Antología – Sylvia Plath

Y rodeó su casa
de alambradas y muros impasibles
contra el tiempo rebelde
tanto que nadie lo rompiera
con maldiciones, puños, amenazas,
ni con amor tampoco.» 🥀

Aceptar la necesidad de ser querida es un acto de valentía. Aceptar la fragilidad, es un acto de valentía. Aceptar que nunca lograras ser coherente, es un acto de valentía. Esta mujer arroja verdad a un mundo donde el ser humano pretende ser casi un eslogan publicitario de perfección y bondad, un imaginario personaje al que no se le puede permitir equivocarse ni sentir egoísmo , celos o envidia.

Me estremezco al leer sus períodos más tristes, pero no dejo de ver la viva imagen de un ser humano. Ojalá alguien le hubiera dicho que sus contradicciones, necesidades, análisis , anhelos, inseguridades y cuestionamientos eran parte de un mundo interior vivo, humano y maravilloso. 🥀 Escribe: «Es evidente que deseo desesperadamente que me quieran, y ser capaz de querer. Sigo siendo muy ingenua y aunque sepa bastante mejor lo que me gusta y lo que no, por favor, no me preguntes quién soy. ¿Debería responder que soy <<una muchacha apasionada y fragmentaria>>? » Y yo solo soy capaz de ver a alguien que se abre en canal frente al papel, que ama escribir porque es la única forma en la que se encuentra plenamente libre y que me hace libre a mí al leerla.

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