Fede Álvarez: «Si uno va a ver una película de terror quiere que pasen cosas malas»

No respires es un reto. Quien piense que se trata de la típica película en la que unos chicos entran a robarle dinero a un anciano y, aparentemente para ellos, todo tiene los visos de salir bien, pero los espectadores sabemos que no será así, porque si no, no habría película, se equivoca.
Porque no es una más. Puede que no vaya todo en el film como los chicos han planeado, pero el desarrollo de la cinta está muy alejado de lo que pudiera esperarse de productos similares que terminan siendo multicopias unos de otros en enormes listas de películas a olvidar.

Fede Álvarez dirigiendo la película
Fede Álvarez dirigiendo la película

Los uruguayos Fede Álvarez y Rodo Sayagues, guionistas ambos, director el primero, estuvieron en Madrid y nos contaron cómo se plantearon darle la vuelta, desde el inicio, a los manidos roles de buenos y malos. En palabras de Fede Álvarez: «Hemos querido jugar con lo que espera la gente. Parte de la clave para tener suspenso no es solo la escena de que se abre una puerta y todo el mundo sabe lo que va a pasar. La premisa entera tiene que tener suspense. Si uno supiera lo que es moralmente correcto sabrías cómo termina la película, porque Hollywood te suele dar finales políticamente correctos.»
Y es que ya el primer plano de la película avisa al respecto del carácter del resto del film. Fede apunta que: «El plano inicial es de esos que te prometen que hay ciertas cosas que van a pasar. Tarde o temprano cosas malas van a pasar y cuando uno va a ver una película de terror quiere que pasen cosas malas. La gente es sádica en ese sentido y si la gente fuera a ver esta película y nadie sufre, al salir querrán que le devuelvan el dinero. La primera toma representa a la película, porque a simple vista parece una cosa y a medida que te vas acercando, es otra.»

Los chicos no saben lo que les espera en la casa
Los chicos no saben lo que les espera en la casa

Rodo, a este respecto, aclara: «Esa toma también te sitúa en el lugar. Este tipo, a plena luz del día está arrastrando a una chica toda magullada por la calle, y no hay nadie. Ni siquiera él intenta disimular lo que está haciendo. Rápidamente se te mete en este lugar, que es casi un barrio fantasma.»

Y de ahí nos vamos al comienzo de todo, a la idea de los chicos de robarle la indemnización a un veterano de guerra para poder conseguir el dinero que les permita marcharse del barrio de Detroit en el que viven. Y a la aventura de entrar en la casa para lograr arrebatarle al anciano lo que se ha ganado con su actitud heroica, que incluso le ha hecho quedarse ciego.
Todo lo que suceda a partir de ahora será culpa de los chicos por haber irrumpido en un lugar donde de otro modo y con otras intenciones habrían sido bienvenidos. Pero no así. Y van a pasar muchas cosas, con giros que nadie espera y que son tan asombrosos que no es de extrañar que en Estados Unidos haya recaudado 26 millones de dólares habiendo costado únicamente 10.
Rodada en inglés y por el mismo dúo que realizó el remake de Posesión infernal, en esta ocasión no se han planteado una cinta gore como aquella, en la que el plano más famoso fue ese en el que una chica poseída se cortaba la lengua por la mitad con un cúter. Aquí, en No respires, priman la tensión de tener que escapar de un hombre que a pesar de su ceguera no está tan desvalido como piensan, y la angustia de ir cayendo en las trampas que encuentran a su paso, que no son pocos logros en un género en el que el susto al final del pasillo está a la orden del día.

Para terminar, La Cronosfera tuvo la oportunidad de vivir una experiencia similar a la de los chicos en la película, gracias a Sony, la distribuidora de la misma, y aquí podéis ver cómo lo pasamos en la casa del hombre ciego:

Silvia García Jerez

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *