AL DESCUBIERTO: El origen del ‘Me Too’
Al descubierto, desafortunado título en español para su original She said (Ella contó), es la película que nos descubre la investigación que dos periodistas del The New York Times, Megan Twohey (Carey Mulligan) y Jodie Kantor (Zoe Kazan) llevaron a cabo para intentar que las mujeres a las que acosó y/o violó el mítico productor de cine de Hollywood Harvey Weinstein, se atrevieran a contarlo públicamente, denunciando lo que les ocurrió y las represalias que sufrieron por no haber accedido o por haber dicho ‘basta’ cuando no pudieron más.
Al descubierto sigue los pasos de las reporteras, con el beneplácito de su jefa, Rebecca Corbett (Patricia Clarkson), que las anima a recopilar todas las pruebas que puedan conseguir, ya que sin ellas no se puede ni insinuar que alguien haya hecho nada, cuanto menos hacerse eco en el periódico o denunciarlo ante los juzgados. Pero llegar a ellas, a las pruebas, no es nada fácil: las llamadas no son contestadas, las mujeres tienen miedo y no quieren hablar, y si lo hacen, no quieren que su nombre conste en ningún reportaje. Es muy duro, el periódico no puede ofrecer asistencia legal, son ellas contra un sistema que ya las ha oprimido y solo tienen que rebelarse contra él… La teoría siempre ha sido muy sencilla.
Pero Megan y Jodie son tenaces, perspicaces y sobre todo saben esperar. Solo hay que enseñarle la puerta a quien está secuestrado para que se anime a salir y a ser libre. Cuando sienta que es capaz.
que despierta nuestra admiración en la película
Al descubierto nos lleva al comienzo del movimiento ‘Me too’, ese que desenmascaró el abuso de un productor en concreto, el todopoderoso jefe de Miramax, que en los años 90 dominaba la industria del cine norteamericano, no solo en número de películas a estrenar, también en la taquilla. Y sobre todo en los Oscar. Todos supimos, a raíz del escándalo, que las actrices contaban cómo les prometía ganar el Oscar a cambio no solo de mencionar su nombre en el discurso de agradecimiento. Un entramado de poder que llegaba a todos los rincones de la industria. Y que muchos taparon hasta que el New York Times lo destapó.
Y en Al descubierto podemos asistir a ese relato, a la reconstrucción de cómo el periodismo puso fin al reinado de Harvey Weinstein y dio comienzo a un movimiento que implicó que las mujeres ya no se callaran nada. Ni los hombres, que Kevin Spacey también fue repudiado. El ‘Me too’ consistió en que el abuso se acabara. Viniera de donde viniera y afectara a quien lo hiciera. Hasta qué punto fue efectivo no lo sabemos, puede que haya todavía casos que no hayan salido a la luz, pero al menos por un tiempo pareció que no estuviera permitido continuar con él.
Y todo esto lo cuenta Al descubierto con un tono apasionante que mezcla el drama, el thriller, por momentos unas gotitas de documental y, cómo no, el terror. Porque lo que les ocurrió a esas mujeres fue terrorífico, y puedes, desde la butaca, sentir el miedo que tenían. Las ganas de contarlo y la impotencia por verse indefensas si algo se les volvía en contra. Espeluznante. Imagínate en su lugar y lo entenderás. Por eso las reporteras tuvieron tanto tacto, porque la situación lo requería.
Al descubierto la dirige la alemana María Schrader, un auténtico descubrimiento, una mujer que nos asoma a la redacción de un periódico imprescindible y nos enseña lo que puede hacer el periodismo cuando de verdad se ejerce la profesión con honestidad. Es como Todos los hombres del presidente pero con dos mujeres investigando en lugar de dos hombres. También le da voz a mujeres perjudicadas por un hombre. Además de por un sistema que lo encubría, porque una persona sola no consigue tanto poder, y sin dinero no te puedes rodear de quien te permite ejercerlo.
Las dos actrices que interpretan a las periodistas son fabulosas. A Carey Mulligan la descubrimos en An education y desde entonces no ha hecho más que darnos alegrías: Drive, Shame, A propósito de Llewyn Davis, Una joven prometedora o La excavación, de estreno únicamente en Netflix, nos han confirmado a una actriz llena de talento y de versatilidad ante los distintos géneros. Y su compañera, Zoe Kazan, la Ruby Sparks de Ruby Sparks, es mucho menos conocida pero aquí hace gala de un carisma que deslumbra. Su Jodie Kantor es apabullante, destila seguridad y profesionalidad a partes iguales. Es un papel precioso al que sabe sacarle todo el partido, consiguiendo con su trabajo una de las mejores protagonistas del año.
Pero en Al descubierto todo es relevante. Cada testimonio, cada actriz que interviene, con su nombre real o no, aportando credibilidad a una historia de la que creíamos que lo conocíamos todo, pero estábamos equivocados, porque también con cada decisión narrativa nos acerca al monstruo al que pararon los pies. Los planos subjetivos por el hotel mientras escuchamos la historia de lo que allí ocurrió son aterradores. Y si todo lo que sabemos que ocurrió, y dónde lo hizo, aparece en la película, los datos que descubrimos nos dejan perplejos. La dimensión de todo aquello, las repercusiones de lo que esos relatos conllevaron, la profesionalidad para sacar a la luz lo innombrable, nos demuestra lo complicado que puede llegar a ser vivir de la industria más admirada del cine.
Al descubierto es una de las mejores películas sobre periodismo. Y sobre el lado oscuro de Hollywood. Si hace un par de años comprobamos cómo era en la época dorada gracias a la soberbia Mank, Schrader nos grita a pleno pulmón que Hollywood sigue siendo un lugar tóxico en el que trabajar, y que triunfar puede costarte mucho más de lo que te dicen en la escuela de interpretación. Y lo malo es que más allá de tu talento no tienes control. Porque si lo tienes, es decir, si lo ejerces, puede salirte muy caro.
Silvia García Jerez
