madrid Cleopatra, La Exposición Inmersiva, a la Nave 16 de Matadero. Tras acabar el año que ha estado disponible la del Titanic, la misma empresa encargada de ésta y de las anteriores sobre Tutankamon y Los últimos días de Pompeya, Madrid Artes Digitales, nos ofrece su nuevo trabajo expositivo, uno que ha tardado cuatro años en ver la luz debido a su complejidad técnica, pero que ya tenemos disponible, a partir del 12 de septiembre, para todos los visitantes que deseen conocer la historia de Cleopatra desde otro punto de vista.
Nada más llegar tenemos una novedad en la Nave 16: en el mismo hall que nos recibe, y donde adquirimos las entradas si no lo hemos hecho antes por Internet, encontramos unas taquillas en las que cada casillero tiene un pictograma jeroglífico. Una monada que ya te va metiendo en el universo de Cleopatra.
Y justo cuando vamos a atravesar la puerta que dé acceso a la primera sala nos topamos con un sol enorme, bajo la inscripción del título de la exposición, que simboliza el ocaso del reino de Cleopatra. Ahí mismo, a la izquierda, nos van a hacer una fotografía y nos van a entregar un código QR para que lo demos en la tienda de recuerdos y nos den la foto con el fondo que elijamos. Si la queremos, porque no es obsequio de la exposición ni va unida a la entrada.
Ahora toca entrar a verla y lo primero que hacemos es pasar por el Pasillo de Espejos Infinitos, que nos dará paso a la Sala del Holograma, la auténtica novedad de esta exposición. Una gozada que incorpora Cleopatra, la exposición inmersiva que no hace falta ver con gafas especiales, sólo te pones unos cascos para escuchar la historia que nos espera a través de los auriculares, la de sus relaciones con Julio César y Marco Antonio y el declive del Antiguo Egipto frente a Roma debido a ésta última alianza de la reina. Un holograma espectacular de unos 7 minutos de duración que es tan inusual como asombroso. El público asistente a la exposición se va a quedar realmente impresionado con él.

A continuación, en Cleopatra, La Exposición Inmersiva, vamos a ver la sala en la que nos va a recibir la gran mesa interactiva con el mapa de Alejandría sobresaliendo notablemente de la pantalla en la que vemos barcos moverse de acá para allá y manos digitales que esperan el contacto con las nuestras para desvelar la información que contienen.
Pero en esa sala no sólo vamos a ver esa enorme mesa, también tenemos tres espejos inmersivos, adecentados como si estuvieran en una alcoba, la de Cleopatra, en los que vamos a ver los distintos secretos de belleza de la Reina. Y es que sí, esa Sala es la de la habitación de Cleopatra, o hace las veces de ella, y a todo esto se suma un impresionante balcón, que pareciera el de la mismísima Cleopatra y vemos proyectado sobre él un videomapping en el que transcurren el día y la noche en las vistas al faro de Alejandría. Todo esto se cuenta en un momento pero hay que verlo en la sala para comprobar hasta qué punto es estupendo. Sobre todo ese balcón enorme y precioso en el que vemos el faro de Alejandría en sus distintas variantes: de día, de noche, lloviendo, su puesta de sol… realmente nos quedaríamos un buen rato ahí porque es hipnótico verlo. Además de una preciosidad.
Enfrente de los espejos inmersivos tenemos una pared con información escrita, en papel que imita a papiros, de la vida de Cleopatra y, como último dato curioso, en la pared de enfrente al balcón, a la izquierda, un poco bajito, a nivel de un niño, tenemos un agujero al que si nos asomamos vamos a descubrir una sorpresita que nos tiene preparada la exposición. Intenté grabar lo que se veía pero no había manera de que quedara enfocado, así que tendréis que verlo vosotros mismos.
Pasamos a la siguiente sala de Cleopatra, la exposición inmersiva. Se trata, por supuesto, de la ya célebre Sala Inmersiva con 25 minutos de proyección en sus 1.200 m2 y pantallas de 8 metros de altura. La vida de Cleopatra desde el comienzo de su reinado hasta su indefinible muerte, recreada como ha sido posible imaginar que sucedió. Un trabajo que ahora ve con más nitidez porque se han cambiado las cámaras de proyección de las de HD por la de 4K, con lo que los colores que vemos los vemos con más viveza que nunca, pero la proyección en sí no es mejor que las de otras exposiciones. Su texto no invita a que más allá de que las imágenes se vean en las pantallas que nos rodean haya una inmersión mayor por el movimiento de los personajes o de cuanto les sucede. No les pasa nada en cuanto a la plena acción y la proyección de la cara de Cleopatra o de la de Marco Antonio no aporta ni una pizca a la inmersión de las pantallas que nos rodean. En realidad la sensación de inmersión nos la dan momentos muy concretos del vídeo que no incluyen los 25 minutos al completo de su duración, apenas 5 ó 10 como mucho. Y lo cierto es que tampoco se entiende muy bien la locución porque no está del todo bien mezclado el sonido y la música se oye demasiado alta. Lo avisamos.
Después, Cleopatra, La Exposición Inmersiva continúa con dos salas de experiencias personales, porque son las de utilizar las gafas. En la primera, sentados en las sillas que contienen las gafas, que habremos de ponernos antes) y los auriculares (que nos pondremos justo después) iremos viendo un vídeo de Realidad Virtual en el que se nos muestra la destrucción de Alejandría y en el que veremos la ciudad sumergida para acabar visitando la tumba de Cleopatra. Un vídeo de no demasiada calidad ni tampoco excesivamente interesante.
La otra, la segunda, sala de las gafas es la del Metaverso, en la que iremos caminando por la senda que el propio vídeo nos va indicando. para recorrer desde las Catacumbas hasta la tienda de Marco Antonio en la que tendremos una vista espectacular de la batalla que acabará con ellos. Es, ésta sala, un poco mejor que la anterior pero la experiencia del Metaverso no es precisamente la mejor que Madrid Artes Digitales nos ha ofrecido. Sin ir más lejos, el de la exposición Los últimos días de Pompeya, donde nos dieron a conocer esta tecnología, era muy superior a la que ahora tenemos en Cleopatra, La Exposición Inmersiva.
A partir del 12 de septiembre se abren las puertas a esta exposición inmersiva que, de momento, no tiene fecha de cierre. Dependerá, es de imaginar, de la demanda que tenga y el interés que suscite. De los amantes de la Historia que quieran pasarse por ella o los curiosos que, sin dominarla demasiado, se quieran adentrar en sus datos, descubrirlos y empaparse de ellos. Dependerá también de la cantidad de amantes de la figura de Cleopatra que haya deseando acudir a verla. A ella -a la exposición-, y a ella, a la reina fascinante que aunque la Historia haya coronado como una de las más bellas que ha pisado la Tierra, en realidad se trataba de una mujer normal con, eso sí, una inteligencia fuera de lo común, y mucho más para la época en la que le tocó vivir. Cleopatra, La Exposición Inmersiva os invita a que la conozcáis más a fondo y de una manera como nunca lo habíais hecho.
Silvia García Jerez